Esta neuropsicólogo revela una forma 'contraintuitiva' de combatir cualquier relación tóxica Julia DiGangi, autora de 'Energy Rising', nos dice cómo trabajar las dinámicas de relación más difíciles.
Por Amanda Breen Editado por Eduardo Scheffler Zawadzki
La toxicidad en el lugar de trabajo podría estar perjudicando tu salud física y mental.
Según The Washington Post, el año pasado, el cirujano general de Estados Unidos, Vivek H. Murthy, advirtió que los entornos de trabajo abusivos podrían tener un efecto negativo en la salud humana y describió varias formas de abordar el problema, desde la armonía entre el trabajo y la vida personal hasta la oportunidad de crecimiento.
Por supuesto, para resolver un problema, primero debemos reconocerlo: ¿Cómo podemos saber si estamos atrapados en un entorno profesional tóxico?
Según la Dra. Julia DiGangi, neuropsicóloga y autora del libro Energy Rising, los lugares de trabajo tóxicos son causados por relaciones tóxicas en el ambiente laboral, y la sensación de "desempoderamiento" se encuentra en la raíz del problema. Esencialmente, se trata de una combinación de nuestro cerebro experimentando sentimientos negativos (ansiedad, miedo, estrés, etc.) y la idea de que no tenemos forma de salir de la situación, dice ella.
"Las relaciones tóxicas en el lugar de trabajo no van a ser litigadas en los tribunales; van a ser procesados por tu sistema nervioso", explica DiGangi. "Entonces, no importa realmente si estás o no en una relación 'tóxica'. En el momento en que te preguntas, '¿es esta una relación tóxica?', ya estás recibiendo una cantidad significativa de angustia emocional".
DiGangi asesora a muchos líderes y dice que el problema número uno que sus clientes quieren abordar es el estrés en las relaciones con sus compañeros de trabajo.
Afortunadamente, una vez que determinas que una relación no te está sirviendo, puedes tomar algunas medidas prácticas para mejorar la dinámica. Pero DiGangi señala que liderarse a uno mismo en relaciones difíciles a menudo implica confiar en estrategias "contraintuitivas".
Un enfoque efectivo pero contrario a la intuición implica reclamar tu poder preguntándote "suavemente" a ti mismo: ¿cuáles son las formas en que estoy contribuyendo a la dinámica de esta relación?
"Se nos puede infligir mucho dolor en nuestras relaciones; esto es, por ejemplo, lo que es el trauma interpersonal", dice DiGangi. "Sin embargo, una cantidad significativa de dolor en las relaciones viene cuando nos abandonamos a nosotros mismos".
DiGangi sugiere hacerse estas cinco preguntas para reflexionar.
¿Muchas veces quieres decir "no" pero en lugar de ello dices que sí?
¿Quieres descansar, pero te excedes trabajando?
¿Quieres decir algo, pero lugar de hablar te quedas con la boca cerrada?
¿Quieres confiar en ti mismo, pero en cambio le haces caso a demás?
¿Quieres respetar tus límites, pero en lugar de ello complaces a los otros?
"Algo sorprendentemente tranquilizador y empoderador sucede cuando reconocemos que a menudo somos los principales perpetradores de nuestra miseria", dice DiGangi. "Una característica clave de las relaciones 'tóxicas' es la falta de control. Cuando aclaramos las formas en que nos causamos dolor a nosotros mismos, nos damos cuenta de que tenemos mucho poder para llegar a una solución duradera, y esto, con el tiempo, genera un profundo alivio".
DiGangi dice que la mayoría de las relaciones, incluyendo las profesionales, no están destinadas a durar para siempre, y cuando terminen, saldrás "emocionalmente más fuerte o emocionalmente más débil".
"Cuando dejamos las relaciones desde un lugar de deseo, nos vamos porque queremos cosas más satisfactorias y expansivas para nosotros mismos", explica DiGangi. "Por ejemplo, tal vez desees conexiones más profundas, más trabajo creativo, más aventura, más juego o conversaciones más satisfactorias. Estas son razones hermosas y empoderadoras para irse".
Alternativamente, irse envuelto "en la energía de la culpa", con acusaciones y amargura, debilita nuestro poder emocional, dice DiGangi, "lo que luego, irónicamente, profundiza la sensación de impotencia de la que estamos tratando de escapar".