5 razones por las que los emprendedores son grandes artistas Estos dos grupos de personas son más similares de lo que cree.
Por Maria Brito
Este artículo fue traducido de nuestra edición en inglés.
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Los artistas y emprendedores ven cosas que nadie más es capaz de ver. Como emprendedor que ha trabajado con más de 450 artistas en diferentes capacidades, sé con certeza que todos comenzamos con una visión. Para ambos tipos de personas, muchas posibilidades surgen literalmente de la nada: un lienzo en blanco, una pieza de mármol indescriptible, un espacio que no se ha desarrollado o un nicho que no está bien atendido.
Aquí hay otras cinco formas en que los empresarios y los artistas se parecen.
1. Saben que sus ideas valen dinero
El mito del artista romántico y bohemio que no está equipado para crear empresas exitosas como parte de sus carreras es infundado y peligrosamente perpetuado. Si bien es cierto que hay casos aislados, como el de van Gogh, la mayoría de los artistas talentosos han cosechado los beneficios que provienen tanto de su capacidad para crear como de su espíritu emprendedor intuitivo.
Tomemos, por ejemplo, a Michelangelo Buonarrotti, uno de los artistas más famosos del Renacimiento. Si bien sus habilidades eran innegables, confiaba en su voluntad de colaborar con otros, en su capacidad para encantar a los clientes como los Medici (equivalente a cualquier inversor ángel) y, posteriormente, a la iglesia (más como capitalistas de riesgo) y para correr enormes riesgos (tenía miedo de fracasó cuando le encargaron pintar el techo de la Capilla Sixtina, pero aceptó el trabajo de todos modos). Además, pasó de tallar esculturas a pintar frescos. En los últimos años de su vida, incluso se encargó de restaurar San Pedro en el Vaticano, prácticamente como arquitecto. En el momento de su muerte, Miguel Ángel dejó una fortuna de 50.000 florines, lo que equivale a 50 millones de dólares en la actualidad.
2. Dependen de su creatividad
Las empresas tienen éxito o fracasan en función de la creatividad de sus líderes. Cuando un fundador es creativo, puede salir al mercado con las empresas más innovadoras, encontrar soluciones a grandes y pequeños problemas, pivotar cuando sea necesario y adaptarse a las circunstancias actuales.
Los artistas también dependen de su creatividad más que nada. Tienen que proponer creaciones originales y que atraigan a un determinado grupo de coleccionistas. Como en todas las industrias, también está el caso de los artistas que no poseen el mayor talento artístico, sino que están llenos de ideas, creatividad y habilidad para los negocios.
¿Fue Steve Jobs el mejor codificador o programador? No. Pero era un gran visionario y creativo de marketing que sabía cómo hacer que sucediera lo imposible. ¿Fue Andy Warhol el mejor pintor? No. Pero fue un brillante ejecutor de ideas.
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3. Confían en su intuición
Todo ser humano es completamente intuitivo, pero algunos de nosotros confiamos en la intuición mucho más que otros. Sin intuición, es muy difícil sobrevivir como empresario o como artista.
Los buenos emprendedores se guían por sentimientos viscerales. Cuanto más usemos esta habilidad, mejor aprenderemos a reconocer sus señales. Ya sea buscando una oportunidad de inversión o sabiendo instintivamente cuál será el próximo movimiento frente a un lienzo, los artistas y emprendedores son conscientes de su sexto sentido y evitan adivinarlo.
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4. Se sienten cómodos con la ambigüedad
Ser artista y ser emprendedor tiene mucho que ver con gestionar las incertidumbres. Para ambos grupos, las ambigüedades son oportunidades de cambio o de aprovechar nuevas fuentes de ingresos. Es nuestra capacidad para adaptarnos, para cambiar rápidamente y abrazar el "no saber" lo que nos permite ajustar siempre el rumbo incluso frente a las situaciones más espinosas.
Por ejemplo, el gran artista español Joan Miro atravesó muchas etapas diferentes en su carrera, desde la certeza de pintar los retratos de los modelos que posaban para él, hasta el punto en que simplemente trabajó con abstracción y formas amorfas sujetas a interpretación. Miro era conocido por decir repetidamente que nunca sabía lo que iba a pasar o lo que terminaría haciendo cuando estuviera frente a una lona.
5. Son pensadores interdisciplinarios
Para tener éxito como artista o emprendedor, uno debe conectar los puntos invisibles todo el tiempo. Eso solo puede suceder cuando uno presta atención a una variedad de campos y es lo suficientemente curioso como para investigar aspectos que parecen interesantes u oscuros.
Las conexiones más significativas en los negocios y el arte son las que surgen de la fusión de disciplinas no relacionadas. La combinación de la medicina y la tecnología deportivas, por ejemplo, conduce a la creación de tecnología portátil que mide los pasos, la frecuencia cardíaca, los ciclos de sueño y otras métricas importantes para los atletas que desean mejorar su salud.
Asimismo, las obras de arte más interesantes son aquellas en las que el artista ha ido desarrollando una variedad de intereses. Hay una razón por la que la Mona Lisa no es, al azar, la obra de arte más famosa del mundo. Leonardo Da Vinci tardó más de cuatro años en terminarlo, y esa figura icónica en ese pequeño panel es la culminación de sus muchos años estudiando anatomía, la interacción de luces y sombras, matemáticas y geometría, física e incluso psicología humana.
Ya seas artista o emprendedor, estas habilidades están presentes en personas innovadoras, con tolerancia al riesgo y la incertidumbre, que prestan total atención a su entorno y están dispuestas a manejar las operaciones de manera ágil y eficiente.
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