La Generación Z está harta de los horarios de oficina y cree que puede tener su propia empresa Los jóvenes nacidos entre los años 1995 y 2000 están redefiniendo las reglas del juego laboral.

En un mundo cada vez más conectado y digital, la Generación Z está liderando una revolución en el ámbito laboral.

Según un estudio realizado por el banco Santander en el Reino Unido, el 75% de los jóvenes nacidos entre los años 1995 y 2000 aspiran a ser sus propios jefes, con la intención de dejar atrás los tradicionales horarios de oficina de 9:00 a 17:00 horas.

La confianza de esta generación en sus habilidades es notable: el 77% cree que tiene lo necesario para crear y gestionar un negocio exitoso.

Además, el 39% está convencido de que podría manejar su emprendimiento desde su smartphone. Esta confianza refleja cómo la Generación Z está transformando el panorama laboral al adoptar tecnologías modernas y desafiar las normas tradicionales.

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A diferencia de los Baby Boomers y la Generación X, que crecieron bajo la presión de seguir trayectorias laborales convencionales, los miembros de la Generación Z están diseñando sus propias reglas.

Mike Regnier, director ejecutivo de Santander Reino Unido, advierte que, aunque el entorno digital ofrece grandes ventajas, el éxito empresarial no depende únicamente de la tecnología.

Sin embargo, esta mentalidad innovadora ha generado tensiones en los entornos laborales tradicionales. Otro estudio realizado por Intelligent reveló que el 18% por ciento de los jefes ha considerado renunciar a su puesto debido a la dinámica laboral con empleados de la Generación Z.

Las quejas principales incluyen el supuesto uso excesivo del teléfono, la falta de profesionalismo en la comunicación y una "ética laboral deficiente".

Además, las entrevistas de trabajo relajadas y la preferencia por ambientes laborales flexibles suelen chocar con las expectativas de formalidad de generaciones anteriores.

Pese a estas tensiones, la Generación Z está abriendo camino hacia un futuro laboral más flexible y tecnológico.