Así es como un ejecutivo de Ferrari evitó una estafa con deepfake Una pregunta fue la clave para evitar que un ejecutivo de la empresa automotriz italiana fuera víctima de un millonario fraude.
Por Entrepreneur en Español Editado por Eduardo Scheffler Zawadzki
Key Takeaways
- Una simple pregunta bastó para desarticular la estafa.
Ferrari frustró un intento de ciberataque gracias al uso del sentido común, demostrando que, a veces, las soluciones son más sencillas de lo que parecen.
La empresa automotriz se convirtió en el blanco de un ataque mediante un deepfake, tecnología que emplea inteligencia artificial para suplantar identidades.
Los estafadores intentaron hacerse pasar por Benedetto Vigna, el CEO de la compañía, utilizando la aplicación de mensajería WhatsApp.
De acuerdo con lo narrado por Fortune, un ejecutivo de la firma italiana comenzó a recibir mensajes inusuales provenientes de un número desconocido.
Los textos parecían ser del CEO de la compañía y mencionaban una supuesta adquisición importante que Ferrari estaba planeando: "Oye, ¿has oído lo de la nueva adquisición que estamos planificando? Podría necesitar tu ayuda".
A primera vista, los mensajes parecían auténticos, pero ciertos detalles no cuadraban. El número de teléfono no coincidía con el habitual de Vigna y, aunque la foto de perfil mostraba al CEO frente al logotipo de Ferrari, no era la imagen que solía utilizar.
Bloomberg agregó que los mensajes exhortaban al directivo a prepararse para firmar un acuerdo de confidencialidad y mencionaban la intervención de autoridades del mercado italiano y la bolsa de Milán.
El estafador justificó el uso de un número diferente alegando la confidencialidad del acuerdo y posibles complicaciones en China. La operación parecía requerir una cobertura de divisas, aumentando así la urgencia de la situación.
El intento de estafa alcanzó su punto más alto cuando el impostor decidió realizar una llamada telefónica empleando tecnología de deepfake de voz, imitando con gran precisión el acento y tono de Vigna.
Aunque la voz era convincente, el directivo percibió ligeras anomalías mecánicas en la entonación.
A medida que la conversación avanzaba, el ejecutivo de Ferrari decidió confirmar la identidad del supuesto CEO con una pregunta que solo el verdadero Vigna podría responder. "Disculpa, Benedetto, pero necesitas identificarte", dijo. Le preguntó cuál era el título del libro que Vigna le había recomendado recientemente. Inmediatamente, la llamada se cortó.
Al final, el ejecutivo de Ferrari evitó una estafa con una simple solución, que no requirió más que sentido común y creatividad.
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