16 características de los pensadores críticos La intuición es digna de confianza después de haber investigado más a fondo para obtener información y conocimientos.
Por Deep Patel Editado por Dan Bova
Este artículo fue traducido de nuestra edición en inglés.
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Albert Einstein, Henry Ford, Marie Curie, Sigmund Freud… estos son solo algunos de los pensadores críticos que han dado forma a nuestras vidas modernas. Los pensadores críticos piensan de manera clara y racional, y establecen conexiones lógicas entre las ideas; son cruciales para explorar y comprender el mundo en el que vivimos.
El pensamiento crítico es más que la mera acumulación de hechos y conocimientos; es una forma de abordar lo que actualmente ocupa tu mente para llegar a la mejor conclusión posible. Los pensadores críticos se centran en actualizar constantemente sus conocimientos y se involucran en un autoaprendizaje independiente. Son algunos de los mejores líderes, porque pueden alcanzar nuevos planos de superación y autorrealización.
Si esperas alcanzar tu máximo potencial y dejar tu huella en el mundo, cultiva las siguientes 16 características de los pensadores críticos.
1. Observación
La observación es una de las primeras habilidades de pensamiento crítico que aprendemos de niños: es nuestra capacidad para percibir y comprender el mundo que nos rodea. La observación cuidadosa incluye nuestra capacidad para documentar detalles y recopilar datos a través de nuestros sentidos. Nuestras observaciones eventualmente conducirán a la percepción y una comprensión más profunda del mundo.
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2. Curiosidad
La curiosidad es un rasgo fundamental de muchos líderes exitosos. Ser intrínsecamente curioso e interesado por el mundo y las personas que te rodean es un sello distintivo de los líderes que son pensadores críticos. En lugar de tomarse todo al pie de la letra, una persona curiosa se preguntará por qué algo es como es.
A medida que envejecemos, es más fácil dejar de lado lo que puede parecer una curiosidad infantil. La curiosidad te obliga a mantener la mente abierta y te impulsa a obtener un conocimiento más profundo, lo que resulta fundamental para seguir aprendiendo toda la vida.
3. Objetividad
Los buenos pensadores críticos son capaces de ser objetivos al revisar información o una situación. Se centran en los hechos y en la evaluación científica de la información disponible. Los pensadores objetivos buscan evitar que sus emociones (y las de los demás) afecten su juicio.
Sin embargo, es imposible que las personas sigan siendo completamente objetivas, porque todos estamos moldeados por nuestros puntos de vista, nuestras experiencias de vida y nuestras perspectivas. Ser conscientes de nuestros prejuicios es el primer paso para ser objetivos y mirar un tema sin pasión. Una vez que puedas alejarte de la situación, puedes analizarla más a fondo.
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4. Introspección
Este es el arte de ser consciente de tu pensamiento o, para decirlo de otra manera, pensar en cómo piensas sobre las cosas. Los pensadores críticos necesitan de la introspección para ser conscientes de su propio grado de alerta y atención, así como de sus prejuicios. Esta es su capacidad para examinar sus pensamientos, sentimientos y sensaciones más íntimos. La introspección está estrechamente relacionada con la autorreflexión, lo que te da una idea de tu estado emocional y mental.
5. Pensamiento analítico
Los mejores pensadores analíticos también son pensadores críticos y viceversa. La capacidad de analizar información es clave cuando se mira casi cualquier cosa, ya sea un contrato, informe, modelo de negocio o incluso una relación.
Analizar información significa desglosarla en las partes que la componen y evaluar qué tan bien funcionan esas partes juntas y por separado. El análisis se basa en la observación; sobre la recopilación y evaluación de pruebas para que pueda llegar a una conclusión significativa. El pensamiento analítico comienza con la objetividad.
6. Identificación de sesgos
Los pensadores críticos se desafían a sí mismos para identificar la evidencia que forma sus creencias y evaluar si esas fuentes son o no creíbles. Hacer esto te ayuda a comprender tus propios prejuicios y cuestionar tus nociones preconcebidas.
Este es un paso importante para tomar conciencia de cómo los prejuicios se inmiscuyen en tu pensamiento y reconocer cuándo la información puede estar sesgada. Al mirar la información, pregúntate a quién beneficia. ¿La fuente de esta información tiene una agenda? ¿La fuente pasa por alto u omite información que no respalda tus afirmaciones o creencias?
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7. Determinación de la relevancia
Una de las partes más difíciles de pensar críticamente es averiguar qué información es la más relevante, significativa e importante para su consideración. En muchos escenarios, se te presentará información que puede parecer valiosa, pero que puede resultar ser solo un dato menor.
Considera si una fuente de información es lógicamente relevante para el tema que se está discutiendo. ¿Es realmente útil e imparcial, o simplemente distrae de un punto más pertinente?
8. Inferencia
La información no siempre viene con un resumen que explique exactamente lo que significa. Los pensadores críticos deben evaluar la información y sacar conclusiones basadas en datos brutos. La inferencia es la capacidad de extrapolar el significado de los datos y descubrir posibles resultados al evaluar un escenario.
También es importante comprender la diferencia entre inferencia y suposiciones. Por ejemplo, si ves datos de que alguien pesa 117 kilos, puedes suponer que tiene sobrepeso o no es saludable. Sin embargo, otros datos como la altura y la composición corporal pueden alterar esa conclusión.
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9. Compasión y empatía
Tener compasión y empatía puede parecer negativo para los pensadores críticos. Después de todo, ser sentimental y emocional puede sesgar nuestra percepción de una situación. Pero el objetivo de tener compasión es preocuparse por los demás y valorar el bienestar de otras personas.
Sin compasión, veríamos toda la información y situaciones desde el punto de vista de datos y hechos científicos fríos y despiadados. Sería fácil permitir que nuestro cinismo se volviera tóxico y sospechar de todo lo que miramos. Pero para ser un buen pensador crítico, siempre debemos tener en cuenta el elemento humano. No todo lo que hacemos tiene que ver con datos e información separados, también se trata de personas.
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10. Humildad
La humildad es la voluntad de reconocer las propias deficiencias y ver los atributos positivos de uno de manera precisa. Cuando tienes humildad, eres consciente de tus defectos, pero también de tus fortalezas, y este es un elemento importante en el pensamiento crítico y en estar dispuesto a estirar y abrir tu mente.
Cuando tienes humildad intelectual, estás abierto a los puntos de vista de otras personas, reconoces cuando estás equivocado y estás dispuesto a desafiar tus propias creencias cuando sea necesario.
11. Dispuestos a desafiar el statu quo
El pensamiento crítico significa cuestionar las prácticas comerciales establecidas desde hace mucho tiempo y negarse a adherirse a los métodos tradicionales simplemente porque esa es la forma en que siempre se ha hecho. Los pensadores críticos buscan respuestas y métodos inteligentes y reflexivos que tengan en cuenta toda la información y las prácticas actuales y relevantes disponibles. Tu voluntad de desafiar el status quo puede parecer controvertida, pero es una parte esencial de la mente creativa e innovadora de un pensador crítico.
12. Mente abierta
Ser capaz de alejarse de una situación y no enredarse ayuda a los pensadores críticos a tener una visión más amplia. Los pensadores críticos evitan lanzarse a una discusión frenética o tomar partido; quieren escuchar todas las perspectivas. Los pensadores críticos no sacan conclusiones precipitadas. Abordan una pregunta o situación con una mente abierta y aceptan otras opiniones y puntos de vista.
13. Consciencia de los errores de pensamiento habituales
Los pensadores críticos no permiten que su lógica y razonamiento se vean empañados por ilusiones y conceptos erróneos. Son conscientes de las falacias lógicas comunes, que son errores de razonamiento que a menudo se infiltran en argumentos y debates. Algunos errores comunes al pensar incluyen:
- Razonamiento circular, en el que la premisa de un argumento o una conclusión se utiliza como soporte del argumento en sí.
- Sesgo de atajo cognitivo, en el que te aferras obstinadamente a una opinión o argumento favorito cuando existen otras posibilidades o explicaciones más efectivas.
- Confundir correlación con causalidad. En otras palabras, afirmar que cuando dos cosas suceden juntas, una causa la otra. Sin evidencia directa, esta suposición no está justificada.
14. Pensamiento creativo
Los pensadores críticos eficaces también son pensadores en gran medida creativos. Los pensadores creativos rechazan los formatos estandarizados para la resolución de problemas: piensan fuera de la caja. Tienen una amplia gama de intereses y adoptan múltiples perspectivas sobre un problema. También están abiertos a experimentar con diferentes métodos y considerar diferentes puntos de vista.
La mayor diferencia entre pensadores críticos y pensadores creativos es que la creatividad está asociada con la generación de ideas, mientras que el pensamiento crítico está asociado con el análisis y la valoración de esas ideas. La creatividad es importante para incorporar ideas novedosas; el pensamiento crítico puede traer esas ideas a un enfoque más claro.
15. Comunicadores eficaces
En muchos casos, los problemas de comunicación se basan en la incapacidad de pensar críticamente sobre una situación o verla desde diferentes perspectivas. La comunicación efectiva comienza con un proceso de pensamiento claro.
El pensamiento crítico es la herramienta que utilizamos para construir coherentemente nuestros pensamientos y expresarlos. El pensamiento crítico se basa en seguir el proceso de pensamiento y la línea de razonamiento de otra persona. Un pensador crítico eficaz debe poder transmitir sus ideas de manera convincente y luego absorber las respuestas de los demás.
16. Oyentes activos
Los pensadores críticos no solo quieren transmitir su punto de vista a los demás; también tienen cuidado de participar en la escucha activa y escuchar realmente los puntos de vista de los demás. En lugar de ser un oyente pasivo durante una conversación o discusión, tratan de participar de manear activa.
Hacen preguntas para ayudarles a distinguir los hechos de las suposiciones. Recopilan información y buscan obtener conocimientos mediante preguntas abiertas que indagan más profundamente en el tema.