6 tácticas efectivas para manejar a un jefe tóxico Rescatar tu dignidad de un jefe abusivo es un trabajo difícil.
Por Sherrie Campbell Editado por Dan Bova
Este artículo fue traducido de nuestra edición en inglés.
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¿Trabajas bajo las órdenes de un matón? La forma más sencilla de responder a esta pregunta es comprobar cómo te sientes. Si te sientes intimidado, frustrado y temes entrar a la oficina porque te menosprecian, te humillan, te ignoran y te hacen menos, te encuentras ante un clima laboral hostil.
Por lo general, los jefes que acosan están bajo una gran presión, aman el control y se alimentan de dos cosas: la reacción emocional y la atención. Prosperan gracias al poder que tienen para manipular a los demás. Desafortunadamente, el jefe tóxico puede tener éxito generando miedo en sus empleados, pero también tendrá una vida útil más corta si hablamos de éxito a largo plazo.
Solo debes saber que no estás solo. La razón número uno por la que las personas dejan su trabajo es porque no les agrada su jefe. Existe un jefe tóxico en casi todos los entornos laborales de las empresas estadounidenses. Una encuesta realizada por el Workplace Bullying Institute definió este tipo de abuso emocional en el lugar de trabajo como el "maltrato repetido de un empleado por uno o más empleados o jefes; conducta abusiva que es: amenazante, humillante o intimidante, sabotaje laboral o abuso verbal ". La encuesta encontró que:
- El 61% de los estadounidenses son conscientes del acoso que se da en su lugar de trabajo.
- 60 millones de estadounidenses se ven afectados por el acoso laboral.
- Los jefes comprenden el 61% de los acosadores.
- El 65% de los empleados acosados perdieron su trabajo cuando intentaron detener el acoso.
Lo más importante es que casi el 40% de las personas víctimas del acosador experimentan problemas de salud relacionados con el estrés, entre estos, ansiedad debilitante, ataques de pánico y depresión clínica (39%).
1. Enfócate en tu trabajo y no en tu jefe
Es poco probable que un acosador cambie su comportamiento, por lo que tu primera opción es trabajar para cambiar el tuyo. En lugar de concentrarte en el jefe que está tratando de intimidarte, concéntrate en tus funciones. Tienes control directo sobre tu desempeño, así que asegúrate de concentrarte en lo correcto, que es tu trabajo, no en tu jefe.
Mientras más poder emocional le des a tu jefe tóxico, más serás su objetivo. Un acosador está más interesado en tu vibra que en analizar tu desempeño. Si tu jefe no consigue hacer contacto visual contigo, no recibirá la invitación para entrar en tu espacio emocional. Cuando te concentras únicamente en tus tareas, dejas de percibir una sensación de miedo y ansiedad por obtener la aprobación de tu jefe.
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2. Comprende al matón
El jefe matón en esencia en realidad es una persona insegura y manipuladora que hace berrinches, es egoísta e inmadura. La mayoría no toleraría ese tipo de comportamiento en sus propios hijos y tampoco deberían tolerar este trato por parte de su jefe. El problema es que él tiene mucho control sobre tu puesto, por esta razón, no puedes enfrentarte al fuego con fuego.
Los jefes tóxicos manipulan su arsenal de demandas con tal rapidez que se dificulta cumplir sus expectativas o seguirles el paso. Es recomendable tomar notas detalladas con horas, fechas y detalles de las conversaciones que has tenido con él. Esto te ayuda a concentrarte en la tarea y tendrás evidencia de lo que se dijo y solicitó, cuándo y en qué fecha, para cuando tengas que aclararlo. Llevar este registro te ayuda a mantenerte concentrado en los hechos y fuera del drama emocional.
Estas notas también mantienen a tu jefe bajo control por temor a que puedas denunciarlo a recursos humanos. Tomar notas te permite mantenerte organizado e interactuar con tu jefe tóxico bajo tus propios términos.
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3. Establece límites silenciosos
El lenguaje corporal es una excelente manera de lidiar, de forma silenciosa pero efectiva, con un jefe matón. Aleja tu cuerpo de tu jefe cada vez que puedas, dale la espalda o párate de lado en todo momento. Cuando tengas que estar cara a cara con él, levanta el pecho y la barbilla. Esta postura comunica, con suavidad, pero con firmeza, que estás abierto a hablar y que no te sientes intimidado.
A los matones les encanta ver a la gente acobardarse. Cuando tu jefe tóxico te persigue agresivamente, es natural que te acobardes; esta postura te permitirá tomará el control cuando estés bajo el asedio de emociones como la vergüenza o la humillación. Cuando te concentras en tu lenguaje corporal, sin darte cuenta tomas ventaja. Tu jefe tóxico se dará cuenta de que tienes una vibra más fuerte y, naturalmente, responderá de manera menos agresiva. El lenguaje corporal es más poderoso que las palabras ya que el agresor puede darles la vuelta y usarlas en tu contra; con el lenguaje corporal no puede.
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4. Establece límites verbales
Analiza cómo te trata tu jefe de manera objetiva, haz una lista de los hechos. Dirás menos y lograrás más cuando te acerques a él con hechos y una postura física fuerte. Cuanto más nerviosos estamos, más tendemos a hablar. Cuando identifiques hechos concretos, establecerás mejores límites. Puedes apegarte a los hechos sin tratar de convencer a tu jefe de nada ni apelar a su empatía o comprensión.
El conocimiento es poder y los hechos son el conocimiento que necesitas. Debes informarle a tu jefe que ya no tolerarás los hechos negativos de tu lista en términos de cómo te trata. Si tu jefe discute o comienza a comportarse mal, termina la conversación y dirígete a la persona que está por encima de él. Dile que como no puedes comunicarte racionalmente con él, abordarás tus inquietudes con alguien más.
5. Construye una red
Es importante que te mantengas en comunicación con otros empleados que también son blanco del mal trato de tu jefe. Anímalos a documentar las fechas, horas y conversaciones que tengan con él. Cuantas más personas participen en la documentación de los hechos, más fuerte será el caso ante recursos humanos para que intervengan y, posiblemente, busquen capacitar o despedir al jefe tóxico. Cuanta más evidencia se entregue a recursos humanos, de distintas fuentes, más claro será el diagnóstico del patrón de abuso para tratarlo.
6. Informa a la gerencia y a Recursos Humanos sobre el comportamiento del acosador
Entrega a sus superiores y a recursos humanos, la documentación sobre las reuniones con tus compañeros de trabajo y tu jefe, explícales que han hecho todo lo que pueden hacer por su cuenta para hacer frente y mitigar su comportamiento abusivo. Explica el impacto que ha tenido el acoso en tu salud física, emocional y mental, además de cómo ha afectado negativamente tu desempeño. Presenta una denuncia formal y permite que recursos humanos inicie una investigación. Mientras tanto, es posible que debas tomar una licencia pagada para evitar aún más abusos una vez que tu jefe sepa que está siendo investigado o, si es posible, continuar trabajando como siempre y darle a tu jefe la oportunidad de mostrar algún cambio.