5 estrategias recomendadas por expertos para establecer límites en el trabajo Para tener éxito en los negocios, debes priorizar tu tiempo y energía por encima de todo.
Por Aytekin Tank Editado por Eduardo Scheffler Zawadzki
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Dan estaba agotado. Sentado frente a mí en el pequeño café que habíamos elegido un martes lluvioso; parecía rebasado. Es conocido por ser amistoso y empático, pero estaba empezando a reconocer que tenía problemas para decir que no.
"No, no puedo ayudarte con ese informe".
"No, no puedo chatear durante 15 minutos más".
"No, no puedo responder a tu llamada durante el almuerzo".
Él deseaba poder decir todo esto, pero por desgracia, no podía y me estaba pidiendo ayuda.
"Estoy harto", me miró con seriedad. "¿Cómo simplemente dices… que no?"
Dan era uno de mis aprendices, el último año y medio se había dedicado a dirigir su startup. Su negocio estaba creciendo con éxito, y tenía un equipo muy solidario, pero su falta de límites estaba saboteando sus esfuerzos.
Me vi reflejado en él.
Hace más de 16 años, yo era ese joven emprendedor, embarcándose en el sueño de comenzar su propia empresa, Jotform. Estaba ansioso por aprender, pero también muy relajado cuando se trataba de establecer límites, tanto personal como profesionalmente.
Lo que me ha permitido encontrar un equilibrio sano ha sido un proceso de prueba, error y autorreflexión. Estas son algunos de los consejos que le ofrecí a Dan ese día y que también podrían ser útiles para ti.
1. Prioriza la protección de tu tiempo y energía
Los límites son una solución que se encuentra justo frente a nosotros", escribe Joe Sanok, colaborador de Harvard Business Review. "Cuando definimos lo que necesitamos para sentirnos seguros y bien y creamos herramientas para proteger esa parte de nosotros mismos, podemos hacer maravillas por nuestro bienestar en casa y en el trabajo", escribe. "Lo que, a su vez, nos permite tener la mejor versión de nosotros mismos en ambos lugares".
Todo esto suena muy bien, pero seguro estarás pensando ¿cómo lo pongo en práctica? Especialmente si has pasado toda tu vida tratando de complacer a los demás.
Como Sanok señala sabiamente: "La buena noticia es que, no importa qué fantasmas se escondan debajo de tu cama, he visto que incluso los comportamientos más arraigados pueden desaprenderse estableciendo límites".
2. No evites las conversaciones difíciles
Por supuesto, la mayor parte de este trabajo comienza con la forma en que comunicamos nuestras expectativas. Ten en cuenta que cada vez que aceptamos algo que preferiríamos no hacer, estamos renunciando a nuestro poder. Entonces, en lugar de simplemente seguir la corriente en el trabajo, debemos tener estas conversaciones difíciles con nuestros colegas.
En el caso de Dan, fue necesario hacer una lista de todas las tareas y actividades que lo estaban rebasando para hacer los ajustes necesarios. Luego tuvo que hacer la difícil tarea de cambiar su mentalidad y aprender a decir "no".
Muchos de nosotros, especialmente los que tendemos a complacer a la gente, tenemos esta idea errónea de que no ceder a las solicitudes de los demás nos hace egoístas. Sin embargo, el declinar en algunas ocasiones es un buen ejercicio para aprender a establecer límites.
Por ejemplo, podemos hacernos el propósito de rechazar cada día una tarea que nos satura. Hazle saber a ese colega que pasa por tu escritorio todas las mañanas que estás muy presionado por un proyecto que tienes que entregar. Poco a poco, esto tendrá un efecto dominó en cómo manejamos el resto de nuestras interacciones.
3. Tienes que restablecer límites
Cada vez que comenzamos a establecer límites, ya sea en el trabajo o en casa, vamos a ser desafiados. Según Priscilla Claman, presidenta de Career Strategies, esto puede equiparase a cuando se nos pide que hagamos más de lo que nos corresponde. Por ejemplo, un compañero de trabajo puede preguntar si podemos revisar rápido el borrador de un correo electrónico, pero luego esto se convierte en pedir ayuda para reescribirlo.
Si aún no te sientes cómodo diciendo "no", intenta poner un límite de tiempo alrededor de la cantidad de ayuda que estás dispuesto a ofrecer. "Tengo cinco minutos para darles mi opinión, y luego tengo que concentrarme en mi trabajo". Pero recuerda que tienes que cumplir con tu palabra. Y como sugiere Claman, no expliques demasiado al poner un límite. No digas, por ejemplo, que necesitas terminar para poder irte temprano ese día.
Ofrecer innumerables razones por las que no podemos asumir algo solo debilita el límite que estamos tratando de establecer.
4. Deja que la gente sepa cómo comunicarse contigo
"Otra distracción común en el trabajo es la constante comunicación con los colegas, ya sea por teléfono, chat en línea, correo electrónico o en persona", escribe Elizabeth Grace Saunders para Harvard Business Review.
La forma en que tus compañeros de trabajo se comunican contigo puede traducirse en interrupciones constantes, pero el controlar cómo te llegan estos mensajes, puede disminuir su impacto.
¿Qué aconseja Saunders? Hazles saber a las personas que prefieres que se comuniquen contigo por correo electrónico y, si intentan abordarte de otra manera, recuérdales que prefieres tratarlo por correo electrónico. Al reafirmar tu límite comenzarás a establecer la forma en que las personas pueden comunicarse contigo.
5. Sé sincero acerca de tu disponibilidad
Una de las mejores maneras que he encontrado de establecer límites es ser sincero sobre las expectativas que tengo en torno a mi trabajo y mi vida familiar.
En Jotform, por ejemplo, he creado políticas para que las personas sepan lo que pueden esperar. Les he hecho saber que nunca recibo llamadas de negocios durante la cena, y también les pido a mis colegas y empleados que no respondan los correos electrónicos del trabajo durante el fin de semana.
Este consejo ha sido especialmente útil para Dan, que estaba abiertamente disponible a todas horas del día, a menudo sacrificando sus horas de comer y dormir en nombre de la colaboración laboral. También ten en cuenta que responder a los mensajes a las 9 p.m. solo refuerza el mensaje de que estás disponible a esa hora, incluso si no lo has dicho.
He tomado en serio las lecciones anteriores a lo largo de los años y las reviso continuamente cuando empiezo a sentirme agotado. He descubierto que el desafío es encontrar el punto de equilibrio entre mantener relaciones armoniosas y, al mismo tiempo, proteger nuestra energía. Aunque es una práctica difícil, a largo plazo vale la pena.