Sigue esta sencilla práctica para superar el miedo a la incertidumbre y el estrés diario Siguiendo estos tres sencillos pasos, podrás desarrollar resiliencia, abrazar el cambio y descubrir oportunidades al enfrentarte a cualquier desafío.

En tiempos de caos e incertidumbre, solemos sentirnos abrumados, reaccionando impulsivamente ante el estrés del momento. Solo después nos damos cuenta de que podríamos haber respondido con más calma, elegancia y reflexión. Esta falta de resiliencia a menudo se debe al agotamiento: cuando estamos física, emocional o mentalmente agotados, es más probable que reaccionemos de forma exagerada ante los desafíos inesperados.

La resiliencia es clave para responder de manera reflexiva a los cambios inesperados. Sin embargo, el agotamiento puede dificultar nuestra capacidad para mantener una actitud tranquila y serena frente a la adversidad. Como se evidenció en el estallido de Will Smith en los premios de la Academia el año pasado, incluso personas exitosas y adineradas pueden tener dificultades para mantener la resiliencia. Por lo tanto, es esencial reponer nuestras reservas para poder enfrentar las luchas que se nos presenten.

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Resiliencia y rituales diarios

La Evaluación del Líder Resiliente, una encuesta realizada a más de 5,000 líderes empresariales y profesionales, reveló que muchas personas operan con reservas agotadas de resiliencia mental, emocional, física e incluso espiritual. De los encuestados, solo el 6% mostró lo que llamamos "resiliencia a prueba de cambios", mientras que el 34% era vulnerable al estrés agudo y crónico. Sin embargo, aún hay esperanza: al establecer rituales para renovarnos y reponernos en estas cuatro zonas de resiliencia (física, mental, emocional y espiritual), podemos aumentar gradualmente nuestra capacidad para regenerar nuestras reservas de energía.

Es crucial practicar la resiliencia antes de necesitarla. Podemos hacerlo mediante la participación en rituales diarios como hacer ejercicio, meditar y tomar descansos en medio de nuestras ocupadas agendas laborales. Con la práctica, también podemos aprender a reaccionar ante situaciones inesperadas de manera más serena.

La resiliencia no se trata solo de recuperarse, sino de abrazar el cambio con una fuerza inquebrantable y adaptarse a los vientos de la transformación.

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3 pasos sencillos para ayudarte a superar el miedo a la incertidumbre y el estrés diario

Nuestra respuesta natural a la incertidumbre y a la adversidad suele estar basada en el miedo, lo que lleva a una respuesta primitiva de lucha o huida que perjudica nuestras habilidades de pensamiento crítico. Una forma de protegerte contra el miedo generado por la incertidumbre es una estrategia que llamo "Pausa-Pregunta-Elige". Este método te ayudará a replantear y descubrir oportunidades cuando te enfrentes a cualquier desafío. Cuando sientas que el estrés y la tensión aumentan en tu cuerpo, utiliza esa sensación como un recordatorio para:

• Pausa: Detente y respira profundamente varias veces. Hacer esto es como reiniciar tu computadora cuando va lento debido a todas las pestañas que tienes abiertas antes de que se bloquee. Esta pausa está destinada a liberar espacio para que seas consciente de este próximo paso, que es muy importante.
• Pregunta: Aquí es donde puedes replantear y descubrir el significado más profundo de cualquier desafío que enfrentes. Replantea el momento para tu crecimiento haciéndote preguntas como: "¿Cuál es la oportunidad creativa aquí?" o "¿Qué no estoy viendo?" o "¿Por qué puedo estar agradecido?". Estas preguntas tal vez no proporcionen la solución o respuesta inmediata que buscas, pero lo que harán es darte una nueva perspectiva, lo que sin duda abrirá tu mente para ver la situación desde una óptica totalmente nueva. El efecto será en cascada y, muy pronto, toda la situación se verá diferente para ti, simplemente por pausar y preguntar.
• Elige: Elige ritualizar tu recuperación para un mejor rendimiento en el futuro. Cuando elegimos, estamos ritualizando conscientemente pequeñas prácticas diarias para nuestra recuperación personal, creando integración y armonía mental, emocional, física y espiritual. Esta elección de enfrentar nuestro agotamiento antes de que se convierta en un problema realmente puede cambiar la dinámica para nuestros niveles de energía e incluso nuestra actitud y mentalidad en el futuro.

Mientras más practiquemos, más fácil será reemplazar nuestras respuestas de lucha o huida y usar el ritual de "Pausa-Pregunta-Elige" como nuestra estrategia predeterminada de afrontamiento. En conjunto, estos tres pasos nos brindan una fórmula sencilla y repetible para convertirnos en agentes resilientes del cambio, en lugar de sus víctimas.

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Puede que no suceda de la noche a la mañana, pero con un esfuerzo constante, podemos reconfigurar nuestras reacciones predeterminadas y desarrollar una nueva mentalidad que abrace el cambio como una oportunidad de crecimiento. A medida que nos volvemos más hábiles para pausar y reflexionar, hacernos preguntas empoderadoras y tomar decisiones conscientes para recuperarnos del agotamiento antes de que nos afecte negativamente, pasamos de ser receptores pasivos del cambio a ser agentes activos que dan forma a nuestros propios destinos. Con cada implementación exitosa de esta fórmula, construimos nuestra capacidad para navegar los paisajes en constante evolución del trabajo y la vida, y emergemos más fuertes, más sabios y más resilientes que nunca.

Cada paso en la dirección correcta te acerca más a donde deseas estar.

Al elegir ritualizar nuestra recuperación a través de pequeñas prácticas diarias que fomenten la armonía mental, emocional, física y espiritual, aumentamos nuestra capacidad para enfrentar lo que está sucediendo en el momento de manera resiliente. Al priorizar nuestro bienestar y reponer nuestras reservas de energía, podemos enfrentar desafíos inesperados con calma, elegancia y serenidad. En ese momento, hemos obtenido una ventaja distintiva en resiliencia en un mundo que no se detendrá.