En solo 2 años logré formar un equipo de alto rendimiento: estas son las 5 estrategias de crecimiento que aprendí La fortaleza de un equipo radica en las habilidades individuales de sus miembros y en cómo se integran de manera sinérgica.
Por Greg Davis Editado por Eduardo Scheffler Zawadzki
Key Takeaways
- Al fomentar la adaptabilidad, tu equipo podrá aprovechar tanto los éxitos como los fracasos.
- Asegurarse de que cada miembro del equipo se sienta valorado y escuchado, al tiempo que se fomenta su bienestar, ayuda a impulsar la moral, el compromiso y la productividad, lo que a la larga ayuda al éxito de la empresa.
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Al asumir como CEO de Bigleaf en 2022, mi objetivo desde el primer día fue establecer un equipo sólido y de alto rendimiento. Esto requería centrarme en identificar y establecer objetivos claros, asegurando que todo el equipo estuviera alineado con la misión y visión de la empresa, especialmente los 102 empleados dispersos en 38 estados de la Unión Americana. Pero, como sucede con toda estrategia efectiva, este gran paso requirió de prueba y error.
La fortaleza de un equipo radica en las habilidades de sus miembros y en cómo se integran de manera sinérgica. Invierto mucho en nuestra gente, proporcionando capacitación continua, fomentando la comunicación abierta y asegurándome de que cada miembro del equipo se sienta valorado y escuchado.
Aunque hemos logrado este objetivo, también reconozco que los mercados cambian constantemente, las tendencias van y vienen y la tecnología evoluciona. Logramos tener estrategias efectivas de reclutamiento, formación y retención, pero necesitaba garantizar que todos pudieran ajustarse a los cambios. Cada día, mi objetivo es desarrollar todavía más un equipo que pueda pivotar y ajustarse sin problemas a las demandas de un mercado en evolución.
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1. Alineación clara de la misión, claridad en los roles y responsabilidad
Uno de los primeros pasos que dimos fue asegurarnos de que cada miembro del equipo comprendiera la dirección y las aspiraciones de la empresa. Definimos nuestra adecuación producto-mercado, propuesta de valor y los objetivos clave para la satisfacción del cliente.
Además, nos enfocamos en alcanzar objetivos comerciales vinculándolos estratégicamente con las funciones laborales. Por ejemplo, el crecimiento de alta calidad se mide a través de una métrica clave en Bigleaf: nuestra Tasa Anual de Ingresos (ARR). Hacemos esto al menos una vez al año para asegurar que el enfoque apunta hacia la misma dirección.
2. Métricas de rendimiento reflexivas
Más allá del ARR, aprendimos a equilibrar cuidadosamente nuestras métricas de rendimiento. Priorizar una métrica sobre otra podría tener consecuencias no deseadas. Por ejemplo, enfocarse solo en la calidad del servicio podría conducir a la ineficiencia y viceversa. Nuestra práctica ha mejorado para evaluar cuidadosamente y balancear estratégicamente las métricas de rendimiento. Incentivamos los comportamientos correctos alineados con el núcleo de nuestro negocio, lo que ha funcionado de maravilla hasta ahora, ayudándonos a alcanzar los resultados deseados en toda la organización. Esto también minimiza el riesgo de repercusiones imprevistas.
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3. Seguridad intelectual
Crear un entorno en donde cada miembro del equipo se sienta seguro para compartir ideas y desafiar el statu quo influye de manera significativa en nuestros niveles de rendimiento. La seguridad intelectual en el lugar de trabajo puede impulsar la creatividad. Esta política de puertas abiertas promueve la comunicación directa, la creatividad y el emprendimiento, haciendo que para el equipo sea más fácil trabajar juntos y planteando soluciones a nuestros retos en el trabajo y en el negocio.
Nos esforzamos por mantener y solidificar esta cultura para impulsar de manera consistente la moral, el compromiso y la productividad buscando obtener resultados positivos.
4. Prevención del agotamiento
Para prevenir el agotamiento, primero me concentro en mantener mi propio equilibrio. Como dice el refrán, "No puedes dar lo que no tienes". En cuanto al equipo, mantenemos nuestra misión y objetivos claros, asegurando que cada tarea tenga un propósito.
Contar con un entorno de trabajo disperso tiene ventajas y desafíos. Algunos miembros pueden sentir que el seguimiento de su tiempo y productividad es una forma de microgestión; otros pueden entender que es una herramienta para mantener su enfoque en lo que realmente importa y dedicar menos tiempo a otras tareas. De todos modos, construir esa conexión personal es esencial. Tenemos reuniones presenciales regulares, llamadas mensuales con todo el equipo y una reunión anual de la empresa para fortalecer ese sentido de pertenencia y unidad. Estas iniciativas no son solo logísticas, sino que cruciales para mantener la salud y moral del equipo.
5. Aprender de los errores
Cada error ha sido un paso hacia la comprensión de lo que realmente se necesita para construir un equipo de alto rendimiento. Líderes, por mucho que quieran que las cosas se hagan antes, recuerden que no hay atajos, especialmente al formar un equipo. Sí, es tentador seguir la ruta más sencilla o escuchar una sola opinión, especialmente durante el reclutamiento, pero vale la pena construir programas de capacitación integrales.
Integrar a los nuevos empleados de manera gradual en la cultura de la empresa, pero establecer expectativas claras desde el principio produce resultados más eficientes y hace que el negocio avance de manera más consistente. Entender esto nos ha llevado a priorizar enfoques transparentes e integrales en nuestros procesos de reclutamiento y capacitación, consolidando nuestra reputación como líderes en la industria tecnológica.
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El camino que hay que seguir
La adaptabilidad, la curiosidad y la mente abierta se han convertido en nuestros principios rectores. Nuestro trabajo exige que permanezcamos flexibles y ansiosos por aprender de los éxitos y fracasos. De manera similar, la resiliencia, el compromiso y un corazón abierto son los ingredientes clave para construir una cultura de alto rendimiento centrada en el bienestar del equipo y el crecimiento empresarial.
Espero haber resaltado la verdad innegable de que una empresa es tan fuerte como su cultura y su gente. Para todo fundador y líder empresarial, invertir en su gente implica un largo recorrido. Escuchen a las personas fuera de su burbuja y tomen las ideas con mente abierta. Manténganse abiertos y curiosos, y no tengan miedo de aprovechar las oportunidades cuando se presenten. Construir un imperio requiere de determinación, y se necesita aprender de los errores.
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