"La gente tiene derecho a proteger su imagen". Según este abogado de Hollywood, la controversia de Scarlett Johansson con OpenAI es solo el comienzo La lucha de Johansson contra OpenAI no es la primera acción legal tomada contra la empresa.
Por Sherin Shibu Editado por Eduardo Scheffler Zawadzki
Key Takeaways
- La semana pasada Scarlett Johansson criticó públicamente a OpenAI por lanzar una nueva versión de ChatGPT con una voz que ella describió como "extrañamente similar" a la suya.
- Un abogado con sede en Los Ángeles le dijo a Entrepreneur que existen varios factores a considerar en este posible caso.
La IA puede atraer a cientos de millones de usuarios y generar respuestas, imágenes y videos a partir de solo unas pocas palabras, pero la tecnología no es solo un lecho de rosas; también tiene algunas espinas legales.
Recientemente Scarlett Johansson contrató asesoría legal después de que el creador de ChatGPT, OpenAI, usara una voz que ella describió como "extrañamente similar" a la suya para su último chatbot de inteligencia artificial (IA). Johansson dijo que rechazó la oferta de la compañía para ser la voz de dicho chatbot más de un año antes de su lanzamiento y afirmó que se sintió "sorprendida, enfadada e incrédula" cuando escuchó la demostración pública de OpenAI.
Después de que los abogados de Johansson enviaran cartas a OpenAI y a su CEO, Sam Altman, la compañía pausó la voz "por respeto a la Sra. Johansson."
Pero, ¿tiene Johansson un argumento? Neil Elan, un abogado de litigios comerciales que ahora es asesor senior en el bufete de abogados Stubbs Alderton & Markiles, LLP, con sede en Los Ángeles, dijo a Entrepreneur que dependería de varios factores, incluida la similitud de la voz y si hubo o no autorizaciones, incluso si solo fueron implícitas.
"Parecería que no hubo autorización, pero potencialmente podría haber un caso de autorización implícita," dijo Elan.
Elan, cuyas áreas de especialización incluyen casos de derechos de autor, marcas registradas y publicidad, señala que no conocemos las conversaciones detalladas entre ambas partes.
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"En última instancia, se trata de qué tan similar es el trabajo y cuál fue el proceso que se siguió," dijo Elan sobre los casos de propiedad intelectual relacionados con la IA.
"Si no puedo plagiar un discurso famoso y atribuírmelo, la IA tampoco puede," afirmó.
La manera en que OpenAI creó la voz de IA también podría ayudar a determinar si hay un caso legal.
OpenAI ya declaró que usó la voz de una actriz profesional de doblaje, no la de Johansson, pero eso podría no marcar una diferencia.
"Incluso si se usa la voz de otra persona, el resultado es una voz similar a la de Scarlett Johansson," dijo Elan. "¿Por qué suena tan parecida?"
La lucha de Johansson contra OpenAI no es la primera acción legal tomada en contra de la empresa. Autores como Paul Tremblay y Sarah Silverman alegan que sus libros fueron parte de los conjuntos de datos utilizados para entrenar la IA sin su consentimiento.
The New York Times demandó a OpenAI en diciembre por infracción de derechos de autor y otras organizaciones de noticias como, The Intercept, han seguido su ejemplo.
Más de 200 músicos firmaron una carta el mes pasado sobre el uso "depredador" y "catastrófico" de la IA en la industria de la música. El año pasado más de 15,000 autores firmaron una declaración pidiendo a los grandes directores de IA de OpenAI, Google, Microsoft, Meta e IBM que acrediten y compensen a los escritores antes de entrenar a la IA con su trabajo.
El tema de la procedencia de los datos de entrenamiento que usan las grandes empresas de IA, también ha sido una parte importante del debate, con un informe de abril que mostraba que los modelos de IA de texto a video más sofisticados podrían haberse entrenado con materiales de YouTube sin el conocimiento de sus creadores.
Entonces, ¿esto significa que los creadores que no son famosos no tienen suerte en cuanto al uso no autorizado de su voz o imagen? No exactamente, pero la imagen comercial o la voz de una persona no famosa no tiene el mismo valor que la de una figura pública, dice Elan.
Aunque las empresas y negocios no pueden usar la voz de alguien sin consentimiento, probablemente no habría un caso sustentado para reclamar una compensación económica si ocurriera un uso no autorizado.
"La compensación económica podría no justificar un caso como ese," dijo Elan, agregando que, aun así, las personas "tienen derecho a proteger su imagen."