Cuando les dijeron que podían trabajar desde casa para siempre, los empleados de esta compañía hicieron cambios importantes en sus vidas; ahora un nuevo CEO les ordena volver a la oficina Raul Vargas, CEO de Farmers Group, está enfrentando críticas por el cambio, pero él dice que estar en la oficina fomenta la "colaboración" e "innovación".
Por Amanda Breen Editado por Eduardo Scheffler Zawadzki
El año pasado Farmers Group, una compañía de seguros con sede en California, informó a sus empleados que podían trabajar a distancia manera permanente, y muchos planificaron en consecuencia, vendiendo sus autos o mudándose a otros estados.
Pero el nuevo CEO de la compañía tiene otros planes: Raul Vargas les dijo a los empleados el mes pasado que requeriría que la mayoría del personal volviera a trabajar en la oficina tres días a la semana para fomentar la "colaboración, creatividad e innovación" y esto generó indignación, informó The Wall Street Journal.
El cambio en los modelos de trabajo en la oficina durante la pandemia reveló que muchos estadounidenses valoran la capacidad de trabajar desde casa: de hecho, casi la mitad de los 1,700 empleados encuestados por SHRM Research el año pasado dijeron que definitivamente buscarían un puesto remoto en su próximo trabajo.
Según el WSJ el cambio de Farmers Group afectará aproximadamente al 60% de los 22,000 trabajadores de la compañía en Estados Unidos, quienes expresaron su descontento a través de la plataforma de redes sociales interna con más de 2,000 comentarios que incluían abundantes emojis de llanto y enojo.
"Fui contratado como trabajador remoto y se me prometió que esa sería la cultura de la empresa en el futuro", publicó un trabajador especializado en reclamos médicos. "Esto parece ser un movimiento de poder francamente repugnante".
Otro empleado en la división de reclamos dijo que vendió su casa y mudado más cerca de sus nietos y que tomó una "enorme decisión financiera basada en una mentira".
Un portavoz de Farmers le dijo al WSJ que los empleados tendrán hasta septiembre para hacer los arreglos necesarios.
Hasta ahora, la respuesta de Vargas a la indignación ha sido contundente. Los empleados le dijeron al medio que recibieron un correo electrónico que decía: "Hemos leído todos sus comentarios. Los entendemos y los apreciamos. Pero, aun así, seguimos avanzando".