¿Qué hace a un buen líder? Esto es lo que he aprendido tras más de 20 años como CEO Estas son cinco cualidades que hacen a un buen líder.
Por Jason Hennessey
Key Takeaways
- Tras más de 20 años como CEO, mi definición de "líder" ha evolucionado, pero en este artículo comparto lo que considero esencial para ser un líder positivo y compasivo.
- Estas cualidades incluyen el establecimiento de hábitos intencionales, practicar honestidad radical, priorizar la generosidad sobre el beneficio personal, afrontar desafíos con compasión y conocer tus límites.
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¿Qué hace a un buen líder?
Si le preguntas a cualquier emprendedor, probablemente obtendrás respuestas diferentes (aunque bastante similares). Puede que hayas escuchado que un buen líder es fuerte, decisivo, confiado y honesto. O tal vez para ti un "buen" líder es optimista, creativo y visionario.
Tras más de 20 años como CEO, puedo decirte que mi definición de "líder" ha cambiado con el tiempo. Enfrentar desafíos, resolver conflictos de personal, cometer errores y superar el agotamiento te transforma. Así que, aunque no pretendo tener la definición definitiva de liderazgo, puedo compartir lo que considero esencial para ser un líder positivo y compasivo. Además, he aprendido que el liderazgo emprendedor atraviesa todos los sectores del mundo empresarial.
1. Establece hábitos intencionales
Un líder es alguien intencional con sus hábitos. Ya sea que pertenezcas al grupo de quienes "se levantan y trabajan duro" o prefieras un ritmo más relajado, has reflexionado sobre cómo gestionas tu día, tu salud y tu negocio.
Como emprendedor, mi rutina lo es todo. No porque necesite bloques de tiempo rígidos, sino porque, si no estableciera prioridades, lo que es importante para mí quedaría relegado. Al establecer hábitos intencionales, sé que he creado tiempo para mi salud física, mental, mi familia y mis momentos de ocio, además de las responsabilidades de mi negocio.
Sin intencionalidad, corremos el riesgo de caer en malos hábitos. La distracción y la evasión se convierten en nuestra perdición. Un gran líder conoce sus prioridades, dirige su energía hacia las actividades que tendrán mayor impacto y gestiona su tiempo, no al revés.
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2. Practica la honestidad radical
Aprendí sobre la honestidad radical en el libro de Brad Blanton. Al principio, me costó aplicarla. Me di cuenta de la frecuencia con que decía pequeñas "mentiras piadosas" para aliviar mi incomodidad y evitar conflictos. Pero esto no beneficiaba ni a mi equipo ni a mí.
Con la práctica, aprendí que la honestidad radical consiste en priorizar la transparencia incluso cuando resulte incómodo. Esto no significa ser brutalmente honesto (puedes decir la verdad sin herir a otros), sino mantener una comunicación abierta y vulnerable. La honestidad radical conduce a una mejor resolución de conflictos y a un mayor desarrollo de tu carácter como líder. También genera confianza con tu equipo.
Muchos dueños de negocios creen que deben ser directos o incluso duros para ser efectivos. En realidad, un gran líder dice la verdad con compasión mientras busca comprender las perspectivas de quienes lo rodean. Para mí, la honestidad radical es esencial si quieres resolver conflictos de la manera correcta y no solo de la manera más fácil.
3. Generosidad sobre el beneficio personal
Como empresarios, muchos nos sentimos atraídos por el atractivo del beneficio financiero. Y aunque esto no es intrínsecamente malo, fijar tu visión únicamente en las ganancias puede cegarte ante oportunidades más enriquecedoras a nivel personal y emocional.
Creo firmemente que lo que das te regresa multiplicado, no siempre como recompensas económicas, sino en desarrollo personal, amistades y experiencias de vida. Un gran líder entiende que la generosidad es más importante e impactante que las ganancias financieras.
Da a tu comunidad, a tu equipo, a tus amigos y a tu familia. Ya sea a través de servicios, donaciones, compartir conocimientos o brindar oportunidades de crecimiento profesional, sentirás un propósito más fuerte que si solo persigues el lucro.
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4. Afronta los desafíos con compasión
Un líder es alguien que no huye de los desafíos. Al mismo tiempo, no aborda los problemas con una tenacidad agresiva, sino con un enfoque compasivo y reflexivo que considera múltiples factores y puntos de vista. Resolver conflictos de esta manera es difícil, pero esa es la medida de un líder intencional y consciente de sí mismo.
Un gran líder no ignora las perspectivas de los demás. Se toma el tiempo de escuchar, considerar la información y actuar según lo que sea mejor para la organización en su conjunto. A veces, eso significa saber cuándo decir "no", incluso a uno mismo.
Además, un líder no se recrimina por errores pasados. Considera cada desafío como una oportunidad para aprender, superar y crecer. Es mucho más productivo canalizar energía optimista hacia futuros proyectos que obsesionarse con el pasado.
El liderazgo implica tener compasión por los demás y por uno mismo, incluso cuando tomar decisiones es difícil y los errores son inevitables.
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5. Conoce tus límites
Un líder no es infalible. Tienes habilidades, pero también tienes límites. Un gran líder puede reconocer las aptitudes en los demás y sabe cuándo apartarse de actividades que ya no le aportan valor.
Esto no significa delegar solo para reducir tu carga de trabajo, sino conocer tus límites e identificar tu complemento en otras personas. Muy a menudo, hay personas en tu equipo listas y capaces de asumir responsabilidades y demostrar sus capacidades.
Como CEO, tuve que encontrar a mi "persona del no". Esa es la persona que me dice cuándo me estoy entrometiendo y cuándo es momento de delegar responsabilidades a otros miembros más capacitados del equipo. Este individuo evita que me enrede en detalles en lugar de enfocarme en las prioridades que más importan para mi empresa.
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