Ser un mejor líder comienza con volverse más emocionalmente inteligente. Aquí te digo cómo hacerlo Aprende las diversas técnicas que se requieren para navegar en el espacio de trabajo y con tus empleados utilizando la empatía y dominando las relaciones.

Los líderes de hoy necesitan más que conocimientos técnicos y experiencia estratégica para prosperar. Como CEO global y militar retirado, puedo hablar directamente sobre este tema. Los líderes de hoy, más que nunca, necesitan inteligencia emocional; el ingrediente secreto que distingue a los líderes excepcionales del resto.

La inteligencia emocional, o EQ (también cociente emocional), es la capacidad de entender y gestionar las emociones en uno mismo y en los demás. Es como tener un arma secreta que permite a los líderes conectar, inspirar y navegar en su trabajo y relaciones profesionales. Vamos a explorar la importancia de la inteligencia emocional como líder y compartir cinco formas de mejorar tu EQ.

Los líderes hacen más que tomar decisiones difíciles y animar a las tropas; deben de entender el lado humano del negocio. Los líderes emocionalmente inteligentes construyen relaciones sólidas, inspiran lealtad y crean una cultura laboral positiva. Les permite empatizar con los miembros de su equipo, comprender sus motivaciones y preocupaciones, y adaptarse en consecuencia.

Un líder con un alto EQ puede gestionar eficazmente conflictos, mantener conversaciones desafiantes e inspirar a otros a alcanzar su máximo potencial. En pocas palabras, la inteligencia emocional es el ingrediente secreto que transforma a los buenos líderes en grandes líderes. Permíteme compartir algunas formas de aumentar tu EQ desde mi posición como CEO.

Dominar la empatía

La empatía es el componente clave de la inteligencia emocional, y es una habilidad subestimada. Desarrollar empatía implica ponerse en la posición de otra persona y comprender sus sentimientos y punto de vista. Puedes mejorar tu empatía prestando atención cuando alguien habla, haciendo preguntas abiertas y demostrando una curiosidad sincera por conocer su experiencia. Es importante recordar que incluso los pequeño esfuerzos pueden dar resultados significativos, como establecer confianza y cultivar conexiones significativas.

Dominar la autoconciencia y la autorregulación

La autoconciencia es vital para ser emocionalmente inteligente. Tómate un momento para descifrar lo que está pasando en tu cabeza. ¿Estás estresado, abrumado o ansioso? Al reconocer tus emociones, puedes trabajar para gestionarlas y tomar decisiones conscientes en lugar de dejarte llevar por reacciones impulsivas. Trabajar en esto asegurará que te muestres tranquilo en situaciones estresantes y que tu equipo tenga más confianza en ti como líder. Así que conviértete en un "Sherlock Holmes emocional" y domina el arte de la autorreflexión.

Dominar las habilidades sociales

Conéctate con tus empleados de persona a persona. Para ser un verdadero experto en relaciones humanas, necesitas ser un gran oyente y también un gran comunicador. Mostrar interés por lo que está sucediendo en la vida de tus empleados es una forma de conectarte con ellos. Ofrecer apoyo es otra gran manera de ayudar a crear una conexión humana, y no subestimes el poder del humor.

El humor es una herramienta poderosa en el arsenal de la inteligencia emocional. Puede aliviar la tensión, construir rapport (es decir, establecer una conexión) y crear un entorno de trabajo positivo. Contar un chiste ingenioso o compartir un comentario cálido puede ayudar a romper el hielo, aumentar la moral y construir conexiones más fuertes con los demás. Agrega un poco de risa a tus interacciones, pero asegúrate de usar el humor con respeto y de ser sensible hacia los sentimientos de los demás. Recurre a algunos chistes inofensivos y observa cómo reaccionan tus empleados.

Dominar las relaciones

Presta atención a tu lenguaje no verbal. La forma en que te sientas, tus expresiones faciales y cualquier contacto visual que hagas (o no hagas) envían un mensaje a los demás que te rodean. Domina tus propias señales no verbales y lenguaje corporal y también presta atención a las de tus empleados también. Esto ayudará a fortalecer tus relaciones porque serás más consciente de cómo se sienten los demás.

La forma en que brindas retroalimentación constructiva es todo un arte y requiere de cuidado y comprensión de cómo esa información puede ser recibida. Practica dar retroalimentación con empatía y tacto. Enfócate en comportamientos específicos y el impacto que estos tienen en lugar de criticar a las personas. Utiliza la técnica del "sándwich": comienza con una retroalimentación positiva, brinda áreas de mejora y termina con palabras de aliento. Dominar el arte de la retroalimentación creará una cultura de crecimiento y desarrollo continuo en el lugar de trabajo.

Dominar la motivación

Parte de la EQ es saber qué hace que tus empleados trabajen duro y alcancen sus metas. Saber cómo quieren ser incentivados es importante porque no todos los empleados desean el mismo tipo de motivación. Por ejemplo, algunos pueden sentirse motivados por el dinero y otros pueden sentirse motivados por un título. Cultiva una mentalidad de crecimiento y abraza el fracaso como una oportunidad de aprendizaje en tu organización.

Tampoco necesitas hacerlo todo solo. A veces, nosotros necesitamos motivación de los demás para poder transmitirla a las personas en nuestras vidas. Construye una red de apoyo de mentores y colegas que puedan guiarte y alentarte durante los momentos difíciles. Recuerda, ser capaz de motivar a tus empleados es una de las características más importantes que ayudan a los líderes a superar las dificultades e inspirar a sus equipos a hacer lo mismo.

Usar la inteligencia emocional para el bien

El liderazgo puede ser un camino lleno de desafíos y contratiempos. Es fácil ver la manera en que el dominio de la inteligencia emocional puede ser utilizado con fines de manipulación. Es importante utilizar estas habilidades para el bien común y no para promover tu propia agenda. Lidera siempre con valores y principios sólidos, y tus empleados seguirán tu ejemplo.

Como líderes, es hora de reconocer el poder de la inteligencia emocional y aprovechar su potencial. Comprender y gestionar nuestras emociones y cultivar la empatía, el humor y la resiliencia puede elevar nuestra capacidad de liderazgo. La inteligencia emocional nos permite conectar con los demás en un nivel más profundo, inspirar lealtad y crear una cultura laboral positiva donde todos puedan prosperar.

Acepta tu EQ, lidera con corazón e ingenio y observa cómo tu viaje de liderazgo te lleva hacia nuevos horizontes. Después de todo, un líder armado con inteligencia emocional es imparable en el mundo empresarial en constante evolución. He liderado a miles de personas a lo largo de mi vida, y aprendí estas lecciones fracasando y aprendiendo de esas experiencias. Espero que estos consejos te sean útiles en tu viaje de liderazgo.