Los retiros de silencio son caros, pero efectivos. Aquí te mostramos cómo recrear sus beneficios desde cualquier lugar Aunque no tengas el tiempo o el presupuesto para embarcarte en un viaje físico de autodescubrimiento, hay estrategias comprobadas para cultivar la tranquilidad mental... sin importar en dónde te encuentres.
Por Aytekin Tank Editado por Eduardo Scheffler Zawadzki
Key Takeaways
- Empieza despacio.
- Observa tu diálogo interno de manera objetiva.
- Acostúmbrate a la incomodidad.
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Cada verano, me tomo unas semanas de descanso como CEO de Jotform, viajo a la granja de mi familia en Turquía y hago todo lo posible por desconectarme. En lugar de atender mi bandeja de entrada, cuido nuestros olivares y salgo a dar largos paseos por la naturaleza con mis hijos. A medida que transcurre este tiempo libre, inevitablemente empiezo a sentirme renovado y con más energía. Al volver a la oficina, este enfoque de vida genera un pensamiento notablemente más agudo, y cada vez estoy más convencido de que esto se debe en gran medida a la ausencia de distracciones, tanto internas como externas.
Basados en el principio de que "...el silencio natural se ha convertido en una especie en peligro de extinción y necesita ser protegido" (como lo expresa Sarah Allard, la escritora de Condé Nast Traveler, en un artículo de 2023 sobre tendencias vacacionales), los "retiros en silencio" van al alza. Y aunque muchos de estos literalmente fomentan el no hablar, parece que su efectividad se deriva de la ausencia de ruido informativo/digital. Una fascinante historia de El País escrita por Silvia López Rivas incluye una observación de 2011 realizada por el entonces CEO de Google, Eric Schmidt, quien señaló que hasta 2003, los humanos habían producido una cantidad de información equivalente a cinco exabytes, la misma cantidad generada cada dos días en 2011. Se estima que para 2025 estaremos creando 463 exabytes de información cada día. En resumen, el sonido de la información, ya ensordecedor, está listo para volverse mucho más estridente.
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Los beneficios del silencio
Los retiros de meditación, incluso cuando no son completamente silenciosos, han demostrado ofrecer múltiples beneficios. Un estudio integral publicado en una edición de 2016 del Journal of Psychosomatic Research descubrió que los retiros de meditación reducen de manera confiable los síntomas de estrés, ansiedad y depresión, en parte debido a su capacidad para fomentar la atención plena, estar completamente presente y comprometido en el momento. Después de todo, es prácticamente imposible concentrarse en el trabajo creativo cuando la mente está acelerada. Mientras tanto, la atención plena conduce a un pensamiento más claro e innovador.
Muchos participantes en retiros también informan que una experiencia prolongada de silencio les ayudó a dormir mejor, y no es ningún secreto que la calidad del descanso es fundamental para una cognición aguda. Un revelador estudio de 2004 de la Universidad de Lübeck involucró pedir a sujetos que completaran problemas matemáticos que dependían de algoritmos, con atajos ocultos dentro de las fórmulas. Alrededor del 25% de los sujetos los descubrieron al principio, pero dado la oportunidad de dormir ocho horas, esa cifra aumentó al 59%.
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Ve despacio al principio
Es difícil dejar el ruido de golpe. Por eso los organizadores de retiros en silencio abordan el proceso de manera gradual. Por ejemplo, recomiendan que los participantes, especialmente los principiantes, se sumerjan en la práctica absteniéndose de mirar sus teléfonos durante unas horas antes de llegar.
Incluso si no te vas de retiro a un castillo del siglo XVI en Francia, hay maneras de proceder gradualmente para fomentar la tranquilidad, como pasar 15 minutos diarios alejado de los dispositivos, correos electrónicos, reuniones, redes sociales y notificaciones.
Para mí, resulta complicado comprometerme con algo que no está programado, así que agendo regularmente tiempo en silencio. A mí me funcionan mejor las mañanas, antes de que el día arranque. Cuando llega la hora agendada, no decido si tengo ganas o no de estar en silencio; simplemente apago los dispositivos y empiezo.
Observa objetivamente tu diálogo interno
Dedicarte tiempo de esta manera es, por sí solo, un logro que traerá una gran cantidad de beneficios, pero aplicar algunos consejos prácticos puede ayudar a llevar la práctica un paso más allá.
Durante el tiempo en silencio en la oficina, uso algunas de las prácticas de la meditación Vipassana: escaneo mi cuerpo de arriba abajo y presto atención a las sensaciones. Si mis hombros duelen por una sesión de entrenamiento por la mañana o mi estómago gruñe después de saltarme el desayuno, tomo nota mientras me sintonizo con lo que está sucediendo en mi mente.
La clave es no reaccionar, solo observar, ya que muchos han descubierto que participar en esta disciplina ayuda tanto al cuerpo como a la mente a tolerar mejor situaciones dolorosas y desagradables.
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Acostúmbrate a la incomodidad
En nuestro mundo increíblemente ruidoso, estar en silencio puede ser impactante, y no es raro experimentar una necesidad instintiva de escapar de ello. En un artículo de The Guardian de 2016, un periodista que asistió a un retiro en silencio en Nueva Zelanda admitió haber sentido la urgencia de correr por el pasillo gritando. Es perfectamente natural querer rendirse al principio de este proceso, y está bien. El truco radica en dejar de esperar la perfección y aprender a estar con las cosas tal como son, lo que puede reducir el estrés y la ansiedad, y aumentar la creatividad y la necesidad de conexiones productivas con otros.
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