Cómo construir la fortaleza mental que necesitas para superar los desafíos empresariales Cuando la crisis llega, los líderes deben de ser honestos sobre lo que ven en el espejo.

Dicen que el espejo nunca miente, pero yo añadiría una cosa: las personas pueden mentirse a sí mismas sobre lo que ven en su reflejo. Uso esta analogía porque, después de un fracaso o revés, la primera tarea de los líderes empresariales es enfrentar los hechos.

Steve Jobs lo hizo cuando se reincorporó a Apple después de perder una batalla en la sala de juntas y salir de la empresa. Elon Musk lo hizo cuando uno de sus lanzamientos de SpaceX falló. Mary Barra lo hizo pocos días después de asumir como CEO de General Motors y enfrentó el mal funcionamiento del interruptor de encendido que causó 124 muertes.

Lo llamo fortaleza mental.

Harvard Business Review lanzó el CEO Genome Project para demostrar que las cualidades de un director ejecutivo exitoso no necesariamente corresponden a la imagen popular del líder impecable. Lo que estas personas tienen en común es la capacidad de ser muy realistas respecto a los contratiempos. Como CEO, digo que la verdadera fortaleza mental es la determinación para enfrentar los desafíos de manera objetiva y persistir en encontrar soluciones.

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Negar no es una opción

Si el objeto frente al espejo representa la realidad, la imagen en el espejo representa el lente subjetivo a través del cual percibimos la realidad. Así que, la fortaleza mental es la capacidad, en primer lugar, de separar los hechos de las influencias que distorsionan lo que vemos, como sesgos inconscientes, emociones y autocrítica negativa.

Es cómo manejas el fracaso lo que define tu liderazgo, no el "fracaso" en sí.

A veces, el fracaso en sí es subjetivo, y el revés de una persona puede ser el desastre de otra. Pero si miramos directamente en ese espejo, encontraremos algunos ejemplos comúnmente aceptados de fracaso: como no cumplir con tu plan de negocios, perder un cliente clave o no alcanzar tu objetivo de ventas después del lanzamiento de un producto. Barra enfrentó una verdadera pesadilla de relaciones públicas cuando asumió el puesto y se vio obligada a comenzar a retirar vehículos del mercado en 2014.

Ella sabía que negar no era una opción. Después de lanzar una investigación encabezada por un exfiscal de Estados Unidos, se descubrió que los empleados habían tenido demasiado miedo como para expresar sus preocupaciones sobre seguridad, y Barra comenzó a desmantelar la cultura tóxica de burocracia de GM. Esta experiencia muestra que todo buen líder probablemente enfrentará el fracaso en algún momento de su carrera. Pero es cómo manejas el fracaso lo que define tu liderazgo, no el "fracaso" en sí.

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Evalúa qué salió mal

Sabemos que Jobs regresó a Apple a pesar de la indignidad de haber sido expulsado de su propia empresa. Mientras estuvo fuera, fundó la compañía de computadoras y software NeXT, usando $12 millones de dólares de su propio dinero, pero la empresa nunca despegó realmente. ¿Fracaso? Terminó vendiendo NeXT a Apple por $429 millones de dólares y regresando como CEO de la empresa.

Jobs nunca permitió que sus emociones determinaran lo que sucedería a continuación. Hay tres pasos básicos que los líderes pueden tomar para asegurarse de que el "fracaso" no sea la última palabra:

1. Primero, averigua qué sucedió. ¿Qué pasaste por alto? ¿Qué no lograste? Luego, acepta la realidad del fracaso, contratiempo o error.
2. Entiende por qué sucedió. ¿Cuáles son las piezas que le faltan al rompecabezas y que causaron el fracaso?
3. Se dice fácil, pero ahora hay que solucionar el problema.

Nada de esto es posible si el líder no separa los hechos de las emociones, porque solucionar lo que llevó al fracaso no se trata de lo que las personas sienten sobre lo sucedido. Se trata de evaluar la situación y de actuar.

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Mantente abierto a diferentes puntos de vista

A veces, la acción para abordar un fracaso debe ser rápida, firme y deliberada. Barra no perdió tiempo en transformar GM e incluso instaló una línea directa para que los empleados expresaran preocupaciones inmediatas sobre la seguridad de los vehículos. Otras veces, puede ser necesario un enfoque innovador que desafíe la acostumbrado.

Todo se reduce al grado de correlación entre el objeto y la imagen (qué tan bien se comprende la realidad), pero es aquí en donde puede volverse complicado. Un artista puede parecer tener una correlación más baja porque está mirando a través del lente de su rico mundo interior. Cómo valoramos esa visión depende de lo que estamos priorizando: ¿precisión o visión? ¿Convención o pensar fuera de la caja?

Ambas cosas no tienen que ser mutuamente excluyentes. Harvard Business Review encontró que los CEOs que equiparaban los reveses con el fracaso tenían un 50% menos de posibilidades de prosperar. Estas son personas que ven los hechos, pero enmarcan los desafíos como una oportunidad para cambiar su enfoque. Los innovadores y visionarios también son capaces de ver más allá de lo que se presenta.

Por ejemplo, la preferencia de Jobs por interfaces minimalistas y fáciles de usar, y una huella de características más pequeña, generó escepticismo al principio, pero terminó por definir los icónicos productos de Apple. En otras palabras, mantenerse fiel a uno mismo mientras se conserva la capacidad de enfrentar los hechos de manera objetiva es el tipo de fortaleza mental que distingue a los líderes.

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Espejito, espejito: ¿Quién es el más brillante de todos?

El cohete Falcon 9 de Musk explotó en la plataforma de lanzamiento y se llevó consigo la carga: un satélite de comunicaciones de casi $200 millones de dólares. Él reconoció problema, solucionó los defectos de ingeniería y siguió adelante. De hecho, el "fracaso" permitió a SpaceX asumir más riesgos en el proceso de desarrollo y ahorrar dinero a largo plazo. Un buen líder nunca se aleja de la verdad. Algunos la abrazan.

El mismo año en que GM retiró más de 30 millones de vehículos, la empresa estableció ventas récord, y su imagen se transformó interna y externamente. Como dijo Barra sobre la crisis de retirada: "Nunca quiero dejar esto atrás. Quiero poner esta dolorosa experiencia permanentemente en nuestra memoria colectiva". Eso es fortaleza mental.

El espejo en sí es solo un sistema óptico (uno imperfecto) que nos ayuda a aprender sobre cómo interpretamos la realidad. El líder con fortaleza mental acepta los hechos, pero luego hace lo que sea necesario para crear una nueva realidad a favor de su empresa.