La guía definitiva para nuevos gerentes ¡Felicidades… estás a cargo! ¿Ahora qué?
Por John Rampton
Key Takeaways
- Esta guía ofrece consejos esenciales para los gerentes primerizos sobre cómo enfrentar los desafíos de liderazgo, desarrollar un estilo de gestión, generar confianza y ayudarle a tu equipo a crecer.
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Dar el salto de ser un colaborador individual a ser un gerente es un hito importante en la carrera de una persona. Al mismo tiempo, esta transición hacia lo desconocido puede resultar emocionante o incluso aterradora. Después de todo, a diferencia de la emoción del éxito individual, ahora estás liderando a un equipo. Otras personas dependen de ti. Puede sentirse como si te lanzaran al fondo de una alberca cuando no sabes nadar.
Entonces, ¿te estás preparando para saltar por primera vez al mundo de la gestión? ¿Estás listo para entrarle de lleno? Aquí tienes todo lo que necesitas para mantenerte a flote y navegar por las aguas del liderazgo como todo un profesional.
Comprender tu nuevo rol
El primer paso para convertirte en un gerente eficaz es entender el alcance de tu nuevo rol. Como gerente, debes tener un enfoque completamente diferente. En lugar de realizar tareas individuales, ahora te tocará orquestarlas. Eso significa que tus principales objetivos deben centrarse en las personas. Algunos de estos incluyen:
- Establecer metas y objetivos. La investigación muestra que los empleados prosperan cuando están alineados con metas claras. Al establecer objetivos de equipo que se alineen con los de la organización, creas una fuerza laboral más comprometida y mejoras su rendimiento.
- Construir y mantener relaciones. Fomentar la confianza y la colaboración es esencial. Actividades como salidas o talleres pueden crear ambientes laborales positivos y mejorar las relaciones.
- Delegar tareas. La delegación efectiva empodera a los miembros del equipo, mejora la moral y aumenta la eficiencia.
- Proporcionar retroalimentación y coaching. La retroalimentación regular ayuda a identificar fortalezas y áreas de mejora, y alinea los esfuerzos individuales con los objetivos del equipo.
- Tomar decisiones importantes. Cuando las apuestas son elevadas, es fácil paralizarse ante las decisiones. Sin embargo, los gerentes deben decidir. Tomar una decisión, implementarla y seguir adelante son todos pasos en la dirección correcta.
Desarrollar tu estilo de gestión
Al asumir un puesto de gestión, tendrás la oportunidad de desarrollar tu propio estilo de liderazgo. Experimenta con diferentes enfoques hasta encontrar el que funcione para ti y tu equipo. Sin embargo, para ser eficaz, tu estilo de gestión debe ser auténtico.
A continuación, algunos ejemplos de estilos de gestión comunes que puedes probar:
- Autoritario: En este estilo, las expectativas se establecen claramente y las decisiones se toman de manera independiente. Es útil para decisiones rápidas, pero también puede sofocar la creatividad.
- Democrático: Se fomenta la colaboración y el aporte del equipo. Sin embargo, puede ser un proceso que consuma mucho tiempo.
- Laissez-faire: En este estilo, los miembros del equipo tienen una orientación mínima y pueden trabajar de manera independiente. Los equipos con altos niveles de experiencia pueden beneficiarse de este proceso. Sin embargo, requiere una cuidadosa gestión.
- Transformacional: Esta filosofía de gestión anima a los empleados a mejorar el futuro de la empresa mediante la innovación y el desarrollo de nuevas formas. Esto empodera a los empleados para que hagan preguntas, piensen de manera crítica y tomen decisiones. Sin embargo, tanto líderes como empleados pueden agotarse debido a las altas expectativas y la constante comunicación.
Sea cual sea el estilo de liderazgo que elijas, es importante ajustarlo según la situación y las personas que gestionas.
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Generar confianza y credibilidad
Ganarte la confianza de tu equipo resulta primordial. Aunque, en general, esto suele ser un desafío, es especialmente difícil cuando te ascienden. Las relaciones cambian inevitablemente cuando eres gerente, especialmente si estás liderando a excolegas. Establece expectativas claras, habla con tu equipo desde un principio y reconoce el cambio. Evitarás malentendidos si te comunicas de manera abierta.
Además, puedes generar la confianza de tu equipo y mejorar las relaciones al:
- Ser transparente. La comunicación abierta y honesta fomenta la confianza y la colaboración.
- Escuchar activamente. Mostrar interés genuino en las perspectivas de tu equipo genera confianza y respeto.
- Evitar la microgestión. Empodera a tu equipo confiando en que tomarán sus propias decisiones.
- Reconocer errores. Los errores se convierten en oportunidades de aprendizaje cuando muestras vulnerabilidad. También alientan a los empleados a correr riesgos e innovar cuando los líderes muestran vulnerabilidad.
- No apresurarte a hacer promesas. Al principio, puedes sentir la necesidad de hacer cambios importantes. Sin embargo, no te comprometas en exceso. Si no cumples tus promesas, tu credibilidad se verá afectada.
Desarrollar tu equipo
Como gerente, desafiar a tu equipo y apoyar su crecimiento es una de tus principales responsabilidades. Para lograrlo, debes proporcionarles las herramientas, recursos y apoyo que necesitan. Aquí hay algunos consejos para lograrlo:
- Proporcionar retroalimentación regular. Crea una cultura de crecimiento ofreciendo y recibiendo retroalimentación constructiva. Establece un momento y lugar para estas conversaciones, asegurándote de que sean regulares y predecibles. Convierte las sesiones de retroalimentación en un diálogo donde los miembros del equipo se sientan cómodos compartiendo sus perspectivas. Esto permite que tanto gerentes como empleados crezcan juntos.
- Ofrecer oportunidades de coaching y mentoría. Esto se puede lograr mediante sesiones individuales de coaching donde ayudas a los miembros del equipo a establecer metas y crear planes de acción. La mentoría puede involucrar emparejar a empleados menos experimentados con colegas más veteranos, facilitando la transferencia de conocimientos y el desarrollo profesional.
- Ser un guía, no solo un instructor. Fomenta el pensamiento crítico haciendo preguntas en lugar de proporcionar todas las respuestas.
- Delegar tareas desafiantes. Puedes fomentar la responsabilidad y el crecimiento en tu equipo confiando en ellos con nuevas responsabilidades. Además, los miembros del equipo pueden crecer y aprender en este entorno.
- Celebrar los éxitos. Motiva a tu equipo reconociendo y premiando sus logros, por ejemplo, mencionándolos en reuniones.
Superar desafíos comunes
Es común que los nuevos gerentes enfrenten desafíos únicos. Aquí algunos consejos para sortearlos:
- Gestionar a excompañeros. Sé justo con todos, establece límites claros y mantén la comunicación abierta.
- Manejar conversaciones difíciles. No abordes el problema hasta haberlo pensado bien. Durante la conversación, mantente empático pero directo. Después, enfócate en encontrar una solución.
- Resolver conflictos. Siempre habrá conflictos en el trabajo. Como gerente, necesitas abordarlos de manera rápida y eficaz. Los desacuerdos deben manejarse de manera justa y pronta para mantener un equipo armonioso.
- Equilibrar autoridad y accesibilidad. Sé confiado y solidario mientras mantienes una comunicación abierta.
- Dominar la gestión del tiempo. Como gerente, tu tiempo será muy demandado. Por esta razón, la gestión del tiempo es esencial para equilibrar tus diversas responsabilidades. Prioriza tareas, delega y utiliza herramientas de gestión del tiempo para administrar tu tiempo de manera efectiva.
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Dale tiempo al autocuidado
El estrés es parte de ser gerente. Por eso es importante cuidar tu salud mental y física. De hecho, según el Índice de tendencias laborales de Microsoft, publicado en septiembre de 2022, más de la mitad de los gerentes (53%) dicen estar agotados.
A continuación algunas formas de practicar el autocuidado:
- Prioriza el equilibrio entre la vida laboral y personal. Establece límites claros entre el trabajo y el tiempo personal, asegurando que tu equipo y tú tengan períodos dedicados para descansar y rejuvenecer. Fomenta arreglos de trabajo flexibles y modela un estilo de vida equilibrado para crear un entorno de apoyo que valore tanto la productividad como el bienestar.
- Practica la gestión del estrés. Prueba técnicas de relajación como la meditación, ejercicios de respiración o yoga.
- Haz ejercicio. Participa en actividades físicas regulares.
- Duerme bien. Prioriza el sueño. Lo ideal es dormir entre ocho y diez horas por noche.
- Establece una red de apoyo. Crea una red sólida de amigos, familiares y mentores para recibir consejos y apoyo.
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Aceptar el desafío
Los nuevos gerentes enfrentan muchos desafíos, pero también muchas recompensas. Al aprender los matices de tu nuevo rol, construir relaciones sólidas y desarrollar habilidades esenciales, podrás navegar por este nuevo terreno con confianza.
Es importante recordar que cada desafío es una oportunidad de crecimiento. Si abrazas el viaje, sin duda serás exitoso y respetado.