El modelo EBCT del Tecnológico de Monterrey, donde se potencian las ideas de base tecnológica El crecimiento de startups tecnológicas en América Latina destaca el papel crucial de los Emprendimientos de Base Científico-Tecnológica (EBCT), como evidencia el caso del Tec de Monterrey.
Por Stiven Cartagena Editado por Eduardo Scheffler Zawadzki
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Los avances científicos y tecnológicos han demostrado ser los pilares fundamentales del progreso económico en la sociedad moderna gracias a la capacidad de generar, distribuir y aprovechar el conocimiento, mejorando el crecimiento económico de toda la región.
Por eso, los Emprendimientos de Base Científico-Tecnológica (EBCT) se han destacado como un factor importante en este avance. Un informe de la consultora IDC deja en evidencia que las startups de base tecnológica en América Latina experimentaron un crecimiento del 50% en inversiones en 2022, donde destacan países como México y Colombia.
Precisamente el éxito de este tipo de proyectos tecnológicos llega en un momento en el que se están creando mayores oportunidades para aquellos emprendedores que tienen ideas de base científico-tecnológicas.
Como ejemplo se encuentra la iniciativa que se está llevando a cabo en el Tecnológico de Monterrey junto con la Dirección de Transferencia de Tecnología (DTT). El programa se enfoca en fortalecer las capacidades de las ideas desde su formación, proporcionando mentores nacionales e internacionales para llevar a cabo con éxito el proyecto.
"Para el Tec de Monterrey, el tener este Centro de Excelencia representa el enfoque en impulsar emprendimientos de alto impacto basados en ciencia, tecnología e innovación, así como un aspecto relevante para el fortalecimiento del ecosistema emprendedor en México", dice Odille Sánchez, líder del programa.
De la idea a la transformación
El modelo EBCT que se trabaja en el Tecnológico de Monterrey está compuesto de tres fases esenciales: encontrar, balancear y crear y transformar. En un ecosistema de emprendimiento basado en la innovación, todo comienza con la concepción de una idea que aborda un problema específico. Esta idea se somete a un proceso de validación para determinar su potencial. Simultáneamente, cada proyecto se documenta, formando una fuente de información vital para mejorar los procesos continuamente.
En esta primera etapa, si la idea se valida como una oportunidad real, se inicia una ruta de desarrollo. Si no es el caso, la idea se documenta como parte de la investigación en curso. Un ejemplo práctico es el desarrollo de simuladores de cirugías de nueva generación que ya se llevó a cabo a través del programa.
En ese caso, un equipo interdisciplinario de investigadores combinó medicina, machine learning (ML), robótica y realidad inmersiva para crear simuladores que permiten un entrenamiento hiperrealista sin riesgos para el paciente.
"Realizamos este acompañamiento a través de una estrategia que involucra la articulación de distintos actores del ecosistema, como lo son cadenas de valor, fuentes de capital, sinergias, recursos y expertos, de la mano de un acompañamiento personalizado implementando una metodología integral que contempla el desarrollo del producto, a la par de una estrategia comercial, aspectos legales y regulatorios, capacidad operativa, estrategia de capital y desarrollo organizacional", explica Sánchez.
A medida que la solución avanza por fases de maduración, prototipado y pruebas, se transforma en un producto mínimo viable que puede ser validado, en caso de no superar esta fase, el desarrollo queda suspendido hasta que pueda superar la evaluación.
Una vez validado con éxito, se desarrolla una estrategia de negocio para llevar la innovación a la sociedad.
Contribuyendo al futuro del emprendimiento
Con esta iniciativa, la universidad busca realizar el lanzamiento de convocatorias para el escalamiento y aceleración de proyectos. Además, el objetivo es poder vincular el talento y los proyectos de la institución con los ecosistemas de innovación y emprendimiento a nivel nacional e internacional.
Otro de los fundamentos que tiene la iniciativa es atraer la mirada de fondos nacionales e internacionales para el escalamiento y la aceleración de proyectos de innovación creados en el laboratorio de la universidad. Asegurar la comercialización y transferencia de tecnología, mediante licenciamiento y el desarrollo de startups, completa el ciclo para garantizar que las innovaciones lleguen al mercado y generen un impacto real.
Finalmente, Odille explica que entre los próximos objetivos del Centro de Excelencia se encuentra el enfoque en seguir potenciando nuevas startups locales: "las próximas metas que tenemos se enfocan en incrementar los casos de éxito que tienen las startups que atendemos y el potenciar iniciativas que incentiven la conexión y participación de los distintos actores del ecosistema de emprendimiento".
La metodología implementada destaca la identificación de tecnologías con alto potencial de transferencia y la formación de equipos capaces de llevar estas iniciativas al mercado. Esto se logra a través de procesos de validación temprana en colaboración con la industria y el ecosistema de venture capital.
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