Cómo desde una plataforma de e-commerce se está empoderando a las mujeres artesanas de Turquía Demet Sabancı es la fundadora de Shopsa, una plataforma que permite a las mujeres turcas colocar sus productos artesanales en el mercado nacional e internacional, generando visibilidad para sus comunidades y aportando valor a la cultura local.
Por Stiven Cartagena Editado por Eduardo Scheffler Zawadzki
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En Latinoamérica hay más de 2.5 millones de organizaciones sin fines de lucro (ONG). Este tipo de entidades nacieron con el objetivo de desarrollar una función social, principalmente porque los proyectos originan cambios positivos en cierta población.
Este tipo de organizaciones obtuvo protagonismo hace apenas dos o tres décadas, cuando diversos grupos de personas líderes y voluntarias se unieron en torno a preocupaciones sociales, económicas, ambientales y culturales en mercados emergentes como los de Latinoamérica. La CEPAL reveló en su último informe que más de 180 millones de personas en la región no cuentan con ingresos suficientes para cubrir sus necesidades básicas
Recientemente, un comunicado de la Organización de Naciones Unidas explica que las ONG son más importantes que nunca debido a los problemas globales: el incremento de la desigualdad, el cambio climático y los desplazamientos de población por la guerra, son algunos de estos desafíos que requieren de respuestas también globales.
En Entrepreneur en Español conversamos con Demet Sabancı, fundadora de Shopsa, una plataforma que permite a las mujeres turcas colocar sus productos artesanales en el mercado nacional e internacional, generando visibilidad para sus comunidades y aportando valor a la cultura local.
¿Cuál era tu principal sueño u objetivo cuando fundaste Shopsa?
En la planificación de mi proyecto, siempre priorizo el resultado social. Shopsa fue un proyecto que nos ofreció la coyuntura. Queríamos hacer algo en el campo del comercio electrónico y sobre las mujeres. Con la pandemia, el comercio electrónico avanzó en un año como lo haría en diez años. Ha habido una gran conciencia en este campo. Con Shopsa unimos esta demanda y oferta. Shopsa es esencialmente un proyecto de mujeres. Traemos mujeres al mercado, de forma individual y corporativa. Los capacitamos y motivamos en este proceso. Por lo tanto, este enfoque responsable recibe un gran apoyo. Mi sueño era crear un canal para que las mujeres ingresaran al mercado, expandiendo así la economía y distribuyendo los ingresos hasta el resultado final. Este rápido desarrollo del comercio electrónico nos brindó un fuerte apoyo para hacer realidad nuestra visión. Subimos los escalones de dos en tres a la vez. Los resultados que hemos logrado son satisfactorios. Además, hemos creado SHOPSA ACADEMY, otra plataforma que permite a las mujeres capacitarlas para aumentar las habilidades empresariales.
¿Crees que el sueño u objetivo está logrado?
No hay un objetivo claro en el que detenerse. Nuestro dinamismo lo determinan las mujeres. Esta plataforma crecerá a medida que ingresemos al mercado, la participación de las mujeres en la economía es un objetivo global. El comercio electrónico ha creado una gran oportunidad para las mujeres emprendedoras.
No hemos dicho ni diremos: "Hemos alcanzado un cierto tamaño, hagamos un nuevo plan". Lo importante es aumentar la participación de las cooperativas y sindicatos de mujeres. De esta manera podremos captar muchas más mujeres e incorporarlas a la economía.
¿Shopsa se limitará únicamente a mujeres turcas? ¿Qué planes de expansión tienen previstos?
No hay límites para el comercio electrónico. Pero por el momento todavía estamos desarrollando la marca. Intentamos destacar los productos locales, hacer crecer a los pequeños productores y extenderlos por toda Anatolia. Cuando alcancemos nuestros objetivos a nivel nacional, podremos expandir este negocio en las Repúblicas Turcas, Medio Oriente y los Balcanes. Sin embargo, entendemos que dura mucho tiempo en lugar de ir rápido. Si procedemos gradualmente, los integrantes que componen esta gran comunidad estarán más felices.
Aparte de Shopsa, hay varias empresas y proyectos de responsabilidad social de los que formas parte. ¿Cómo es llevar el tiempo en cada uno?
Soy una persona que dedica una parte importante de su tiempo a proyectos de responsabilidad social. Soy voluntaria en muchos proyectos de responsabilidad social que van desde las necesidades de niños talentosos, el apoyo a mujeres empresarias, la promoción de Turquía y la protección de nuestro patrimonio histórico. Es una energía que viene de mi interior. Así me siento feliz. No se puede persuadir a nadie para que trabaje como voluntario, pero debe surgir de esa persona.
Considero los proyectos sociales en los que participo como un deber y un placer, no una carga. Tengo objetivos a largo plazo en mente. Estoy acostumbrada a organizar bien mi día, mi vida y mis objetivos. Además, mi entusiasmo y energía aumentan a medida que obtengo resultados en los proyectos en los que participo. Esa es una pregunta que me hacen a menudo. Sin embargo, uno no se cansa cuando hace lo que ama.
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