Por qué el sistema sanitario estadounidense necesita urgentemente soluciones de salud digital Los sistemas sanitarios estadounidenses sufren una gran presión que genera una carga económica cada vez más insostenible para las personas y las empresas.

Estados Unidos tiene acceso a algunos de los tratamientos e innovaciones de salud más avanzadas del mundo. De hecho, con un gasto de más de $4 billones de dólares anuales, según The Financial Times, el gasto estadounidense en sanidad es casi el doble que el de los países de su entorno.

Desde el punto de vista económico, el sistema sanitario es una importante fuente de creación de empleo y contribuye a impulsar las inversiones en sectores adyacentes, como los servicios informáticos.

Sin embargo, Estados Unidos sigue siendo la única gran economía sin cobertura sanitaria universal, lo que significa que el sistema es también uno de los más caros y excluyentes. KFF, un grupo independiente de encuestas sanitarias, descubrió que los desorbitados costos hacen que uno de cada cuatro adultos haya renunciado o pospuesto una atención de salud necesaria en los últimos doce meses.

No solo los individuos se ven afectados por los altos costos; muchos estadounidenses dependen de los planes de salud privados proporcionados por las empresas. Sin embargo, el aumento de la inflación médica ha hecho que los precios aumenten del 5.4% al 8.5% en 2024, lo que significa que estos seguros de salud también podrían llegar a ser insostenibles para las organizaciones que los ofrecen como prestación en el lugar de trabajo.

Es necesario abordar la grave presión que sufren los sistemas sanitarios estadounidenses. Si ignoramos este problema, la carga recae en los pacientes, que acaban empeorando su estado de salud debido a la falta de una atención adecuada y asequible, y en las organizaciones que ya están sometidas a presión en una coyuntura económica difícil.

Jonathan Bush, CEO de Zus Health y cofundador de Athenahealth, lleva décadas dedicado a la tecnología para la industria de la salud. El empresario no es ajeno a la resolución de problemas en este ámbito.

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Una plataforma digital que alivia la carga

Una forma inmediata de aliviar parte de la presión a la que se enfrenta actualmente el sistema sanitario estadounidense es contar con infraestructuras sanitarias más inteligentes.

En este sentido, la plataforma sanitaria digital Zus Health es un ejemplo destacado. Lanzada en 2020, la empresa ofrece una forma no sólo de acceder a los historiales electrónicos de los pacientes, sino también a información inteligente capaz de prevenir hospitalizaciones y limitar la progresión de las enfermedades.

La plataforma se centra en el Zus Aggregated Profile, o ZAP, que representa una visión única, completa y procesable de la información sanitaria de un paciente. El año pasado, la empresa obtuvo $40 milones de dólares de capital para seguir desarrollando su plataforma de datos sanitarios como capa común que las empresas de salud digital utilizan para crear sus herramientas.

El objetivo de Zus Health es capacitar a pacientes y profesionales sanitarios proporcionándoles un acceso inteligente e integrado a los datos. Basándose en fuentes de todo el sistema de salud, la plataforma ofrece un único punto de verdad y perspectivas más profundas.

Hasta la fecha, el flujo de información en el sistema sanitario estadounidense sigue fragmentado, con registros electrónicos que a menudo se mantienen en silos. Sin embargo, Jonathan Bush subraya que la HIPAA y otra ley en la que trabajan, la ley Cures Act de 2016, prohíben el intercambio de datos electrónicos con otro médico que esté tratando a un paciente.

De cara al futuro, la presencia de innovaciones digitales como Zus Health ofrece una poderosa forma de hacer que el sistema sanitario estadounidense funcione de una manera más eficiente para reducir los costes médicos generales y mejorar drásticamente los resultados de los pacientes gracias a los conocimientos predictivos.

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Ayudando a encabezar la tecnología sanitaria

Como fundador y CEO de Zus Health, Jonathan Bush está impulsando el futuro de las innovaciones sanitarias digitales. El progreso de la empresa hasta la fecha se debe a su amplia experiencia en el sector.

Bush es también cofundador y antiguo CEO de Athenahealth, que se fundó originalmente como un esfuerzo por reformar la atención a la maternidad mediante la práctica médica colaborativa, y pivotó hacia los servicios de información basados en internet.

En la actualidad también es Presidente Ejecutivo de Firefly Health, pionera en atención primaria virtual en tiempo real, y forma parte de los consejos de SonderMind, que ofrece atención sanitaria conductual virtual y presencial, e Innovaccer, que está creando una serie de servicios de plataforma tecnológica para la salud de la población.

También preside el Consejo de la Fundación para la Investigación de la Igualdad de Oportunidades, organización sin ánimo de lucro que financia la investigación política sobre la forma más eficaz de gestionar la economía de mercado para garantizar la igualdad de acceso de todos los miembros de la sociedad a los mercados.

El futuro digital de la salud

La tecnología tiene el potencial de marcar una diferencia material en la vida de los pacientes y sacar al sistema sanitario estadounidense del borde del abismo. Apoyando a los médicos en la administración y el diagnóstico, permitiendo a los pacientes acceder mejor a la asistencia y haciendo posible la detección precoz y la prevención de enfermedades, podemos conseguir ahorros inmensos.

Sin embargo, aún nos queda mucho camino por recorrer. Los emprendedores tienen la capacidad de aportar soluciones innovadoras, pero aplicar la tecnología para introducir cambios reales en la sanidad requerirá el apoyo de socios grandes y pequeños.

Hay que hacer frente a la aguda presión que sufren los sistemas sanitarios estadounidenses y, sin duda, la tecnología debe desempeñar un papel clave en este sentido. Si ignoramos este problema, la carga se trasladará a los pacientes, que acabarán con peores condiciones de salud debido a la falta de una atención adecuada y asequible, y a unas organizaciones que ya se encuentran bajo presión en unas condiciones económicas difíciles.

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