La familia que convirtió la trágica muerte de su hijo en un legado en línea Esta familia abordó el dolor haciéndose cargo de Happy Jack, la marca de concientización sobre la salud mental creada por su hijo.
Por Robert Tuchman Editado por Eduardo Scheffler Zawadzki
El 3 de julio de 2020, Bradi Nathan recibió la llamada que ningún padre quiere recibir: su hijo, Jack, había fallecido a los diecinueve años. La noche anterior, Jack había estado en la fiesta de cumpleaños de un amigo y tomó lo que pensó que era un Percocet (una pastilla con Oxicodona y Paracetamol). La píldora estaba mezclada con fentanilo y Jack nunca despertó.
Antes de su fallecimiento, Jack había creado una compañía llamada Happy Jack, una marca de estilo de vida en línea y una comunidad diseñada para aquellos que luchan contra la enfermedad mental. Jack sufría de episodios periódicos de depresión y la pintura se convirtió en su terapia. Happy Jack incorporaba los diseños del fundador en la ropa, y una parte de las ganancias se destinaba a fundaciones de salud mental. Desde la primera semana de ventas, Jack donó $1,000 dólares al Child Mind Institute.
Bradi eligió seguir lo que Jack comenzó para honrar su legado y cumplir su misión.
"Quería cambiar al mundo", recordó la madre de Jack. "Quería hacer de este mundo un lugar mejor hablando abiertamente y dejando que otros niños supieran que no estaban solos".
La marca del hijo como terapia para la madre
Bradi continúa usando los diseños de Jack en lanzamientos de nuevos productos y desde entonces ha donado $60,000 dólares a fundaciones de salud mental como Active Minds, Born This Way, Release Recovery y la American Cancer Society. El camino hacia la donación no es fácil: el abastecimiento, la fabricación, la distribución, la administración del sitio, el servicio al cliente y el cumplimiento son algunos de los roles que Bradi asumió en ausencia de su hijo.
"Es gracioso cuando alguien me dice que se puso en contacto con servicio al cliente", reveló Bradi, "porque yo soy servicio al cliente".
Happy Jack es una empresa familiar que recibe consejos y consultas de expertos a medida que hace crecer la marca orgánicamente. A Bradi y a David, el padre de Jack, les gustaría que un director de operaciones interviniera, obtuviera financiamiento y construyera una infraestructura adecuada. Esto les permitiría el espacio para concentrarse en compartir personalmente la historia de Jack.
Sanar ayudando
Con la ayuda adicional de Drew, la hermana de Jack, el proyecto se ha asociado con fraternidades de todo el país para crear eventos de recaudación de fondos. Los embajadores de la marca en los campus universitarios se alistan para ayudar a crear conciencia en torno a la salud mental. Happy Jack también ha instalado tiendas pop-up en espacios como WeWork y Seaport District. Esto permite a la familia conocer y compartir historias con muchos que sufren problemas de salud mental.
"Nunca me pregunté si continuaría o no con Happy Jack", agregó Bradi. "Me parecía obvio hacerlo".