Muchos líderes pasan por alto esta simple estrategia para hacer que la gente los aprecie, pero funciona. Solo pregúntale a mi esposa Es fácil y crea todo tipo de oportunidades.
Por Jason Feifer
¿Qué tan receptivo eres con tus amigos, colegas e incluso con extraños?
Sé honesto: ¿alguna vez te has detenido a pensarlo? Deberías hacerlo.
"Me he dado cuenta de que la capacidad de respuesta es una de las cualidades que más valoro en las personas, y algunos de los mejores líderes y personas que conozco son muy receptivos", me escribió recientemente el artista pop Artie Sandstone. "Por otro lado, muchas personas a las que amo y respeto parecen darle menos importancia a la capacidad de respuesta. ¿Por qué? Requiere de poco talento y agrega mucho valor".
Buena pregunta. Ser receptivo es posiblemente lo más sencillo y subestimado que puedes hacer para alegrar a los demás, mostrar respeto y crear nuevas oportunidades. Yo respondo casi todos los correos electrónicos o mensajes directos que recibo, y he sacado mucho provecho de ello.
Lo entiendo: ¡responderle a la gente consume mucho tiempo! Así que hagámoslo más fácil para ti. Para empezar, sospecho que hay tres razones por las cuales la gente no lo hace.
1. Fallo en la organización
Cada uno tiene su propio sistema para mantenerse al día, y conforme nos vamos ocupando, esos sistemas se ven presionados. Entonces, debemos tomar una decisión: ¿nos aferramos a un sistema que nos limita o construimos uno nuevo? Un buen ejemplo es Mark Cuban: él es famoso por hacer pública su dirección de correo electrónico y responder a muchas personas. (Alguna vez le envié un correo. ¡Me respondió en menos de una hora!) Dice que recibe entre 750 y 1,000 propuestas de emprendedores cada día. ¿Cómo lo gestiona? Tiene un sistema: delega los seguimientos (lo cual, de acuerdo, no todos pueden hacer) y utiliza filtros en Gmail (¡eso sí lo puede hacer cualquiera!).
2. Prioriza las cosas grandes
Cierto, las tareas pequeñas pueden distraerte de las tareas grandes. Pero no lo olvides: las tareas pequeñas (como responderle a la gente) también pueden generar un gran valor. ¡La gente habla! ¡Las reputaciones se construyen! Me han contratado para dar conferencias porque respondí a las solicitudes más rápido. La gente me dice que ha seguido mi trabajo durante años (¡y comprado mis productos!) porque alguna vez les respondí. Importa.
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3. Toma demasiado tiempo
"La verdad es que no tengo suficiente tiempo", dicen algunos. Lo entiendo. Así es como yo lo gestiono. Como dije antes, yo respondo a casi todos los correos electrónicos o mensajes directos que recibo, aunque hago pausas porque puede resultar estresante. También me enfoco en el valor y en las relaciones duraderas, por lo que elimino la mayoría de los mensajes promocionales de publicistas o vendedores, ya que son puramente transaccionales.
No se trata de ser tajante, sino de cultivar una respuesta consistente y reforzar la ética en nuestras acciones. Eso es algo que está a tu alcance y está es la lección más importante que he aprendido: responder es mucho más fácil de lo que piensas.
Cuando me convertí en editor en jefe de la revista Entrepreneur, por ejemplo, mi bandeja de entrada explotó con solicitudes. Sentí el peso de la obligación. Pero con el tiempo me di cuenta de algo: la gente no espera que yo —ni tú, ni nadie— les dé todo lo que piden. Solo aprecian ser escuchados.
Simplemente responder "gracias" puede alegrarle el día a alguien. Cuando digo que no a alguna solicitud, las personas me agradecen por haberles respondido. Y si quieres impresionar a alguien, simplemente dedica un momento extra a ser un poco más considerado.
Esto va más allá de los correos electrónicos o de los extraños. Se trata de amigos. Colegas. Clientes. Alguna vez le envié un mensaje de texto con una pregunta a un conocido profesional, quien me respondió con una nota de voz de 15 minutos y una oferta para volar a Nueva York para una reunión. Ahora estamos trabajando en proyectos juntos. Receptividad.
Cuando estaba saliendo con quien es ahora mi esposa, respondía rápidamente a los mensajes de texto, porque, ¿para qué hacerla esperar? Era mi novia y me dijo que lo apreciaba mucho, porque demostraba que me interesaba y eso reducía su ansiedad. Ahora estamos casados. Receptividad.
No estoy diciendo que debas ser perfecto. Pero sí digo esto: más que cualquier otra cosa, la gente quiere sentirse escuchada. Cuando les das eso, conviertes a los desconocidos en admiradores y a los amigos en socios. Así que simplemente responde.
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Este artíuclo aparece en la edición de septiembre de 2024 de Entrepreneur (en inglés). Subscríbete "