10 formas en que mi liderazgo ha cambiado en 10 años Reflexionando sobre cómo mi enfoque hacia el liderazgo ha evolucionado en la última década y las lecciones clave que he aprendido en el camino.
Por Hope Horner
Key Takeaways
- En honor al décimo aniversario de nuestra empresa, he estado reflexionando sobre cuánto han cambiado tanto la compañía como mi enfoque hacia el liderazgo a lo largo de los años.
- En este artículo, comparto las diez principales formas en que mi liderazgo ha cambiado en los últimos diez años y cómo esos cambios han ayudado a nuestra empresa y a nuestro equipo a tener éxito.
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Recientemente Lemonlight cumplió diez años, y para conmemorar este hito, he estado mirando hacia atrás para ver cuánto ha cambiado la empresa así como mi liderazgo.
Al principio, todo fue un proceso de aprendizaje sobre la marcha, pero mi enfoque hacia el liderazgo ha evolucionado de forma significativa con el paso del tiempo. Estas son las diez principales maneras en que mi liderazgo ha cambiado desde que iniciamos este viaje.
1. Soy más proactiva en lugar de reactiva
Al principio, solía reaccionar a las situaciones conforme ocurrían: surgían problemas y me apresuraba a solucionarlos. Ahora, trabajo para anticiparme a los problemas antes de que se conviertan en inconvenientes. Ser proactiva ha ahorrado tiempo, estrés y energía, y nos permite mantener el enfoque en avanzar en lugar de estar siempre a la defensiva.
2. Hago más preguntas
Cuando comencé, a veces evitaba hacer preguntas, pensando que ya sabía las respuestas o que podía resolverlo por mi cuenta. Pero con el tiempo, aprendí que hacer preguntas desde el principio ahorra muchísimo tiempo y esfuerzo. Ahora pregunto a todos —miembros del equipo, clientes y socios— porque comprender sus perspectivas y obtener el contexto necesario me ayuda a tomar decisiones más inteligentes.
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3. Estoy más conectada con el mercado
Antes de fundar Lemonlight, no tenía experiencia en producción, así que tuve que aprender mucho sobre la industria y el mercado a través de prueba y error. Ahora, sigo de cerca lo que ocurre en el sector para mantenernos un paso adelante. Estar más atenta a los cambios en el mercado ha mejorado nuestras decisiones diarias y nuestra planificación a largo plazo.
4. He ganado confianza con el tiempo
En los primeros días, enfrenté muchas dudas. Ya había tenido un negocio que fracasó, así que a menudo cuestionaba mis decisiones y me preguntaba si realmente estaba preparada para esto. Con los años, he ganado confianza al superar los altibajos. Ahora sé de lo que soy capaz, lo que me convierte en una líder más fuerte para mi equipo.
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5. Escucho más mi instinto
Al principio, confiar en mi instinto no era algo natural. Solía cuestionarlos y terminaba en situaciones que probablemente podría haber evitado. Hoy en día, sigo esas corazonadas; he aprendido que suelen ser acertadas, y confiar en ellas se ha convertido en una gran ventaja.
6. He aprendido a equilibrar los datos con la perspectiva humana
No cabe duda de que los datos son importantes. Sin embargo, a lo largo del tiempo, me he dado cuenta de que las personas y las historias detrás de los números son igualmente esenciales. Equilibrar los datos con el lado humano ofrece una visión más completa y nos ayuda a tomar decisiones inteligentes y centradas en las personas.
7. He aprendido a delegar
Cuando inicias una empresa, es tentador querer hacerlo todo tú misma. Pero dejar ir el control y confiar en los demás ha sido un cambio decisivo en la última década. Delegar me ha permitido centrarme en el panorama general y ha fomentado la confianza y el desarrollo de experiencia en todo el equipo.
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8. Estoy más enfocada en el crecimiento
Al principio, mi atención estaba completamente puesta en alcanzar objetivos inmediatos. Dedicaba mis días a resolver problemas y gestionar la empresa. Ahora, estoy enfocada en el crecimiento y la escalabilidad, tanto de la compañía como de las personas que trabajan aquí. En lugar de apagar incendios, paso más tiempo trazando caminos hacia adelante.
9. Me he convertido en mentora de otros emprendedores
A lo largo de los años, he aprendido muchísimo conectando con otros emprendedores que enfrentaban desafíos similares. Ahora, compartir mis propias lecciones con otros ha sido increíblemente gratificante. Me encanta apoyar a nuevos emprendedores, ayudándolos a superar retos y evitar algunos de los errores que yo cometí.
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10. He aprendido a gestionar mis emociones
El liderazgo trae consigo su cuota de estrés, y gestionar mis emociones ha sido clave. Al principio, me dejaba llevar por los altibajos, pero ahora tengo herramientas para mantenerme equilibrada y recuperarme de los días difíciles. Esto ha sido esencial para mi bienestar y para crear un entorno de trabajo positivo.
El día que fundamos Lemonlight, nunca imaginé que la empresa llegaría a donde está ahora. Estas diez lecciones han sido transformadoras a su manera, ayudándonos a dar pequeños pasos que, con el tiempo, han hecho la diferencia. Si estás en tu propio camino de liderazgo, ¡espero que estas reflexiones te ayuden a seguir avanzando!