ChatGPT-4 supera a médicos en diagnóstico, pero enfrenta barreras para su adopción Un estudio revela que el modelo de IA, ChatGPT-4, tiene una capacidad diagnóstica superior a la de médicos, pero enfrenta desafíos en su integración al sector.
La inteligencia artificial (IA) se está consolidando como un aliado invaluable en el campo de la medicina. Sin embargo, su adopción enfrenta limitaciones debido a la desconfianza y falta de capacitación por parte de los profesionales de la salud.
Un estudio realizado en Estados Unidos, compartido por The New York Times, evaluó el desempeño de ChatGPT-4, un modelo desarrollado por OpenAI, en la identificación de enfermedades en comparación con médicos de distintas especialidades.
La investigación, que incluyó a 50 médicos, demostró que ChatGPT-4 logró un 92% de precisión en diagnósticos clínicos trabajando de manera autónoma. Esta cifra superó a los médicos que emplearon métodos tradicionales (74%) y a aquellos que combinaron sus conocimientos con el chatbot (76%).
A pesar de estos resultados, los investigadores resaltaron que el desempeño superior de la IA no se tradujo en una aceptación inmediata por parte del personal médico.
"Muchos no confiaron en los diagnósticos de la inteligencia artificial cuando estos contradecían sus propias ideas preconcebidas", explicó Adam Rodman, coautor del estudio.
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Uno de los mayores obstáculos identificados fue el sesgo de confianza de los médicos, lo que limitó significativamente la utilidad del chatbot. Según los investigadores, esta resistencia se debe, en gran parte, a la falta de capacitación en el uso de herramientas como ChatGPT-4.
En lugar de aprovechar sus capacidades para analizar casos clínicos de forma integral, los médicos lo trataban como un motor de búsqueda convencional, formulando preguntas específicas. Este enfoque restringió el verdadero potencial de la herramienta, según señalaron los autores del estudio.
A diferencia de sistemas computacionales tradicionales diseñados para imitar el razonamiento médico, ChatGPT-4 se basa en análisis de datos y patrones lingüísticos, lo que lo hace más adaptable y versátil para asistir en diagnósticos complejos.
Aunque la IA aún no reemplaza a los médicos, puede actuar como una segunda opinión que mejora la precisión y reduce errores en los diagnósticos. Sin embargo, para maximizar su impacto, es crucial superar las barreras psicológicas y proporcionar capacitación adecuada al personal médico sobre su uso.
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