Los jefes están hartos de la Generación Z, tanto que están dispuestos a renunciar Un estudio reciente revela que uno de cada cinco jefes ha considerado renunciar porque no soporta trabajar con ellos.
La Generación Z, nacida entre 1997 y 2012, está ocupando cada vez más espacios en el mundo laboral. De hecho, se estima que para 2030, junto con los Millennials, esta generación conformará el 74% de la fuerza laboral global.
Pero su llegada está generando tensiones, especialmente con jefes mayores.
Un estudio de Intelligent encuestó a 1,000 gerentes estadounidenses que supervisan a empleados de la Generación Z y los resultados no son alentadores:
- El 18% de los jefes considera renunciar debido al estrés de gestionar a estos empleados.
- El 51% reporta frustración al trabajar con ellos.
- El 44% dice que lidiar con sus empleados más jóvenes les causa estrés.
Las quejas van desde un supuesto uso excesivo del teléfono, falta de profesionalismo en la comunicación, y una "ética laboral deficiente", hasta tensiones entre generaciones dentro de las oficinas.
Muchos gerentes opinan que gestionar a la Generación Z implica:
- Más tiempo y recursos: El 75% de los encuestados afirma que esta generación requiere más atención.
- Mayor carga emocional: El 31% menciona sentirse decepcionado; el 16% admite estar agotado.
- Dificultades en la contratación: El 27% evitaría contratar a empleados de esta generación si pudiera.
En el reporte del estudio Huy Nguyen, asesor en educación y desarrollo profesional, explicó que este choque generacional también se debe a cómo los jóvenes han crecido: "Muchos pasaron años realizando tareas tras una pantalla debido a la pandemia, lo que limitó el desarrollo de habilidades clave como comunicación o trabajo en equipo".
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El problema no es exclusivamente de los trabajadores jóvenes. Nguyen señala que "la falta de alineación de expectativas" entre generaciones está jugando un papel importante.
Mientras que los gerentes esperan ciertos comportamientos tradicionales, los empleados de la Generación Z tienden a comunicarse de formas más informales y buscan un balance entre trabajo y vida personal que a veces se interpreta como desinterés.
Por ejemplo, esta generación prefiere entrevistas de trabajo relajadas y prioriza ambientes laborales flexibles. Sin embargo, estas actitudes chocan con la formalidad que generaciones como los Baby Boomers o la Generación X consideran esencial.
¿Cómo superar este conflicto generacional?
Según Nguyen, los gerentes pueden reducir la tensión reevaluando sus expectativas y brindando una orientación más estructurada. Algunas recomendaciones incluyen:
- Abrir canales de comunicación: Fomentar conversaciones honestas sobre expectativas.
- Capacitaciones adaptadas: Ofrecer entrenamientos que combinen habilidades técnicas y blandas.
- Flexibilidad y empoderamiento: Crear un ambiente que combine estructura y adaptabilidad.
El mundo laboral es complejo, ya que diferentes generaciones con objetivos distintos deben convivir. Es necesario resolver esto porque estarán juntos por muchos años más.
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