Rusia cumple amenaza y le corta el suministro de gas a Polonia y Bulgaria mientras la tensión se incrementa Como ya había advertido, el presidente Vladimir Putin condiciona la entrega de gas al pago en rublos y en instituciones bancarias rusas.
Por Eduardo Scheffler Zawadzki Editado por Eduardo Scheffler Zawadzki
El conflicto entre Rusia y Ucrania ha cumplido ya dos meses y lo que muchos anticipaban sería un enfrentamiento que duraría solo de unos cuántos días se ha convertido en un evento complejo con implicaciones para el mundo entero. Durante los últimos días han surgido noticias que confirman que la tensión se incrementa y que poco a poco el conflicto rebasa las fronteras de Ucrania. El día de hoy la empresa rusa de distribución de gas Gazprom anunció que dejará de surtirles gas a Polonia y Bulgaria a partir de este miércoles 27 de abril.
El pasado viernes el presidente, Vladimir Putin, firmó un decreto por medio del cual se estableció que los países enemigos de Rusia que consuman gas deberán de pagarlo en rublos, abriendo cuentas bancarias en instituciones de país. La medida pretende contrarrestar las sanciones económicas y de intercambio de bienes impuestas por occidente desde que inició el conflicto.
A diferencia de Canadá y Estados Unidos, los países de la Unión Europea dependen de Rusia para obtener el gas que consume. Se estima que entre un 30 y 40% del gas utilizado en Europa es ruso y no es fácil conseguir a otro país proveedor de un día al otro. Las ventas de gas representan un ingreso importante para diario de €400 millones de euros para Rusia que tampoco serían fáciles de reemplazar si desaparecieran de un día al otro.
Lo que es un hecho es que la noticia vuelve a escalar la tensión entre Rusia y los países de occidente. Los países europeos se han negado a la medida argumentando que implica una violación a los contratos que están en dólares y euros. El canciller alemán, Olaf Scholz, ha acusado a Putin de chantaje y ha dicho que Alemania seguirá pagando su gas en euros, tal cual está establecido en el contrato.
Ante la medida y amenaza de Putin, los países europeos comienzan a trazar planes de emergencia para hacer frente a un posible desabasto de gas. Austria y Alemania han pedido ya a la población y a las empresas que reduzcan su consumo de manera drástica.
Bulgaria cuyo gas viene de Rusia en un 90% ha iniciado una licitación para perforación subterránea que les permita hacer frente a la crisis. Polonia declaró que se ha anticipado a la situación y que sus reservas de gas están en el 76% de su capacidad.
Aunque hasta ahora los precios del gas no se han disparado, la tensión se incrementa y si efectivamente Polonia y Bulgaria dejan de recibir el recurso el día de mañana, eso podría cambiar.