Deja atrás la mentalidad de "fingir hasta lograrlo" — esta es la razón por la que necesitas ser honesto sobre tus debilidades La vulnerabilidad suele ser más natural después del éxito, pero ser vulnerable sobre tus debilidades debe ser lo primero que hagas como dueño de un negocio. Aquí te explicamos por qué.
Por Ryan McGrath
Key Takeaways
- La vulnerabilidad no es una debilidad, sino una poderosa herramienta para aprender, construir relaciones y abrir oportunidades de crecimiento.
- Cambiar el enfoque de "fingir hasta que lo logres" hacia la vulnerabilidad puede prevenir el agotamiento y fomentar conexiones genuinas.
- Pedir ayuda, admitir errores y buscar retroalimentación son formas prácticas de aprovechar la vulnerabilidad para avanzar en tu carrera.
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¿Y si te dijera que una de las claves para el éxito no es la confianza ni la maestría, sino la vulnerabilidad? Seguido escuchamos sobre la importancia de la vulnerabilidad de personas con credibilidad incuestionable: un atleta condecorado, un CEO innovador, un músico talentoso. Ellos nos dicen que la vulnerabilidad es la pieza clave para el crecimiento y las conexiones significativas.
Sin embargo, existe una paradoja: la vulnerabilidad suele ser más común después del éxito, pero ¿qué ocurriría si fuera antes? En este artículo, exploraremos cómo los beneficios de adoptar la vulnerabilidad al inicio de tu carrera aceleran el crecimiento, fomentan la creación de relaciones y, eventualmente, crean oportunidades más significativas.
Vulnerabilidad como resultado del éxito
La trayectoria tradicional implica que los líderes en sus respectivos campos discuten sobre la vulnerabilidad y su importancia una vez que han alcanzado el éxito. Es como si la vulnerabilidad —y, por extensión, la debilidad percibida— solo fuera permitida cuando se ha confirmado una base sólida de éxito. Solo entonces parece lo suficientemente seguro bajar la guardia, admitir debilidades o compartir historias de fracasos pasados. Este fenómeno genera la idea errónea de que la vulnerabilidad solo está reservada para aquellos con experiencia comprobada. Esto no podría estar más lejos de la realidad.
La trampa de fingir hasta lograrlo
Aunque la confianza es importante en los negocios y en la vida, el término popular "finge hasta lograrlo" anima a las personas a ocultar lo que no saben, haciéndoles proyectar una falsa competencia. Este enfoque tiene un costo oculto. Esta mentalidad puede llevar al agotamiento, a episodios de síndrome del impostor y, lo más importante, a perder oportunidades de aprendizaje, especialmente al inicio de tu carrera. Fingir competencia evita que las personas hagan preguntas inteligentes, busquen mentores y construyan conexiones auténticas. Los profesionales en etapas tempranas que sienten presión por aparentar conocimiento, al final, lucharán más con el estrés y la satisfacción laboral.
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La importancia de la vulnerabilidad antes del éxito, no solo después
Ahora imagina una cultura en la que se fomente la vulnerabilidad desde el primer día. ¿Cuáles serían algunos de los beneficios de este hipotético cambio?
- Aprendizaje acelerado: Los gerentes y supervisores efectivos no esperan que lo sepas todo desde el primer día. En cambio, quieren ver si puedes hacer preguntas inteligentes, recopilar evidencia crítica y resolver problemas con los recursos disponibles. Las personas que hacen más preguntas y admiten cuando no saben algo tienden a aprender más rápido y retener la información por más tiempo.
- Construcción de relaciones: Ser tú mismo en el trabajo es fundamental. Fingir competencia solo impide que se formen relaciones profundas con supervisores y compañeros. Ser honesto sobre tus fortalezas y debilidades fomenta conexiones más genuinas y profundas con aquellos con quienes trabajas.
- Oportunidades de crecimiento: Los líderes quieren ayudar a quienes tienen un fuerte deseo de aprender y mejorar. Al estar abierto a la retroalimentación y buscar constantemente formas de invertir en uno mismo, se encontrarán más oportunidades para aquellos dispuestos a ser vulnerables desde temprano. Estas oportunidades incluyen mentorías, nuevos roles o capacitación y desarrollo patrocinados.
Reflexionando sobre mi propia carrera, me hubiera gustado mostrar algo de la vulnerabilidad que ahora tengo cuando apenas comenzaba. Es fácil caer en la mentalidad de resolverlo todo por tu cuenta y, aunque ser autosuficiente es importante, hubiera aprendido mucho más —mucho más rápido— si hubiera sido honesto sobre los conocimientos y habilidades que necesitaba desarrollar desde el principio.
Consejos prácticos para abrazar la vulnerabilidad desde el inicio
Independientemente de tu nivel actual de éxito, hay muchas formas de aprovechar la vulnerabilidad a tu favor:
- Pide ayuda: Al igual que hacer preguntas, buscar ayuda de colegas y mentores te posiciona para el éxito a largo plazo. Acércate a personas en tu red, asiste a entrevistas informativas y pide consejos sin filtro.
- Comparte tu camino: Habla abiertamente sobre lo que estás aprendiendo o, más específicamente, sobre aquello con lo que estás luchando, para invitar a conversaciones y oportunidades de apoyo.
- Admite errores: Cuando algo sale mal, no lo ignores. Úsalo como una oportunidad para descubrir qué falló y cómo evitar que vuelva a suceder.
- Busca retroalimentación: Una de las mejores maneras de aprender y mejorar es reflexionar sobre dónde pueden haber salido mal las cosas. Mientras que la retroalimentación sobre lo que haces bien es agradable, enfocarte en las áreas que necesitan mejorar es donde ocurre la verdadera transformación. Demuestra que eres receptivo y que estás dispuesto a crecer, aunque signifique tener una conversación incómoda.
El malestar y la vulnerabilidad impulsan el éxito duradero
Imagina lo que se podría lograr si la vulnerabilidad no se viera como un subproducto del éxito, sino como el catalizador que lo impulsa. Al acelerar el aprendizaje, profundizar las conexiones y crear nuevas oportunidades, la vulnerabilidad es una fortaleza que a menudo se pasa por alto. Como dijo la ex CEO de IBM, Ginni Rometty, "El crecimiento y la comodidad no coexisten".
Aunque ser vulnerable —particularmente al inicio de una carrera— puede ser intimidante e incómodo, tiene el potencial de generar resultados duraderos y significativos. En última instancia, la verdadera fortaleza no radica en tener todas las respuestas, sino en el valor de admitir lo que no sabes y la disposición de crecer a partir de ahí.
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