Cómo será la integridad en línea en 2022 La propagación de la desinformación, el discurso del odio y el extremismo también plantea amenazas genuinas.
Por Lucas Miller Editado por Heather Wilkerson
Este artículo fue traducido de nuestra edición en inglés.
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Si bien Internet ha abierto una gran cantidad de nuevas oportunidades, no se puede negar que muchos han podido usarlo para causar un daño significativo. Por ejemplo, el último Informe sobre delitos en Internet del FBI reveló 791.790 denuncias de delitos en Internet reportadas en 2020, un aumento sustancial con respecto a las cifras de 2019. De manera similar, la FTC recibió 4.8 millones de denuncias de fraude o robo de identidad en 2020. Pero, por supuesto, muchos delitos en línea nunca se denuncian.
El crimen, ya sea en forma de fraude o depredadores de niños, no es el único problema al que se enfrenta Internet. La propagación de la desinformación, el discurso del odio y el extremismo también plantea amenazas genuinas.
No es sorprendente que los gobiernos, las empresas de tecnología y otros estén tomando más medidas para mantener la seguridad de Internet para todos los usuarios. Su respuesta a estos desafíos constantes sin duda moldeará el futuro de la integridad en línea en 2022 y en los años venideros.
Desafíos actuales que enfrenta el mundo en línea
Cuando la mayoría de la gente piensa en problemas de integridad en línea, se concentra en los problemas antes mencionados, como el fraude y el robo de identidad. Ciertamente, estos no son un asunto menor. Desde cuentas de redes sociales falsas que se utilizan para robar información hasta correos electrónicos fraudulentos y malware, existen muchas herramientas que los delincuentes utilizan para robar información privada.
Sin embargo, el contenido dañino se ha generalizado aún más en los últimos años. En los Estados Unidos, esto se puede ver más fácilmente en la difusión de desinformación con respecto a las elecciones de 2020 y la pandemia de Covid.
Como detalla un informe de CBS, incluso áreas tan aparentemente benignas como la comunidad de bienestar (que incluye instructores de yoga y otros profesionales del bienestar) han visto sus redes sociales inundadas de teorías de conspiración diseñadas para sembrar desconfianza. Incluso después de que las teorías de conspiración de QAnon hayan sido desacreditadas repetidamente, esta perniciosa fuente de desinformación continúa haciendo sentir su influencia en las conversaciones sobre el fraude electoral .
Tan problemático como puede ser la desinformación cuando la comparte un amigo o un miembro de la familia, las lagunas o descuidos en las políticas de la plataforma han dado lugar a problemas aún más importantes a escala mundial.
Después de que los talibanes recuperaron el poder en Afganistán, la organización terrorista utilizó las redes sociales para fortalecer su control, en gran parte porque los talibanes fueron lo suficientemente inteligentes como para asegurarse de que el contenido que subieron no violara las reglas de las plataformas.
El resurgimiento de los talibanes se ha complicado aún más por el hecho de que Estados Unidos no designa oficialmente al grupo como organización terrorista, a pesar de que lo hace el Consejo de Seguridad de la ONU.
En India, las acusaciones contra los musulmanes que han llegado a conocerse como "conspiraciones de la Jihad" han podido difundir desinformación y sembrar discordia en las comunidades locales, en gran parte debido a que Facebook no ha regulado dicho contenido.
Para los titulares de plataformas y los funcionarios gubernamentales, encontrar las medidas adecuadas para verificar los hechos y eliminar ese contenido dañino se ha vuelto cada vez más complicado, especialmente en relación con los argumentos sobre la libertad de expresión. El alcance global e internacional de las plataformas en línea hace que estos esfuerzos sean aún más desafiantes.
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¿Qué se está haciendo para mejorar la integridad en línea?
La mayoría de los esfuerzos para mejorar la integridad en línea deben provenir en última instancia de los propios titulares de la plataforma. En un esfuerzo continuo por combatir la desinformación con respecto a la pandemia, las vacunas y otros temas relacionados, las plataformas de redes sociales han actualizado continuamente sus políticas sobre qué contenido es o no aceptable. Algunas plataformas utilizan una redacción específica para cuestiones como la desinformación electoral, mientras que otras prefieren una redacción más amplia.
Como explica un informe técnico de ActiveFence, un servicio diseñado para detectar de forma proactiva contenido dañino y contrarrestar a los malos actores, "Como hemos aprendido, las políticas de contenido deben proteger ante todo la seguridad de los usuarios de la plataforma. Los responsables de la formulación de políticas deben conocer todas las reglamentaciones y la legislación pertinentes para garantizar que las políticas se ajusten a la ley. Las políticas deben ser rigurosas y detalladas, pero tampoco deben ser exhaustivas. El desafío al que se enfrentan los creadores de políticas es crear un sistema para evaluar el contenido que proteja el espíritu de la redacción y pueda responder a amenazas nuevas y en evolución. Además, las empresas deben comprender su lugar dentro de un entorno digital dinámico, tanto como es hoy como en el futuro ".
En particular, dichos esfuerzos deben tener en cuenta las políticas y tendencias nacionales y extranjeras a medida que se esfuerzan por reducir la influencia de los malos actores.
El gobierno también está aumentando sus esfuerzos para mitigar el daño potencial causado por Internet, particularmente en lo que respecta a los niños. Por ejemplo, las audiencias recientes del Congreso han enfatizado la responsabilidad que tienen las plataformas como YouTube y Snapchat de proteger a los jóvenes y adolescentes vulnerables en las redes sociales. Las preocupaciones sobre la publicidad basada en datos y el daño potencial a la salud mental han jugado un papel importante en el impulso de estas discusiones.
Si bien aún no se han tomado medidas firmes, parece haber un consenso cada vez mayor entre ambas partes de que se necesita una regulación adicional de las redes sociales. Ya se han introducido proyectos de ley para hacer que estas plataformas sean más transparentes, y es probable que se espere que esa presión gubernamental (tanto dentro como fuera de Estados Unidos) aumente en 2022.
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Creando un futuro en línea más seguro
Los desafíos relacionados con el mantenimiento de la integridad en línea son inmensos.
En última instancia, mantener la seguridad de Internet requerirá un esfuerzo concertado de las plataformas tecnológicas, agencias gubernamentales, marcas y ONG para minimizar el daño potencial que pueden causar las personas malintencionadas.