5 problemas comunes de personal y cómo abordarlos En este texto abordamos los problemas comunes de personal que enfrentan las empresas y las estrategias que los líderes pueden utilizar para solucionarlos y mejorar la cultura de su empresa.

Muchas empresas se enfrentan a problemas de personal en algún momento, ya sea una alta tasa de rotación, baja participación de los empleados o simples problemas de comunicación. Los empleados que conforman tu equipo son el activo más valioso de tu compañía.

Tener un equipo saludable y una cultura de trabajo positiva puede hacer mucho para aumentar la productividad y los ingresos de tu negocio, previniendo muchos problemas comunes que le cuestan tiempo y dinero a las empresas. Al hacerlo, tendrás una fuerza laboral más feliz, saludable y comprometida para ayudar a impulsar tu organización hacia el éxito.

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1. Falta de personal

La falta de personal es uno de los problemas más comunes que enfrentan las empresas y rápidamente puede causar problemas importantes en las operaciones diarias, afectando la calidad del servicio que ofreces a tus clientes, la cantidad de trabajo que puedes asumir o completar (y, por lo tanto, tu rentabilidad) y la moral de los empleados. Los lugares de trabajo con falta de personal tienen tasas de rotación más altas porque tienden a causar agotamiento en los empleados que tienen que trabajar en exceso para compensar. ¿Entonces, cuál es la solución?

Me gusta analizar nuestras necesidades específicas de tareas y encontrar formas de automatizarlas usando la inteligencia artificial (IA) o las herramientas disponibles en el mercado. Luego, comienzo una búsqueda de talentos. Desafortunadamente muchas empresas esperan hasta que tienen una necesidad urgente para empezar a contratar, pero la contratación es un proceso que requiere previsión y planificación. Es mejor comenzar a contratar cuando tu equipo está trabajando al 80% de su capacidad. Esto te permitirá encontrar a los candidatos adecuados y tener la posibilidad de capacitarlos antes de llegar a un punto crítico. Si ya has llegado a ese punto crítico, puede ser aconsejable que contrates pensando en alcanzar una capacidad del 80% o inferior, en vez de apuntar a una utilización del 90-100%.

2. Falta de capacitación y desarrollo

Uno de los errores comerciales más comunes que veo es que los líderes empresariales no invierten en sus empleados mediante la capacitación. El liderazgo efectivo requiere que reconozcas que tus empleados pueden eventualmente irse y buscar nuevas oportunidades debido a la falta de crecimiento que han experimentado bajo tu liderazgo. La verdad es que los empleados de alta calidad quieren desarrollarse. Quieren crecer y se sentirán más satisfechos si se les da la oportunidad de hacerlo, lo que significa que permanecerán en su trabajo por más tiempo. Ofrecemos oportunidades de planificación de carrera que compartimos con los empleados para su crecimiento futuro, lo que los empodera para avanzar en su propio desarrollo profesional. Los empleados son más propensos a dejar un puesto cuando sienten que no tienen más espacio para crecer.

Además, la falta de capacitación crea problemas en toda la empresa. Los empleados que no están debidamente capacitados no podrán desempeñar sus trabajos correctamente, lo que obligará a otros a asumir la carga y creará una dinámica de equipo desigual que lleva a la frustración, el agotamiento y el conflicto interpersonal. Para tener un negocio que funcione sin problemas y una cultura de trabajo saludable, la capacitación es vital.

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3. Microgestión

Si le preguntaras a los empleados qué tipo de liderazgo odian más, muchos dirían que la microgestión. Sin embargo, la realidad es que muchos micromanagers no reconocen su comportamiento; simplemente tratan de estar informados y asegurarse de que los demás cumplan con sus responsabilidades. Por lo general, esto se basa en una falta de confianza en los empleados o una estructura de liderazgo jerárquica y dominante. La microgestión puede tomar varias formas, pero se caracteriza por la excesiva participación del liderazgo afectando el rendimiento del empleado o del equipo.

Para combatir la microgestión en tu organización, analiza tu estructura de liderazgo y el modo en que los líderes interactúan con sus equipos y empleados. Si has contratado bien, tus empleados deberían ser totalmente capaces de mantenerse al día con su trabajo siempre y cuando tus expectativas hacia ellos sean claras. Dales la responsabilidad y autoridad para resolver problemas al nivel en que surjan, utilizando su experiencia en sus roles, y la libertad de pedir ayuda cuando la necesiten.

4. Mala comunicación

Los problemas de comunicación a veces son difíciles de reconocer porque pueden disfrazarse como otros tipos de problemas: por ejemplo, cosas que no se hacen cuando se supone que deben hacerse o conflictos interpersonales. Por eso, la comunicación debe ser una prioridad para todas las organizaciones. Una comunicación excelente puede prevenir y resolver muchos problemas.

Entonces, ¿cómo luce una excelente comunicación? Es más complicado de lo que parece porque muchas empresas creen que tienen buenas prácticas de comunicación incluso si no son adecuadas. La comunicación comienza con la confianza: los empleados deben sentirse seguros compartiendo sus pensamientos y hablando de los problemas con sus líderes para pedir ayuda.

Eso significa que los líderes deben estar disponibles para recibir la comunicación, y los empleados deben entender con quién hablar sobre diferentes problemas. Esto requiere de métodos de comunicación claros y procedimientos sencillos y constantes para las necesidades habituales de comunicación. Resulta útil que los líderes tengan reuniones periódicas con sus equipos y empleados para fomentar un diálogo constante, fortalecer la confianza y dialogar abiertamente sobre temas importantes.

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5. Agotamiento y baja satisfacción de los empleados

Si ya has abordado los otros cuatro anteriores problemas, ya habrás hecho mucho para mejorar la satisfacción de los empleados y reducir el agotamiento. Estos son problemas complejos que muchas empresas enfrentan, y los líderes deben estar siempre atentos para supervisarlos de manera constante, ya que es sencillo descuidarse, incluso cuando las cosas marchan bien. Mi consejo es escuchar lo que está sucediendo dentro de tu organización y cuáles son las preocupaciones y necesidades de tus empleados. No asumas que lo sabes. Recuerda que cada persona es un individuo, y tus decisiones como líder afectan su bienestar, al igual que el entorno de trabajo que creas.

¿Por dónde empiezas? ¡Pregúntales! Habla con tus empleados para averiguar cómo quieren ser apoyados. Lo que nosotros hacemos es enviar una encuesta anónima a los empleados dos veces al año, luego comunicamos los cambios que hemos hecho basados en los resultados de la encuesta.

Al abordar estos problemas de personal, puedes crear un lugar de trabajo más saludable y productivo. Recuerda invertir en tu activo empresarial más valioso: tu equipo.