Por qué decir "no lo sé" te convierte en un mejor líder Los grandes líderes no tienen todas las respuestas. "No lo sé" pueden parecer tres palabras simples e inofensivas, pero tienen el poder de fortalecer los negocios.
Por Joanna Knight Editado por Eduardo Scheffler Zawadzki
Key Takeaways
- Los grandes líderes no tienen todas las respuestas, ni deberían pretender tenerlas. Después de todo, solo puedes hacer lo que puedes hacer.
- Los grandes líderes se hacen grandes preguntas a sí mismos y a su gente para configurar su organización para el éxito.
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Nadie lo sabe todo. No hay necesidad de fingir que lo hacemos. Un gran líder es honesto acerca de sus limitaciones y fortalezas. Acepta que fracasarás. Ser honesto y abierto sobre el fracaso no es una debilidad.
Un gran líder no se define por tener todas las respuestas, sino por la voluntad de crecer y aprender, una curiosidad que lo lleva a encontrar las respuestas necesarias. Se trata de detenerse, recargar energía y ser la mejor versión de ti mismo.
Piénsalo. ¿Quieres un equipo que te busque para obtener respuestas? ¿Que no tenga mente propia? ¿Sin creatividad? Todos sabemos la respuesta. El control total es cosa del pasado y no funcionará en el panorama empresarial en constante evolución de hoy, no si quieres ser un negocio del mañana.
El liderazgo se trata de inspirar a otros miembros de tu organización a ser lo mejor que puedan ser (porque la gente feliz equivale a clientes felices, lo que equivale a un negocio feliz) y guiarlos hacia un objetivo y propósito común. Se trata de brindar perspectiva y de hacer preguntas. Así como se trata de aceptar que fracasarán, también se trata de aceptar que tú también lo harás, por lo que tu papel es enseñarles cómo fracasar hacia adelante.
Así como se trata de aceptar que fracasarán, también se trata de aceptar que tú también lo harás, por lo que tu papel es enseñarles cómo fracasar hacia adelante.
¿Eso qué significa? No solo se trata de aceptar que el fracaso es la clave para el éxito en el futuro, sino también de asumir la responsabilidad y aprender de los errores para perseverar, desafiar las viejas formas de pensar y avanzar.
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No es necesario que tengas todas las respuestas. Pero sí necesitas poder hacer las preguntas correctas a tu equipo para permitirles que encuentren las respuestas que necesitas, y que con frecuencia no sabías que necesitabas.
Como líder, tienes una perspectiva y visión general únicas del propósito y la misión de la organización. Y debes confiar en tu equipo, las personas que has contratado como las mejores para el puesto, para que desempeñen su papel y apliquen su experiencia. Tu papel es primero contratar a las personas adecuadas. En segundo lugar, crear un evento que los prepare para el éxito. Luego, brindar dirección, visión, motivación e inspiración, y guiarlos hacia el éxito haciendo las preguntas correctas.
Sin preguntas, no cambiamos. Y no resolvemos problemas. Hacer preguntas no se trata de obtener respuestas. Se trata de establecer una cultura de aprendizaje, curiosidad, desafío a las normas y evolución constante (algunos dirían agilidad).
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Es más, hacer preguntas crea conexiones. Al pedir ayuda para encontrar las respuestas, estás demostrando que confías en ellos y ellos, a su vez, estarán más dispuestos a confiar en ti. Invita a la colaboración y conexión, alcanzando a una amplia audiencia de perspectivas y experiencias, lo que resulta en mejores decisiones empresariales.
Como líder, haces preguntas todo el día. ¿Cómo estás hoy? ¿Cómo va el último producto? ¿Qué están comentando los clientes? Lo haces sin pensar. Es parte de tu rutina diaria, facilitando el flujo de trabajo del negocio. Hacer preguntas y escuchar la respuesta te ayuda a evaluar cómo se siente tu gente y te brinda con el conocimiento para actuar. Esto, a su vez, lleva a una mayor motivación y compromiso.
Ve un paso más allá y considera el potencial de hacer las preguntas correctas que unan a las personas para que exploren nuevas oportunidades. ¿Cuáles son las tendencias emergentes o las necesidades insatisfechas de los clientes para las que podemos proporcionar una solución? ¿Cómo podemos personalizar nuestro servicio para satisfacer mejor esas necesidades? ¿Cómo podemos aprovechar la última tecnología para brindarles un mayor valor? Y no olvides las preguntas abiertas. Cuéntame más... ¿o por qué crees que es así?
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Estas preguntas guían a tu organización; muestran ambición y pensamiento visionario. Invitan a la colaboración y a la conexión. Y mejorarán cualquier cultura empresarial hacia el aprendizaje continuo. Es más, hacer las preguntas correctas lleva a obtener las respuestas correctas.