7 formas de influir en otras personas Cuando se trata de los principios de la persuasión, hay una razón por la que estas fórmulas probadas y verdaderas han funcionado durante siglos.

La capacidad de una persona para influenciar es una de las habilidades esenciales para los líderes de cualquier nivel.

Muchos suponemos que la capacidad de un individuo para influir se debe a su confianza, intelecto y carisma. Es posible que se adquiera más adelante en la vida, junto con un título de peso o con una cuenta bancaria creciente. La realidad es que todos tenemos esta habilidad. Sin embargo, la mayoría no aprovechamos este atributo y creemos que la persuasión es un talento natural.

La aptitud para influir no ocurre por casualidad. Es una habilidad perfeccionada de manera consciente que implica una intención cuidadosa, y las personas a las que admiramos nos están guiando, utilizando la misma fórmula que ha funcionado durante siglos. Si estás buscando cultivar tu capacidad para influir en los demás, aquí te dejo siete pasos clave para convertirte en un maestro de la persuasión:

"La única forma en el mundo de influenciar a otras personas es hablar de lo que quieren y mostrarles cómo conseguirlo." — Dale Carnegie

1. Construye confianza y sé consistente

Un error crucial que la gente suele cometer es pensar que la influencia puede ser episódica.

En el libro Psicología de la persuasión, el autor Robert Cialdini enfatiza que no puedes demostrar integridad a alguien en medio de la persuasión. Debes ganarte su confianza y tener siempre en mente sus intereses. Para hacer esto, es esencial construir una relación sólida y una preocupación genuina por un individuo antes de intentar dirigirlo hacia un resultado determinado. Debes actuar con autenticidad, demostrando que eres digno de confianza y que tu objetivo principal es ayudar.

2. Hazte presente y conecta

Para estar completamente comprometido en el momento, escucha más y habla menos.

Al ser un oyente activo, obtienes información sobre lo que está impulsando a la otra persona emocionalmente. Una vez que comprendes los factores emocionales que guían su pensamiento, puedes demostrar que la comprendes y tu conversación avanzará.

Si pareces distraído, falso o egocéntrico, los perderás desde el principio y probablemente se resistan a tus esfuerzos. Como dice Napoleon Hill en su notable libro Piense y hágase rico: "Vender y persuadir son la transferencia de emoción".

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3. Pregunta para comprender

Las preguntas persuaden con más fuerza que cualquier otra forma de comportamiento verbal. Mientras más preguntes, más exitosa será la interacción.

Antes de que puedas motivar a alguien, necesitas entender sus valores fundamentales y las fuerzas que lo impulsan. ¿Está esperando hacer una diferencia en el mundo, ganarse la admiración de sus compañeros o avanzar en su carrera? ¿Qué es fundamental para ellos? ¿Por qué momento están atravesando en su vida?

Una excelente manera de lograr esto es hacerles una serie de preguntas abiertas, luego seguir con "¿por qué?" varias veces. La respuesta fundamental nunca proviene de la consulta inicial, así que profundiza.

Recuerda que las personas no hacen las cosas por tus razones; las hacen por sus razones. Debes de darte el tiempo para comprender su motivación al más profundo nivel. Conocer la esencia de una persona te dará más influencia, y si no consigues inspirarla, probablemente no sabías qué era lo que realmente la impulsaba.

4. Educa y anima

La mayoría de las personas influyentes impulsan a otros principalmente a través de la enseñanza.

Las personas escuchan con más eficacia cuando les enseñas cómo tomar mejores decisiones, cómo manejar problemas y cómo pensar sobre sus vidas y circunstancias de una manera constructiva y autosuficiente.

La forma más convincente de enseñar una lección es inspirar a través de historias, metáforas y analogías. Guíalos a través de experiencias emocionales identificables, pero anímalos a tomar la iniciativa para dar forma al resultado y descubrir las respuestas por sí mismos. La manera más fácil de persuadir a alguien es ayudarlo a persuadirse a sí mismo.

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5. Confirma sospechas y reconoce objeciones

Lo primero y más importante: nunca hagas que la otra persona se equivoque. Tan pronto como lastimes su intención, se activarán y las perderás.

Si hay un elemento de verdad en cualquier sospecha que puedan tener, enfréntalo. Nadie puede exponer tus debilidades con más luz que tú. Hacerlo también te dará credibilidad y te permitirá resolver su inquietud antes de darles la oportunidad de objetar.

6. Elogia generosamente, pero con sinceridad

En Cómo ganar amigos e influir en las personas, el autor Dale Carnegie enfatiza lo importante que es felicitar a la persona que estás tratando de persuadir. Haz que se sienta importantes y muestra admiración, pero hazlo siempre con sinceridad.

Toda persona busca elogios sinceros. Pero debes tener cuidado con la fina línea entre el reconocimiento y la adulación, ya que tantos elogios pueden molestar a una persona.

7. Desafía y anima

Las personas que tienen más influencia suelen ser aquellas que nos animan a convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos de manera consistente. Al desafiarnos a elevar nuestros estándares, aprender de los fracasos, errores y contratiempos, superar nuestros propios límites, y persuadirnos a demostrar un carácter impecable frente a la adversidad. Ellos ven de lo que somos capaces, lo que podemos lograr y nos inspiran a elevarnos al nivel de nuestra verdadera capacidad.

Nada moviliza la atención, o nos energiza, más que un reto que exige que ampliemos nuestros conocimientos, mejoremos nuestras habilidades y aumentemos nuestra capacidad para alcanzar otro nivel de éxito.

Sea cual sea tu objetivo, ya sea que desees que otros hagan algo, cambien algo, sean algo, compren algo o crean en ti, necesitas abordar tus conversaciones teniendo en cuenta estos pasos críticos. Puedes recordar fácilmente las tácticas clave utilizando el acrónimo CUP del coach de alto rendimiento, Brendon Burchard, para facilitar tus interacciones: conectar, elevar y elogiar (en inglés Connect, Uplift y Praise).

No nacemos siendo líderes con una habilidad innata para persuadir a los demás. Debemos cultivar activamente las habilidades, y al hacerlo, podemos prosperar.

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