5 formas de ganarte el respeto de tu equipo como líder joven ¿Eres nuevo en un rol de liderazgo? Aprende a evitar errores comunes y a ganarte el respeto de tus compañeros con más experiencia desde el principio.
Por Murali Nethi Editado por Eduardo Scheffler Zawadzki
Key Takeaways
- Desde un inicio prioriza tener conversaciones uno a uno en las que hagas preguntas reflexivas y des tiempo a la gente para que se exprese abiertamente.
- Incluso los líderes más experimentados distan de ser perfectos; todos cometen errores o tienen lagunas de conocimiento de vez en cuando.
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En muchas profesiones, llega un momento en el que el talento joven debe asumir roles de liderazgo. Esta transición de pasar de ser un prometedor novato a un líder respetado es crucial, pero puede ser desafiante.
¿Cómo pasa uno de ser visto como un novato inexperto a ser un jefe capaz por el que otros sientan admiración? ¿Es posible liderar eficazmente a colegas mayores y más experimentados? Sí, con el enfoque adecuado. He aquí algunos consejos para jóvenes líderes que buscan ganarse el respeto de sus equipos:
1. Escucha primero, habla después
Un error fatal que he visto cometer a muchos líderes novatos es asumir que tienen todas las respuestas desde el primer día y comenzar a dictar estrategias y políticas desde el principio. El problema es que cuando bombardeas a las personas con órdenes y directivas sin escuchar sus preocupaciones, ideas y perspectivas únicas, es probable que pierdas su confianza y cooperación.
Los líderes verdaderamente respetados entienden la importancia de escuchar primero y hablar después. Reconocen que cada miembro del equipo tiene ideas valiosas para compartir basadas en su experiencia y punto de vista. Por lo tanto, desde el principio prioriza las conversaciones uno a uno en las que hagas preguntas reflexivas y des tiempo a la gente para expresarse abiertamente antes de expresar tus propias opiniones. Esto demuestra que sus puntos de vista importan y que estás dispuesto a aprender de ellos.
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2. Propón, no impongas
Sobre todo al trabajar con veteranos experimentados, es crucial llevar a las personas contigo en lugar de dictar desde arriba. Enmarca nuevas ideas como propuestas para recibir retroalimentación en lugar de mandatos rígidos. "¿Qué te parece probar con X?" genera más apoyo que "Esto es lo que vamos a hacer." Cuando las sugerencias inevitablemente encuentren resistencia, evita ponerte a la defensiva. Escucha las preocupaciones e incorpora consejos cuando sea posible. Con paciencia y cuidado puedes ajustar las propuestas para llegar a un consenso intergeneracional que sea ampliamente aceptado.
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3. Sé humilde
Otro error común que suelen cometer los nuevos líderes es mostrar arrogancia o comportarse como si su posición los hiciera infalibles. Incluso los líderes más experimentados distan de ser perfectos; todos cometen errores o tienen lagunas de conocimiento de vez en cuando.
Los líderes que se ganan un profundo respeto de sus equipos se comportan con humildad. Admiten libremente cuando no saben algo, han tomado una decisión equivocada y necesitan depender de la experiencia o conocimiento de otros. No se preocupan por mantener una apariencia de invencibilidad, sino que se sienten cómodos reconociendo su humanidad. Esta humildad genera lealtad y confianza.
Por lo tanto, para evitar caer en la trampa de pensar que siempre debes proyectar seguridad en ti mismo, no tengas miedo de decir "No sé" o "Estaba equivocado": la gente apreciará tu honestidad. Busca mentores que puedan proporcionar sabios consejos cuando te sientas inseguro. Y cuando alguien señale un error, agradece su honestidad. La capacidad de ser humilde suaviza muchos de los obstáculos en la transición al liderazgo.
4. Lidera con el ejemplo
Como dice el viejo refrán, "las acciones dicen más que las palabras." Puedes hablar sobre integridad, ética laboral, compasión o cualquier otra virtud hasta cansarte. Pero si la gente no te ve modelando activamente estas cualidades, no te tomarán en serio como líder. Para ganar un respeto genuino, debes liderar con el ejemplo todos los días.
Eso significa que cuando esperas que tu equipo se esfuerce más en un proyecto, tú debes ser el que trabaje hasta tarde para llevarlo a buen término. Cuando promueves el comportamiento ético, debes demostrar una conducta intachable. Si quieres que la gente se mantenga optimista durante tiempos estresantes, debes irradiar positividad y serenidad bajo presión. Solo practicando lo que predicas ganarás credibilidad.
Esto también significa que debes exigirte los mismos estándares (o incluso más altos) que a tu equipo. Nada erosiona el respeto más rápido que una mentalidad de "haz lo que digo, no lo que hago." Si impones reglas estrictas o expectativas de alto rendimiento a otros, es mejor que las cumplas y las alcances. Ganar respeto requiere liderar desde las trincheras, no predicar desde lo alto.
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5. Atribuye a otros, asume la culpa
No hay nada más irritante que un líder que se lleva el mérito cuando las cosas salen bien y culpa a los demás cuando salen mal. El enfoque opuesto genera una gran apreciación. Haz el hábito de destacar las contribuciones de tus colegas en cada éxito. Además, asume la responsabilidad personal por los contratiempos. Protege al equipo de críticas y adversidades. Esto demuestra lealtad y construye una confianza duradera. Los líderes que comparten los elogios y asumen la culpa ganan un respeto perdurable.
Por supuesto, escuchar, ser humilde y liderar con el ejemplo por sí solos no garantizarán que te conviertas en un líder respetado de la noche a la mañana. Se necesita tiempo para cambiar opiniones y cimentar la confianza. Pero comprometerse con estos principios desde los primeros días en el trabajo te pone en un camino sólido.
Y aquí tienes un consejo final: no te desanimes si tropiezas de vez en cuando al practicar estas estrategias. Liderar personas es un trabajo tremendamente difícil; siempre habrá obstáculos y errores. La clave es reflexionar, admitir los errores, seguir creciendo y avanzar. Al trabajar persistentemente para mejorar en las áreas mencionadas, gradualmente ganarás el aprecio y la lealtad de quienes te rodean.
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