4 cosas que los nuevos emprendedores pueden hacer para simplificar sus días de trabajo Todo aquel que haya emprendido un negocio puede asegurar haber pasado por lo mismo: al principio, las cosas parecen insuperables. Aquí hay algunos pasos que puedes dar para empezar a simplificar.
Por Aytekin Tank Editado por Eduardo Scheffler Zawadzki
Las opiniones expresadas por los colaboradores de Entrepreneur son personales
Hay una escena en la película de 2006 En busca de la felicidad (The Pursuit of Happyness) donde el protagonista, interpretado por Will Smith, intenta frenéticamente armar un cubo Rubik en cuestión de minutos.
En un intento por impresionar a un prospecto de trabajo, domina cuidadosa pero rápidamente esta misión, completando lo que parece una tarea imposible. La película está basada en la historia real del corredor de bolsa Chris Gardner, "con el cubo como metáfora de la persistencia que necesita para superar desafíos y alcanzar sus sueños".
Siempre recuerdo este momento en la historia del cine. En primer lugar, porque esta película salió el mismo año en que lancé mi startup, Jotform. Y en segundo, porque como el personaje de Smith, tratar de simplificar las cosas ha sido un desafío constante para mí a lo largo de los años.
Todo emprendedor recién llegado puede atestiguar haber experimentado lo mismo. Al principio, las cosas parecen especialmente insuperables. Hay tantas tareas que requieren tu atención. Como líder, sé lo intimidante que esto puede parecer, pero también sé que es posible simplificar las cosas para que no abrumen tu día. Aquí hay algunos pasos que puedes dar para comenzar a simplificar.
1. Cambia tu comportamiento
"Desafortunadamente, si estás esperando que otra persona inicie la simplificación y mejore tu vida, mejor compra un boleto de lotería", escribe Ron Ashkenas, el colaborador de Harvard Business Review.
Esa es la primera verdad sobre el progreso: todo comienza contigo.
Pero, ¿por dónde empiezas?
Según Ashkenas, todo se reduce a tu comportamiento. Él escribe:
"¿Con qué frecuencia has recibido correos electrónicos o informes innecesarios, pero no les has hecho saber a los remitentes que están obstruyendo tu bandeja de entrada? ¿Con qué frecuencia has asistido a una presentación con demasiadas diapositivas, puntos poco claros y demasiados datos, pero no proporcionaste comentarios al presentador? ¿Y con qué frecuencia has sido el autor de estos comportamientos que causan complejidad sin que nadie te diga nada?"
Lo entiendo. Cuando comencé, quería ser visto como el tipo "cool": alguien tranquilo y equilibrado que no hacía muchas objeciones. Llevar el "sombrero de CEO" significaba ser querido por aquellos que trabajaban conmigo.
Pero como los ejemplos anteriores, mi comportamiento de no comunicar de manera más asertiva solo estaba añadiendo más tareas a mi saturada lista de cosas por hacer. Como Ashkenas sabiamente lo expresa: "Todos permitimos que estas cosas sucedan. A menudo, somos culpables de hacerlas. Pero como a la mayoría de las personas les disgusta la confrontación, dejamos que las cosas sucedan. Es una conspiración no hablada: 'No te desafiaré si tú no me desafías a mí'. El resultado neto es que sin saberlo creamos una cultura de complejidad".
2. Empieza a marcar límites
Simplificar tu día de trabajo puede significar cambiar todo tipo de patrones. Por ejemplo, puedes despejar el desorden para evitar distracciones. Pero lo que ha demostrado ser altamente efectivo para mí es aprender a eliminar cosas de mi agenda colocando límites alrededor de mi tiempo y energía. Como destaco en mi próximo libro, Automatize Your Busywork, en lugar de sucumbir al canto de sirena de tu lista de cosas por hacer, todos deberíamos intentar hacer una lista de cosas que no hacer.
Una de las mejores formas de simplificar es estableciendo límites en torno a las reuniones y la comunicación. Muchas interacciones en la oficina pueden ayudarte a motivarte y prepararte para empezar tu día, pero si las conversaciones relacionadas con el trabajo se convierten en chismes y drama de oficina, estas interacciones pueden resultar contraproducentes.
3. Deja tiempo para no hacer nada
Soy un gran defensor de vivir y trabajar de manera más consciente, y esto implica saber cuándo desconectarte.
En su historia para Entrepreneur, Munira Rangwala enfatiza por qué es vital que los líderes tomen un descanso. "Eres el activo más valioso de tu empresa y por lo tanto debes tomar descansos e invertir en ti mismo para crecer y ampliar tus horizontes".
La única forma de gestionar la complejidad y simplificar es dando espacio para que surjan nuevas ideas y procesos. "Los emprendedores trabajan más horas que la mayoría de las personas, y esto puede obstaculizar su productividad a largo plazo", señala Rangwala. "Tomar un descanso te ayuda a volver al trabajo revitalizado y enfocado".
Una de las mejores formas en que hago esto diariamente es dando caminatas meditativas para poder despejar mi mente. Esto requiere fijar mi atención en mi respiración y sensaciones corporales en lugar de tratar de encontrar soluciones para un nuevo proyecto.
Desconectarse de manera consciente les resulta especialmente útil a los nuevos emprendedores para eliminar el ruido que puede hacer que las tareas más pequeñas parezcan más complejas de lo que realmente son.
4. Mantén las cosas simples
El legendario Steve Jobs alguna vez dijo: "Lo simple puede ser más difícil que lo complejo: tienes que trabajar duro para limpiar tu pensamiento y hacerlo simple. Pero vale la pena al final, porque una vez que llegas allí, puedes mover montañas".
Estoy completamente de acuerdo con esto. He sido CEO por más de 16 años y lograr tener un pensamiento claro ha sido uno de mis mayores logros, junto con hacer crecer mi negocio. Pero hacerlo requirió de esfuerzo y persistencia conjuntados. En mi opinión, una valiosa inversión.
Neil Petch, colaborador de Entrepreneur, lo explica bien: "La conclusión de todo esto es que mantener las cosas simples no es solo un ejercicio para ahorrar tiempo; puede tener un impacto real en el éxito de tu negocio y en tu nivel general de felicidad". Señala que mantener las cosas simples es más una cuestión de mentalidad que una forma de hacer las cosas.
Esa ha sido una de mis principales lecciones aprendidas al ver En busca de la felicidad: simplificar las cosas debe estar al servicio de nuestro bien mayor. Ya sea que estemos tratando de encontrar la solución para armar un cubo Rubik o un gran proyecto de trabajo, todo comienza con un pensamiento claro y enfocado.