Es hora de salir de tu zona de confort: cómo pasar a espacios más amplios y expandir tus horizontes profesionales Un espacio más amplio brinda una elección: permanecer en un ambiente seguro y limitado, o adaptarse a zonas más amplias y avanzar.
Por Cheri Beranek
Key Takeaways
- Las trayectorias profesionales no son lineales, sino una serie de "cajas de conocimiento" en expansión que evolucionan con nuevas experiencias y aprendizajes.
- Enfrentar desafíos y adaptar la estrategia a lo largo del camino resulta crucial para el crecimiento profesional, independientemente de los prejuicios de género o de los contratiempos.
- La importancia del autocuidado y el reconocimiento en el camino hacia el liderazgo no debe subestimarse, ya que alimentan el crecimiento continuo y la moral del equipo.
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Cuando era niña, quería ser maestra de ciencias sociales. Viviendo en una granja, mis conocimientos estaban limitados a un ámbito muy reducido. Sabía que trabajar con vacas era difícil y que ciencias sociales era mi materia favorita, así que elegí la mejor opción.
Conforme me expuse más al mundo, mi perspectiva se amplió y mis metas profesionales cambiaron: primero hacia la psicología, luego hacia los negocios y, finalmente, hacia la tecnología. Aprendí más, viajé por todo el país y a otras partes del mundo, y los muros de mi comprensión se expandieron. Hace poco fui invitada a dar el discurso de graduación de la clase de 2024 en la universidad donde estudié la licenciatura en marketing. Cuatro décadas después, mi trayectoria profesional había evolucionado hasta incluir cargos como directora ejecutiva de una empresa tecnológica y ganadora del premio nacional Emprendedora del Año de Ernst & Young en 2023.
Al reflexionar sobre mi recorrido hacia el liderazgo, no lo veo como una línea recta, sino más bien como una serie de cajas crecientes que he ido superando. Cada nueva experiencia puede ser aterradora al principio, pero conforme aprendemos y exploramos ese espacio, nos vamos sintiendo más seguros dentro de él y nos preparamos para navegar al siguiente. Siempre hay una caja más grande de conocimiento por abrir, y cuando reconocemos una, enfrentamos una elección: quedarnos dentro del espacio pequeño y seguro que conocemos, o familiarizarnos con áreas más extensas y crecer.
Mantén el rumbo
Mi primer trabajo después de la escuela de posgrado fue en una empresa de software, y quedé enganchada: nada avanza más rápido que la tecnología, y sabía que era donde quería hacer crecer mi carrera. Aun así, nunca había planeado pasar de las vacas a las computadoras y tenía mucho que aprender sobre un campo tan vasto en el que tenía poca experiencia. Pensé que mi jefe apreciaría mi iniciativa cuando, al enfrentarme con un problema, acudí con mis compañeros y luego con el jefe de mi jefe en busca de apoyo. Sin embargo, en lugar de eso, perdí mi trabajo.
A pesar de este comienzo accidentado, seguí trabajando durante años en otra empresa de software como gerente de marketing. Todo indicaba que yo era la siguiente en la fila para dirigir el departamento, cuando escuché a los líderes de la empresa decir que una mujer nunca podría dirigirlo porque las mujeres solo sabían gastar dinero. Al día siguiente, me despidieron.
Pude haber tomado acciones legales en contra de esa empresa por lo que sucedió, y tal vez lo debí haber hecho para que las mujeres que vinieran después de mí pudieran tener una mejor oportunidad, pero estaba en una ciudad y en una industria relativamente pequeña. Tenía que navegar por esta caja pequeña antes de llegar a donde quería, y alzar la voz me parecía demasiado arriesgado para el rumbo que había trazado para mi carrera. Así que hice lo mejor que pude para aprender de esos decepcionantes momentos y seguir adelante en lugar de dejar que me desanimaran a encontrar mi próxima oportunidad.
Ajustarse a las tormentas pasajeras
Hasta el mejor plan necesita de correcciones a lo largo del camino. Como el timón de un velero, establecer metas profesionales fundamentales puede guiarnos en la dirección correcta, pero habrá mal tiempo y el mar siempre está cambiando. En mi siguiente trabajo, un ingeniero se negaba a trabajar con una mujer o a creer que ellas tenían algún lugar en la tecnología. Cuando me acercaba a él con un problema, intentaba hablar en círculos en lugar de ayudarme a entender. Me ajusté, acudiendo a su equipo en busca de apoyo para poder tener éxito en mi rol.
Cuando me ascendieron y pasé a ser su jefa, buscamos una mejor solución. Estaba entrando en la caja del liderazgo y tuve que reconocer que, aunque me oponía a su comportamiento, era un gran ingeniero cuyo trabajo beneficiaba al equipo. Así que acordamos exactamente lo que necesitaba de él y le di libertad para hacerlo. Puede que no me lo haya ganado por completo, pero saqué el máximo provecho de esa relación mientras me ajustaba a un espacio más grande.
Un obstáculo de hoy no es necesariamente un obstáculo en tu futuro. Habrá acosadores, malos jefes o exesposos que puedan interponerse en el camino, pero los hombres no son siempre barreras. En mis siguientes tres trabajos, descubrí que algunos de ellos podían ser mis mayores defensores. Al mantenerme curiosa para aprender de los demás, mi caja de comprensión creció. Aprendí a identificar a las personas que me apoyaban y eran seguras de sí mismas, a nutrir esas relaciones y a decidir cuándo comprometerme o aceptar una oportunidad de aprendizaje y seguir adelante.
Date tiempo para cuidarte y celebrar
Empezamos Clearfield en un momento en que las grandes empresas de manufactura estaban diseñando para los mayores proveedores de servicios de banda ancha, y vimos la ventaja de crear productos modulares y escalables para las pequeñas empresas que construían en áreas rurales. Después de que el COVID-19 envió a todos a casa y el internet de alta velocidad se volvió una necesidad, la inversión pública y privada en el despliegue de fibra óptica se disparó. Las ventas explotaron. La industria avanzaba más rápido que nunca, y yo corría para mantener el ritmo con sus nuevos desafíos, hasta que me tuve que someter a una cirugía de espalda.
Motivarnos a aprender y asumir responsabilidades puede llevarnos al liderazgo, pero nos limitamos si sacrificamos la celebración y el autocuidado por esa ambición. Darse el tiempo para mostrar aprecio a los demás por sus esfuerzos les asegura que reconocemos su valor y alimenta sus contribuciones continuas al equipo. De la misma manera, el autocuidado regular rejuvenece nuestro espíritu y dedicación mientras trabajamos para superar los desafíos de movernos a cajas más grandes: superar los temores, aprender de los errores y desarrollar confianza.
Desde la caja en la que me encuentro ahora, puedo ver que el autocuidado y la celebración son la forma en que nos mantenemos a nosotros mismos y a nuestros compañeros de equipo a largo plazo y nos preparamos para alcanzar el éxito. Eso es lo maravilloso de mudarse a un espacio más amplio: siempre brinda la oportunidad de reflexionar sobre nuestra perspectiva pasada con mayor claridad para aprender a mejorar.
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