¿Por qué los optimistas son la vitamina C de las empresas? Hay algo más contagioso que un virus y su efecto es duradero. Hablemos del optimismo.
Por Valentina Zabala Editado por Eduardo Scheffler Zawadzki
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Las experiencias de la infancia y el entorno en el que se cría un niño pueden desempeñar un papel importante a la hora de configurar su visión de la vida y determinar si tiende a tener una perspectiva optimista por naturaleza. Factores como el nivel de apoyo y amor que recibe un niño, la exposición al estrés y la adversidad, y la presencia de modelos de conducta que tengan una actitud positiva pueden contribuir al desarrollo del optimismo o el pesimismo en una persona.
Sin embargo, el optimismo es una mentalidad que puede desarrollarse y reforzarse mediante diversas técnicas y estrategias. Algunas de estas son: practicar la gratitud, reformular los pensamientos negativos, establecer objetivos alcanzables, ser consciente y rodearse de gente positiva.
En el entorno de trabajo, es beneficioso compartir el optimismo porque puede ayudar a crear una mentalidad positiva y productiva, promover la motivación y el compromiso, y construir relaciones y conexiones más fuertes con los demás.
Un estudio del Journal of Applied Psychology, publicado en 2009, descubrió que los vendedores optimistas superaban a sus homólogos pesimistas en términos de rendimiento de ventas. El estudio concluyó que los vendedores optimistas se fijaban objetivos más ambiciosos, perseveraban ante el rechazo y afirmaban sentirse con más energía y motivación que los vendedores pesimistas.
Otro estudio del Journal of Organizational Behavior, publicado en 2011, descubrió que los líderes optimistas tenían un impacto positivo en la creatividad y la innovación de su equipo. El estudio descubrió que los líderes optimistas creaban un entorno positivo y de apoyo que animaba a los miembros del equipo a pensar de forma creativa y asumir riesgos, lo que a su vez daba lugar a ideas más creativas e innovadoras.
Además, una investigación de Harvard Business Review, publicada en 2017, descubrió que los CEO optimistas tienden a dirigir empresas con mejores resultados que los pesimistas, también descubrieron que el precio de las acciones de las empresas optimistas tienden a tener un mejor rendimiento en el mercado de valores.
A continuación cinco razones por las cuales compartir optimismo es beneficioso para un ambiente laboral:
1. Tiene un impacto positivo en el bienestar y la salud mental tanto de la persona que lo expresa como de quienes le rodean. Sin embargo, también es importante ser realista y equilibrado en la propia perspectiva y no ignorar los retos y obstáculos que puedan existir. Hay que ser consciente de que un exceso de optimismo puede conducir a un exceso de confianza, a expectativas poco realistas y a una mala toma de decisiones. Es importante mantener un equilibrio entre el optimismo y el pensamiento realista en el lugar de trabajo.
"El optimismo es contagioso y puede actuar como catalizador en procesos inciertos, como cuando quieres hacer un cambio. Sin embargo, es importante ser consciente del sesgo optimista y no discriminar positivamente a favor de los optimistas sólo porque sean más agradables o confiados en las discusiones. Algunas personas necesitan ser motivadas a ver el vaso medio lleno y gracias a otras perspectivas pueden obtener puntos de vista diferentes" - Dice Sjoerd Martens, Director General de Clientes en Publicize, quien ha trabajado en fomentar una cultura que afronta las situaciones complicadas con optimismo y comunicación eficiente.
2. Aumenta la motivación y el compromiso de los empleados: Esta es una de las principales ventajas de compartir el optimismo -tanto si eres líder o no- y es que naturalmente cuando las personas se sienten positivas y optimistas sobre el futuro, es más probable que se entusiasmen con su trabajo y se esfuercen más. Esto, a su vez, puede intensificar la productividad y mejorar el rendimiento general.
3. Mejora la comunicación y la colaboración entre los empleados. Cuando la gente se siente positiva y optimista, es más probable que esté abierta a nuevas ideas y dispuesta a trabajar con los demás. Esto puede dar lugar a un entorno de trabajo más creativo e innovador, en el que es más probable que los empleados propongan nuevas y mejores formas de hacer las cosas.
Por ultimo, Martens agregó lo siguiente: "En una situación en la que se está discutiendo cambios, es posible que escuches o digas que las personas se resisten al cambio. Puede ser fácil para ellos encontrar tres razones en contra del cambio en lugar de a favor. El pesimismo es más fácil que el optimismo. Como líder, para ayudar a que otros estén más abiertos a considerar el cambio, enfocarse en los aspectos positivos puede ser la clave para convencerlos. Enfocarse en lo positivo puede inspirar a los demás a ver las cosas desde una perspectiva diferente y cambiar su reacción inicial por un debate constructivo"
4. Crea una cultura laboral más positiva. Cuando las personas se sienten bien con su trabajo y sus compañeros, es más probable que estén satisfechas con su trabajo y permanezcan en la empresa a largo plazo. Esto puede reducir las tasas de rotación y aumentar los niveles de retención de empleados.
5. Ayuda a crear relaciones más sólidas entre los empleados: Las personas que se sienten positivas y optimistas sobre el futuro son más propensas a apoyarse mutuamente y a estar dispuestas a echar una mano. Esto puede conducir a un entorno de trabajo más solidario y colaborativo, en el que los empleados se sientan más conectados entre sí.
En general, compartir el optimismo en el lugar de trabajo tiene muchos beneficios potenciales, como una mayor motivación, una mejor comunicación, una cultura laboral más positiva, relaciones más sólidas entre los empleados y un mejor rendimiento. Las organizaciones deberían esforzarse por promover el optimismo entre los empleados para fomentar un entorno laboral más positivo y productivo.
Las personas optimistas pueden aportar una actitud positivay energía a la cultura empresarial. Pueden ayudar a crear una plantilla más comprometida y productiva, y también a fomentar una cultura de innovación y creatividad. Además, las personas optimistas pueden ser más resistentes ante los retos y contratiempos, lo que puede ser valioso en un entorno empresarial.