3 maneras en las que me aseguro de celebrar las pequeñas victorias como dueño de un negocio Aunque es grandioso tener grandes metas y sueños, el camino para alcanzarlos es comenzar con objetivos pequeños.
Por Alykhan Jetha Editado por Eduardo Scheffler Zawadzki
Key Takeaways
- El éxito es un viaje de pequeños pasos. Celébralos, aunque sea contigo mismo — importan.
- He aprendido que hay mucho poder en reconocer los pequeños triunfos en el camino.
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Emprendedores y dueños de pequeñas empresas: ¿cuándo fue la última vez que reconocieron formalmente su progreso en la construcción de su negocio?
Si su respuesta es "rara vez" o "nunca", los entiendo. Yo también he estado allí.
En los primeros días de mi empresa, Marketcircle, mi equipo y yo estábamos enfocados en el crecimiento. Como muchos de nosotros, estaba programado para creer que solo los grandes logros (lanzamientos de nuevos productos y/o servicios, grandes rondas de financiamiento de capital riesgo, menciones en un importante medio de comunicación) valían la pena del ruido y las celebraciones.
En muchos sentidos, el viaje emprendedor se ha convertido en sinónimo de grandes objetivos audaces y descarados (en inglés, BHAG: Big, Hairy, Audacious Goals). Muchos de nosotros canalizamos todo nuestro enfoque en esforzarnos más para lograr los resultados más importantes. Por supuesto, creo en el establecimiento de objetivos y el crecimiento con propósito. Durante mucho tiempo en mi industria (software como servicio/tecnología), "más" ha sido durante un mantra no oficial.
Sin embargo, en poco tiempo, la rutina sigue y el ajetreo hacia grandes logros se vuelve agotador, lo que dificulta mantenerse motivado e impacta nuestras vidas.
Me tomó un tiempo (dos décadas como propietario de una pequeña empresa), pero aprendí que hay mucho poder en reconocer las pequeñas victorias en el camino. No solo es impactante desde la perspectiva de la psicología positiva; celebrar los hitos puede tener un efecto tangible y revolucionario en tu negocio.
1. Pequeñas metas para el triunfo
Aunque resulta genial tener grandes metas y sueños, el camino para llegar allí es comenzar con objetivos pequeños.
Comencé a dividir mis metas en tareas más pequeñas y alcanzables, lo que me ayudó a administrar mi energía y mantenerme feliz en el camino. Por ejemplo, en lugar de intentar terminar un proyecto de programación en una sola jornada, solía dividirlo en unas pocas líneas de código diarias, y cuando las terminaba, celebraba internamente.
Las metas incrementales se dividen en una serie de micro tareas repetibles y significativas que de pronto se vuelven más motivadoras. La procrastinación se reduce a medida que disminuye el elemento "desafiante" de un proyecto grande. Además de volverse más realista y manejable, un enfoque incremental me permitió tener más flexibilidad: si algo salía mal, podía pivotar y ajustar en tiempo real sin sentirme abrumado. Podía identificar cuellos de botella en un proyecto antes , en lugar de al final, lo que me permitía abordar los problemas rápidamente.
Tener una victoria todos los días e irte a dormir sintiéndote realizado es una poderosa motivación para comenzar a trabajar al día siguiente.
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2. Luchando contra el agotamiento
El 75% de los emprendedores experimentan agotamiento ocasional o frecuente. El burnout empresarial puede tener efectos negativos acumulativos en todas las facetas de nuestra salud y vida. Nuestros cuerpos sufren, nuestras funciones ejecutivas se apagan y nuestras relaciones se ven afectadas. El riesgo de burnout es real, y celebrar pequeñas victorias puede ayudar.
Durante mis primeros años como emprendedor, estaba permanentemente en modo "encendido", gestionando todos los aspectos del negocio y haciendo malabares con numerosas tareas, contextos y responsabilidades simultáneamente. Cambiar de "sombreros" o identidades (líder, gerente, vendedor, programador) era un proceso complejo que me pasaba factura. Estaba completamente enfocado en lograr los hitos más importantes. En el proceso, me estaba quemando.
La celebración y el reconocimiento impactan positivamente nuestra fisiología, y esto no tiene que expresarse externamente; puedes mantenerlo interno si así lo deseas.
Al principio era incómodo, casi como si nuestras mentes necesitaran ser reconfiguradas para pensar en la celebración y el progreso repetido. Sin embargo, con el tiempo, comencé a reflexionar y celebrar el progreso sobre los resultados. El impacto se notó en mi salud, mi productividad y el crecimiento del negocio.
La celebración y el reconocimiento impactan positivamente nuestra fisiología, y esto no tiene que expresarse externamente; puedes mantenerlo interno si así lo deseas. El circuito de recompensa en el cerebro se activa. Las sustancias químicas responsables de los sentimientos de emoción, gratitud y orgullo inundan nuestro cerebro, dándonos motivación y optimismo para el próximo logro, sin importar cuán pequeño sea.
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3. Hábitos y consistencia
No es ningún secreto que los hábitos son difíciles de romper, pero aún más desafiantes de formar, sin embargo, una vez que un hábito es parte de la rutina diaria, tiene que perdurar.
Soy un tecnólogo, así que recurrí a herramientas digitales para afianzar el hábito de pequeñas victorias en mi vida. Ninguna existía entonces, así que utilicé mi producto, Daylite, una galardonada herramienta de CRM, gestión de ventas y gestión de proyectos para Mac. La función de gestión de tareas de Daylite me ayudó a enlistar tareas para cada día y disfrutar la experiencia de tacharlas de la lista cuando se completaban. Me tomé un momento para reconocer la victoria, con cada acto de "tachar" como una señal de que había avanzado.
También programé reuniones cortas recurrentes conmigo mismo al final de cada semana, para revisar mi progreso semanal. Tener la reflexión en mi calendario como una prioridad táctica que no se veía afectada por otras reuniones, sirvió como un mecanismo para construir el hábito de reconocer el pequeño crecimiento.
Alternativamente, puedes usar papel y lápiz y tachar elementos de tu lista. ¡Se siente genial!
Llevar un diario, 15 minutos de reflexión consciente, una llamada semanal con un mentor para revisar el progreso; sea cual sea la práctica que elijas, hazla de manera consistente. Pronto se convertirá en un hábito arraigado en tu vida diaria, y la práctica de la celebración simplemente se convertirá en parte de quién eres como emprendedor. El crecimiento personal y profesional vendrá, y quienes te rodean lo notarán.
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