El viaje de un emprendedor: de la larga fila en la tiendita de su escuela, a la creación de una startup que ha levantado más de $800,000 dólares Al lado de sus mejores amigos, Matías Craviotto creó OrderEAT, una aplicación que agiliza la compra de artículos en las cafeterías y tienditas de las escuelas.
Primero surgió el problema. Después vino el emprendimiento.
A los 17 años Matías Craviotto, un joven uruguayo, vio truncada su carrera deportiva en el voleibol de playa debido a un problema de salud.
De un día para el otro, una existencia que giraba en torno al deporte se transformó. La idea de estudiar en Estados Unidos con una beca deportiva colapsó y el joven se encontró en el último año de la preparatoria con mucho tiempo libre y una cabeza inquieta.
Matías se acercó a sus dos grandes amigos de la infancia, Luis Pedro Carrero y Juan Manuel Rodríguez —sus compañeros de escuela desde los ocho años—, con una idea: iniciar un negocio.
Los tres amigos habían decidido estudiar Ingeniería en Sistemas Computacionales en la Universidad Pública de Uruguay y, pensando en adquirir algo de experiencia en lo que llegaba el primer día de clases, decidieron emprender.
"Teníamos ganas de hacer algo juntos. Lanzamos algunas ideas, pero la que más nos gustaba y entusiasmaba tenía que ver con la cafetería de nuestro colegio. Funcionaba muy mal", dice Matías.
Y no sólo funcionaba mal. La cafetería representaba un enorme problema para Matías, Luis Pedro, Juan Manuel y todos los demás alumnos del colegio.
Si pretendían comprar algo en la tiendita, tenían que hacer largas filas que agotaban por completo el tiempo del recreo.
Matías Craviotto, Juan Manuel Rodríguez y Luis Pedro Carrero de pequeños.
"Lo que nos molestaba eran las largas filas, pero aparte, yo tenía un hermano más chico. Mis padres sabían que si le daban dinero en efectivo, ese dinero terminaba en cualquier cosa menos el almuerzo del día; terminaba en caramelos, en figuritas o en guardárselo para comprar otra cosa otro día. Entonces, yo era el encargado de comprarle el almuerzo a mi hermano".
A Matías eso le consumía todavía más tiempo de su recreo. Que alguien te robe el tiempo a los 17 años o a cualquier edad representa un gran problema. Y muchas veces, en el corazón de un problema, está la chispa que sirve para iniciar un negocio.
El nacimiento de OrderEAT: 1,000 fallas 1,000 bugs
La idea de Matías, Luis Pedro y Juan Manuel no era formar una empresa, solo resolver el incómodo problema de las filas eternas en la tiendita de la escuela.
"No pensábamos en volvernos millonarios, solo pensábamos en resolver el problema. Lanzamos en 2019 en Uruguay en UA, nuestro colegio en Punta del Este", explica Matías.
Ellos mismos hicieron el desarrollo de OrderEAT, una aplicación que permitía a los alumnos ordenar su almuerzo y a sus padres depositar dinero y monitorear lo que sus hijos adquirían en la tiendita de la escuela.
Matías recuerda: "Lo que pasó fue que muchos padres que tenían un hijo en el colegio y otro en otra escuela a diez cuadras de ahí, cosa que pasa mucho en Uruguay, nos empezaron a llamar para decirnos que les gustaba la idea. Nos decían que no querían darle a su hijo dinero en efectivo y que les encantaba la idea de poder monitorear el producto".
La solución de los tres jóvenes gustó tanto que la voz se corrió y para 2020 tenían ya acordado el lanzamiento de su aplicación en diez distintos colegios.
"Esa versión de la aplicación era la verdadera definición de un producto mínimo viable. Lo construimos nosotros. Sabíamos programar, pero teníamos 17 años. Tenía 1,000 fallas, 1,000 bugs, era como lo mínimo, mínimo, mínimo, pero resolvió un problema bastante real para todas las familias".
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La pandemia y el reto de existir
A días de lanzar la aplicación en más escuelas, el mundo se puso en alerta con la declaratoria de la pandemia de COVID-19.
De un día al otro se cerraron todas las escuelas y con ellas, las tienditas y cafeterías. Se acabaron las clases presenciales y el pequeño proyecto de Matías, Luis Pedro y Juan Manuel se detuvo de manera indefinida
Durante los largos meses de encierro, los tres jóvenes se dedicaron a seguir estudiando su carrera universitaria.
En 2021, cuando los espacios públicos comenzaron a abrir de manera paulatina, Matías, Juan Pablo y Juan Manuel formaron parte de ScaleUp, un programa de Endeavor Uruguay diseñado para acelerar y escalar los negocios de emprendedores seleccionados.
"Ahí tuvimos influencias muy buenas que nos hicieron darnos cuenta de que el problema que estábamos resolviendo en Uruguay también existía en Argentina, en México y en casi toda Latinoamérica. Nos hicieron ver que teníamos la oportunidad de construir una empresa realmente sólida alrededor del problema que buscábamos solucionar".
Luis Pedro Carrero, Matías Craviotto y Juan Manuel Rodríguez.
En cuestión de dos años, como si se tratara de una elipsis cinematográfica, los tres jóvenes emprendedores lanzaron su aplicación en diez escuelas. Esta nueva versión permitía a los padres y madres ver qué era lo que sus hijos consumían, fijar límites de gasto diarios y además, se conectaba con un sistema de gestión para cafeterías de colegios.
Con tan solo 21 años, Matías y sus amigos lograron recaudar $300,000 dólares de capital privado.
"Levantamos el dinero al final del cuarto año de la universidad. Nos quedó claro que para que esto funcionara teníamos que dejar la carrera, armar un buen equipo e irnos a vivir a México porque Uruguay es un país muy chiquito", explica Matías.
Con tan solo 21 años, Matías y sus amigos lograron recaudar $300,000 dólares de capital privado.
De los tres amigos, sólo uno se quedó en Uruguay con el equipo de soporte y tecnología. Matías y Luis Pedro se instalaron en México en donde cuentan ya con más de 100 colegios como clientes (más otros 100 en otros países).
En la primavera de este año, OrderEAT logró asegurar otra inversión de $500,000 dólares para seguir impulsando el crecimiento y expansión en México y América Latina.
Al recordar el esfuerzo y los retos que implica el viaje emprendedor al lado de sus amigos, Matías explica:
"Hay que dejar las cosas claras desde el comienzo, a mí me costó mucho crecer en el rol de líder y en el rol de CEO. Eran mis amigos de toda la vida, pero en un momento tuve que dar el salto y empezar a dirigirlos. Ahora, por más que sigamos siendo pares, tiene que haber una voz de liderazgo".
Emprender con amigos implica enormes retos que Matías, Juan Pedro y José Manuel han sabido sortear.
Su startup se perfila para cerrar el año con más de 500 colegios como clientes (300 sólo en México) y con una plataforma que impacta de una u otra manera a cerca de 150,000 familias.
El arte de emprender con propósito
Al hablar del futuro y de lo que viene para OrderEAT y en su vida, Matías explica que su meta va más allá de simplemente seguir creciendo el número de colegios clientes y usuarios de la plataforma.
Él ve una oportunidad de brindar a los niños y jóvenes educación sobre nutrición y educación financiera a través de la app.
"Por medio de OrderEAT, el niño puede entender el valor del dinero. Su padre le carga $1,000 pesos y el pequeño logra ahorrar $200 porque entiende el valor del dinero y que no tiene que desperdiciarlo invitando a todos sus amiguitos. Además, si come saludable, el padre le da un bono de $200 pesos más; con esos $400 puede ir ahorrando para comprarse una bici o para irse al cine con sus amigos."
Matías ve la posibilidad de unir los dos temas para así convertirse en una empresa que tenga un impacto real en la vida de los usuarios. Porque para este joven no se trata solo de emprender y ganar dinero, sino de tener un propósito y de sentir que esa idea, surgida a partir de un problema real para un muchacho adolescente, puede empezar a hacer una diferencia real en el mundo y transformarlo en un lugar mejor.