El rechazo no tiene por qué ser algo malo. Así es cómo puedes usarlo como una herramienta para el éxito Visto desde la perspectiva adecuada, el rechazo puede ser realmente útil. Utiliza estos consejos de expertos para abrazarlo.
Por Amy M. Chambers Editado por Eduardo Scheffler Zawadzki
Key Takeaways
- ¿Qué pasaría si el rechazo no tuviera que ser doloroso y en cambio pudiera ser inmensamente útil? Cinco estrategias para cambiar la manera en que te sientes en torno al rechazo incluyen no tomarlo personalmente, emocionarte por el rechazo, aprender de él, entender que las cosas pueden cambiar y ajustar tu estrategia.
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A los 22 años, tuve una jefa que me enseñó a anhelar el rechazo. En ese momento, yo ocupada un rol de ventas y le había compartido que sentía que lo único que escuchaba era la palabra "no".
Al mes siguiente, ella organizó una competencia para ver quién podía escuchar más veces el "no". Y sí, efectivamente, fui la ganadora. De esa experiencia surgieron muchas cosas buenas. Me di cuenta de que el rechazo es parte de las ventas, y también es parte de la vida. Aprendí que las personas altamente exitosas lo saben y no se molestan cuando les dicen que no. De hecho, abrazan el rechazo e incluso aprenden de él.
Las personas exitosas utilizan el rechazo para volverse más fuertes. Sin embargo, muchas personas no sienten esto acerca del rechazo. Si estás luchando por sentirte bien en torno al rechazo, aquí hay cuatro pasos que puedes tomar para cambiar tu forma de pensar por completo.
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1. No te lo tomes personal
Con frecuencia luchamos con el rechazo porque sentimos que es personal. Pero el rechazo normalmente no lo es.
Cuando somos rechazados, es fácil preguntarnos qué es lo que el rechazo dice de nosotros. Pero a menudo, el rechazo no dice nada sobre nosotros. En cambio, dice algo sobre la otra persona. Frecuentemente, ignoramos o no escuchamos las razones que nos dan para el rechazo. En lugar de eso, buscamos otra razón (la verdadera razón). Usualmente, esa otra razón no existe.
Si alguien dice que no quiere el producto o servicio que estamos vendiendo porque no pueden pagarlo en ese momento, usualmente lo dicen en serio. Si alguien dice que no puede asistir al evento al que los invitamos porque están demasiado ocupados, usualmente lo dicen en serio. Pasar tiempo castigándonos y preguntándonos qué dice realmente el rechazo sobre nosotros y qué tan agradables somos, suele ser una verdadera pérdida de tiempo. Cuando confiamos en las razones que nos dan para el rechazo, podemos seguir adelante y volver a intentarlo mucho más rápido.
2. Emociónate al ser rechazado
El rechazo usualmente no se siente bien. Para muchos, esto es porque resulta difícil imaginar qué (si acaso) algo bueno puede (y va a) surgir de él.
Recuerda: El dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional. Reconoce que tienes la opción de elegir cómo te sientes acerca del rechazo. Cualquier historia que te cuentes sobre el rechazo viene de ti. Depende de ti interpretar la información que existe en tu mundo. Tienes el poder de cambiar la narrativa y contarte a ti mismo una historia diferente.
Puedes elegir ver el rechazo como algo bueno: significa que fuiste allá afuera, hiciste una pregunta difícil y demostraste valentía. Significa que saliste de tu zona de confort, lo cual siempre nos ayuda a crecer y a evolucionar. Significa que practicaste una habilidad (la habilidad de preguntar, influenciar o vender). Esa práctica te ayudará a desarrollar una piel más gruesa y a perfeccionar tu oficio, haciéndote más fuerte y resistente. Con eso en mente, puedes elegir ver el rechazo como algo bueno.
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3. Pregunta por qué — y aprende
La mayoría de las personas sienten dolor cuando son rechazadas. Cuando experimentamos cualquier tipo de dolor, nuestra primera reacción suele ser luchar o huir. O nos alejamos lo más rápido que podemos, o nos empeñamos y discutimos. Cuando se trata del rechazo, ninguno de estos enfoques funciona bien.
Esto es lo que sí funciona: involucrarse con la persona que te rechazó desde un lugar de verdadera curiosidad. Preguntas como: "¿Cuál fue el factor más grande en tu decisión?" o "¿Qué, si acaso, te hubiera hecho decir que sí?" o "¿Qué podría ofrecer o hacer la próxima vez que te emocionara o interesara más?"
Estas preguntas son excelentes herramientas para ayudarte a aprender del rechazo. Tal vez puedas dar retroalimentación a tu jefe de que el precio de tu producto no es atractivo o que los beneficios no están cubriendo la demanda del mercado. Puedes aprender que un producto o servicio ligeramente alterado hubiera obtenido un sí, y quizás puedas negociar una excepción con tu empresa que te permita volver y ofrecer a los clientes lo que realmente quieren.
De vez en cuando, hay algo que podrías haber hecho o dicho de manera diferente que habría sido persuasivo. Obtener información sobre cómo proceder de manera más efectiva la próxima vez es una victoria. Con esa mentalidad, el rechazo es en realidad algo bueno — te ayuda a mejorar.
4. Reconoce que las cosas pueden cambiar
Recuerda que la mayoría de las cosas en la vida no son permanentes y la situación de las personas puede cambiar drásticamente de un año a otro (o incluso de un mes a otro). El hecho de que alguien te haya rechazado una vez no significa que te rechazarán siempre.
Pide permiso para reconectar o volver a hablar más tarde. Tal vez tu amigo no tenga tiempo para verte este mes, pero podrá el próximo. Quizás el cliente al que has estado tratando de firmar durante meses estará en una situación financiera diferente el próximo año. Reconoce que ahora mismo simplemente podría no ser el momento adecuado para lo que estás proponiendo, y aunque está bien, puede que no siempre sea así.
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5. Ajusta tu estrategia
Después de obtener suficiente información para aprender tras un rechazo, puedes emplear lo que llamo PHRA: plan, haz, revisa y ajusta.
Una vez que hayas sido rechazado y sepas por qué, puedes ajustar tu estrategia. Puedes aprender que hacer llamadas a la hora del almuerzo no es efectivo porque nadie contesta el teléfono. Puedes aprender que has estado apuntando al público equivocado y necesitas elegir diferentes prospectos. Puedes aprender que prospectar durante la semana no es tan efectivo como hacerlo los fines de semana.
Si se utiliza correctamente, el rechazo puede ser un excelente maestro porque puede guiarnos a implementar cambios en lo que hacemos y cómo lo hacemos. Puedes decidir comenzar a ir a eventos comunitarios o unirte a un grupo de networking para tener más éxito. Al final, si el ser rechazado te lleva a hacer algo nuevo y diferente, eso es otra victoria.
Tener una relación saludable y fuerte con el rechazo es un verdadero cambio de juego. Si adoptas estas cinco filosofías sobre el rechazo, descubrirás que el rechazo no es ni de cerca tan doloroso como solía serlo. Es posible que incluso comiences a anhelarlo.