Steve Ballmer supera a Warren Buffett: su poco convencional estrategia de inversión El exCEO de Microsoft, con una fortuna de $151,000 millones de dólares, confiesa que su enfoque poco ortodoxo lo mantiene como uno de los hombres más ricos del mundo.
Steve Ballmer, exdirector ejecutivo de Microsoft, ocupa el noveno lugar en el Índice de Multimillonarios de Bloomberg. Con una fortuna de $151,000 millones de dólares, supera al reconocido inversor Warren Buffett por casi $10,000 millones. Pero, ¿qué hace que el enfoque de Ballmer sea tan singular?
En una entrevista con el Wall Street Journal, Ballmer compartió detalles sobre su estrategia de inversión. Aunque se inspira parcialmente en Buffett, quien aboga por los fondos de índice como una opción segura para la mayoría, Ballmer elige un camino distinto: más del 80 % de su cartera está invertida en acciones de Microsoft.
"Microsoft superó a casi todos los demás activos que podría haber tenido", declaró Ballmer. Y aunque no reveló el tamaño exacto de su participación actual en la empresa, documentos de 2014 indican que poseía 333 millones de acciones, lo que en ese momento representaba el 4% de Microsoft.
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La estrategia de Ballmer desafía la sabiduría convencional, que recomienda diversificar inversiones para reducir riesgos. Mientras que muchos multimillonarios prefieren activos no líquidos como bienes raíces o capital privado, Ballmer afirmó que está "abandonando en su mayoría el capital privado". En el pasado intentó diversificar, pero, según él, le resultó difícil encontrar gestores que consistentemente superaran al mercado.
"La única acción que realmente estudio todavía es Microsoft, porque sigue siendo abrumadoramente, abrumadoramente, abrumadoramente lo número uno que tengo", declaró el exCEO.
Con las acciones de Microsoft subiendo un 16.1% este año, parece que su fidelidad al gigante tecnológico sigue rindiendo frutos.
A pesar de su impresionante riqueza, Ballmer atribuye su éxito en gran medida a la suerte. "Tuve suerte, esencialmente, al escuchar a las personas adecuadas. Pero también tuve suerte en mi lealtad a la empresa y en no querer ser un vendedor como líder del negocio. Resultó ser también una gran inversión".
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