Nodo EAFIT, el programa que está ayudando a reducir la brecha digital de talentos en tecnología Mejorar las metodologías de formación en carreras de tecnología y hacer crecer la economía digital en toda la región tienen el potencial de cerrar la brecha de talentos, y el Nodo EAFIT es una de las iniciativas que aporta al crecimiento de la formación en sectores TI.

Latinoamérica es una de las regiones que ha experimentado una mejora significativa en la economía local, en parte gracias a la creciente adopción tecnológica y el acceso a los servicios digitales. Los ecosistemas tecnológicos en ciudades como Buenos Aires y Sao Paulo, pasando por Medellín y la Ciudad de México, están ayudando a crear una red de talentos enfocados en el sector TI para fomentar la inclusión digital, lo que abre las puertas a nuevas oportunidades para los talentos locales.

Sin embargo, a pesar de esto, la brecha en el sector sigue siendo grande. La escasez de talento tecnológico en la región es del 71%, según reporta Manpower. El Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de Colombia estima que hacia 2025 el país podría tener una brecha de talento digital de entre 68,000 y 112,000 desarrolladores de software.

Mejorar las metodologías de formación en carreras de tecnología y hacer crecer la economía digital en toda la región tiene el potencial de cerrar la brecha de talentos, frenando la migración de profesionales locales hacia otros países.

Con el objetivo de alcanzar esta meta, se han creado nuevas iniciativas diseñadas para dotar a los nuevos talentos TI de las habilidades necesarias, prepandolos adecuadamente para integrarse de manera efectiva en la etapa productiva de las empresas.

El poder de la formación digital

"No se trata solo de la falta de talentos formados, sino también de una búsqueda agresiva de los más expertos. Las empresas buscan personas más capacitadas, y al mirar hacia ese recurso, no lo encuentran", explica José Alejandro Betancur Álvarez, director de Nodo EAFIT, una iniciativa que nació con el objetivo de reducir la brecha tecnológica de las organizaciones, desarrollando el capital humano requerido en la construcción de industrias más sofisticadas tecnológicamente.

Según informes, menos de la mitad de los latinoamericanos han usado una computadora o tienen habilidades suficientes para usar equipos con el objetivo de practicar actividades laborales. Por ese motivo, el uso temprano y apropiado de las tecnologías digitales, junto con el adecuado aprendizaje, es clave para aprovechar las oportunidades dentro de la economía digital global.

"En el Nodo realizamos un ejercicio de 'cartografía de vida' antes de aceptar a un estudiante, le hacemos un diagnóstico, comprendemos dónde está y qué quiere lograr. Les guiamos en su ruta de aprendizaje, centrándonos en sus habilidades y aspiraciones individuales. Además, cambiamos el enfoque de tener 'profesores' a tener 'tutores', expertos en roles de liderazgo tecnológico que revisan los proyectos de los estudiantes. Este enfoque permite que los estudiantes pierdan el miedo a hacer preguntas y se habitúen a la dinámica del mundo laboral real", explica Betancur.

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Educar para el trabajo

Además de la poca oferta que tienen las empresas a la hora de sumergirse en la búsqueda de talento, las organizaciones también se encontraron con la dificultad para encontrar perfiles adecuados a sus necesidades.

Para Betancur, lo anterior se traduce en la necesidad de formar basados en la necesidades de las compañías: "Decidimos escuchar a las empresas, visitamos aquellas que necesitaban talento, identificamos los roles y creamos el concepto que llamamos 'mínimo empleado viable'. Este es similar al concepto de emprendimiento, donde el MVP (Producto Mínimo Viable) es un prototipo que una startup utiliza para validar el mercado. Por eso, la metodología se refiere a lo mínimo que una persona debe saber para ser realmente útil al ser insertada en una organización.

"No es educación continua tradicional, es entrenamiento profesional. Implementamos una metáfora: cuando aprendes a nadar, no te ponen frente a un pizarrón, te lanzan a la piscina y te enseñan en la acción. Así es como abordamos la formación, enfrentando a los estudiantes a retos reales desde el primer día", enfatiza el directivo.

Para Claudia Restrepo Montoya, rectora de la Universidad EAFIT, una de las grandes tareas es acompañar al desarrollo de talento de las personas y también de las capacidades organizacionales para afrontar los grandes desafíos del futuro: "Hemos estado desarrollando una serie de proyectos, programas, otro tipo de formación que permita el desarrollo de las capacidades y competencias en tecnología, Nodo le permite no solo a los estudiantes en formación sino a los profesionales que ya están en ejercicio, adaptarse a ese nuevo conocimiento".

La otra metodología que también ha tomado popularidad recientemente radica en la proyección de las power skills o habilidades blandas, donde varios directivos, incluyendo a Betancur, coinciden en que se debe potenciar en el aprendizaje adaptado a situaciones reales.

"La diferencia clave radica en nuestro enfoque en las habilidades blandas. Muchos dicen trabajar basados en proyectos, pero aquí el proyecto es real, con clientes reales, y las condiciones pueden cambiar en cuestión de meses", puntualiza el directivo.

Latinoamérica tiene la posibilidad de convertirse en una potencia económica digital en el escenario mundial. La adopción continua de las tecnologías digitales y la innovación será clave para lograr un futuro con más oportunidades, con ayuda de la formación de talento en sectores que están creciendo cada día más.

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