Bastan 9.6 minutos de tu día para mejorarte a ti mismo. ¿Te atreves? Los micro hábitos son el antídoto para un mundo caótico y ofrecen un camino hacia el cambio sostenible.
Por Bradley Hook Editado por Eduardo Scheffler Zawadzki
Las opiniones expresadas por los colaboradores de Entrepreneur son personales
Vivimos en una época de hiperconectividad, complejidad y atención fragmentada.
Para entretenerse los humanos solían ver representaciones teatrales que duraban varias horas. Luego vinieron las películas modernas que duran 90 minutos. Hace una década, dimos la bienvenida a YouTube, donde el video promedio dura 11.7 minutos. Incluso esto resultó demasiado largo para las mentes distraídas, y las redes sociales encontraron un punto óptimo en los clips de TikTok de 15 segundos, curados, en reproducción automática, por un algoritmo que nos conoce mejor de lo que nos conocemos a nosotros mismos.
Vemos esta tendencia en la educación. Titularse solía tomar cuatro años o más. Luego vinieron los diplomados y los certificados. Ahora las personas participan en el microaprendizaje y comparten con orgullo su nano-insignia o micro-credencial, obtenida en unas pocas semanas, días u horas.
Los libros se convirtieron en parpadeos, las cartas se convirtieron en tuits y la hostilidad se redujo a microagresiones. ¿Cómo pueden los futuros líderes navegar en un mundo de ocupación habituada y atención micronizada? El enfoque sostenido es difícil. Sin ataduras, nuestras mentes buscan novedad y alivio. Los videoclips rápidos, por ejemplo, requieren un compromiso mínimo con la promesa de un golpe de dopamina.
¿El orden se está desmoronando en el caos? ¿Podemos volver a disfrutar de viajes pausados, de trabajo profundo o de una novela larga?
Tal vez lo que estamos viendo es entropía en acción. El orden y la energía se disipan en el polvo cósmico, desafortunadamente en forma de clips de 15 segundos de adolescentes bailando.
Construyendo un estado estable
En la fragmentación se encuentra el potencial de creación, una oportunidad para volver a ensamblar las partes en un todo más coherente. Aristóteles abogó por el holismo, en oposición al reduccionismo, sugiriendo que un organismo es mayor que la suma de sus partes. Elimina cualquier componente y el sistema se vuelve inestable, incluso enfermo. Un sistema complejo se esfuerza por crear vitalidad en su entorno interno mientras logra el equilibrio con el externo. Este fenómeno se llama homeostasis, o el establecimiento de un estado estable.
¿Cómo podemos volver a ensamblar deliberadamente los bloques de construcción de nuestras vidas en una formación que sea coherente, estable, resistente a los factores estresantes externos, y tal vez incluso antifrágil, disfrutando de la volatilidad intrínseca de la vida?
Micro hábitos y macro cambio
En su libro súper ventas, Atomic Habits, el autor James Clear explica cómo la implementación de pequeños hábitos positivos conduce a resultados dramáticos y cambios sostenidos. El profesor de Stanford, BJ Fogg, concuerda con esto en su libro Tiny Habits.
La premisa de ambos enfoques es identificar en quién quieres convertirte y luego deconstruir esa identidad en micro hábitos que pueden ampliarse gradualmente a medida que ganas impulso. Recuerda, el cambio crea un desequilibrio. Ya sea que desees transformarte a ti mismo o a tu organización, encontrarás resistencia. Esto se debe a que el cambio perturba el estado estable, incluso cuando finalmente conduce a un resultado positivo.
¿Alguna vez te has preguntado por qué la mayoría de los propósitos y dietas de año nuevo fallan, tantas membresías de gimnasios permanecen sin usar y las iniciativas de gestión de cambio toman años en implementarse? Simplemente, es debido a nuestra tendencia a evitar molestias y mantener la estabilidad.
El poder de empezar poco a poco
Al activar los micro hábitos, evitas encubiertamente la resistencia al cambio. En lugar de salir a correr media hora cuando quieras ponerte en forma, comienza simplemente poniéndote los tenis. Una vez que este hábito sea tan confiable como cepillarte los dientes, avanza al segundo nivel, que podría ser caminar hacia la puerta de tu casa. Prepara tu entorno dejando señales y desencadenantes. Adjunta nuevos micro hábitos a los hábitos que ya son robustos y confiables.
Un participante en uno de mis talleres decidió implementar un micro hábito haciendo cinco flexiones cada vez que preparaba su café por la mañana. Un año después, había completado más de 1,600 flexiones que nunca habría intentado de otra manera. En el segundo año, duplicó el esfuerzo y logró casi 4,000 flexiones. El impulso se extendió a otras áreas de su vida. Era una persona transformada por una práctica que requería menos de un minuto cada día.
¿Cómo empiezo?
James Clear dice que si te vuelves un 1% mejor cada día, entonces al final de un año, serás 37 veces mejor. Para la granularidad, calcula que el 1% de 16 horas de vigilia por día equivale a 9.6 minutos.
¿Puedes dedicar 9.6 minutos a tu crecimiento hoy y todos los días de tu vida? Si no, algo tiene que cambiar. En caso afirmativo, ¿qué harás?
Aquí hay algunas ideas para llenar los 9.6 minutos:
- Estiramiento de 2 minutos después de despertarse.
- Ejercicio de respiración de 2 minutos para establecer una línea de base de calma.
- 1 minuto identificando tres cosas que han salido bien (práctica de gratitud).
- Ejercicio de alta intensidad de 2 minutos (como saltar).
- 2.6 minutos para un micro descanso deliberado a media tarde (en el exterior si es posible).
Alternativamente, puedes ver 36 videos de TikTok. Tú eres la suma de tus hábitos. ¿Qué eliges?
Reconstruye tu vida y liderazgo
Tienes la oportunidad de reconstruir tu vida desde cero. Cuando los micro hábitos se arraigan, puedes aumentar la escala de aquellos que encuentres más impactantes. En última instancia, te conviertes en una persona tranquila, agradecida, en forma, enfocada o positiva.
Implementa estos ritmos con tu equipo de trabajo. Fomenta los micro descansos, los momentos conscientes, las poses de poder, las reuniones más cortas y el intercambio de victorias rápidas. Identifica quién eres como colectivo, tu propósito y valores, y luego activa los micro hábitos que te llevarán a esa identidad.
Dentro de una red de hábitos positivos, encontrarás espacio, energía y libertad. En lugar de caos y fragmentación, crearás sistemas regenerativos que son mayores que la suma de sus partes.