Usa este enfoque científico para transformar tu idea en un éxito millonario Incluso al enfrentarnos a lo desconocido, siempre tenemos una herramienta para sacar conclusiones y tomar decisiones mejor fundamentadas: el método científico.
Por Daniel Todd
Key Takeaways
- Emplear el método científico en el emprendimiento lleva a la refinación del producto y al éxito en el mercado.
- La observación minuciosa, la experimentación y el análisis de datos son fundamentales para transformar una idea en un producto lucrativo.
- La iteración en el desarrollo y las pruebas de mercado son pasos esenciales para asegurar que los usuarios se mantengan comprometidos a largo plazo y para fomentar el crecimiento económico.
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Todo el mundo quiere una idea millonaria, pero se necesita más que imaginación para transformar una chispa creativa en una abultada cuenta bancaria: ayuda tener un método probado. Como muchos niños, aprendí el método científico en la escuela, así que la primera vez que quise iniciar un negocio, recurrí a un enfoque familiar: probé mi hipótesis de negocio, analicé los resultados y la revisé hasta encontrar una solución. En el proceso, me enamoré de la resolución de desafíos empresariales mediante la innovación de productos, lo que me llevó a crear Influence Mobile, desarrollar nuestro producto estrella y transformar una simple idea en millones de dólares.
Como líder, sigo utilizando el mismo enfoque científico para el desarrollo de productos innovadores. Para ser competitivos, siempre necesitamos innovar, lo que implica estar atentos a nuevos problemas por resolver. Estas innovadoras soluciones nos suelen llevar a hacer mejoras que nunca hemos intentado, planteándonos preguntas para las que tal vez no tengamos respuestas. Incluso al enfrentar lo desconocido, siempre contamos con una herramienta para sacar conclusiones y tomar decisiones mejor informadas: el método científico.
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Observa, cuestiona y formula tu hipótesis
Para concretar una idea millonaria, empieza por definir un objetivo claro. Esa chispa inicial suele venir de tu propio proceso científico: observar un problema a resolver y formular preguntas sobre la mejor manera para hacerlo. En nuestra empresa, recientemente observamos que las notificaciones push eran un importante generador de ingresos y nos preguntamos: "¿Cómo podemos generar un compromiso a largo plazo de los usuarios para aumentar la aceptación y retención de los mensajes push?" Tradicionalmente, nuestra estrategia se había enfocado en el compromiso temprano y el ROAS del primer día, por lo que esta fue nuestra primera inversión significativa para ampliar el periodo de compromiso.
Para navegar por este nuevo terreno, dejamos que el método científico nos guiara: observamos el comportamiento y las preferencias de los usuarios finales, lo comparamos con experiencias anteriores y nos preguntamos cómo aumentar el compromiso usando esos datos. Utilizando nuestro conocimiento del mercado y lo que sabemos sobre nuestros usuarios, formulamos la hipótesis de que las personas responderían bien a un juego con oportunidades mensuales de recolectar y ganar premios atractivos. También formulamos otras hipótesis, pero al compararlas con los datos existentes, elegimos la que parecía acercarnos más a una solución.
Experimenta y refina
Para transformar una hipótesis de producto en una fuente de ingresos, necesitamos probarla y refinarla hasta que sea lo más efectiva posible. Después de diseñar nuestro juego y los elementos que creíamos que interesarían a los jugadores, creamos un prototipo y lo probamos con cientos de usuarios. De nuevo, observamos su comportamiento y formulamos más preguntas: ¿Cómo interactuaban con el juego? ¿Cuántas notificaciones push aceptaban?
Sorprendentemente, el 90% de los jugadores habilitaron las notificaciones push y seis de cada diez jugadores optaron por recibir el máximo de diez notificaciones al día. Aproximadamente el 40% de los jugadores que participaron en el intercambio de piezas del juego optaron por negociar en vez de hacer intercambios automáticos. El alto nivel de aceptación de los mensajes push y el compromiso comunitario nos plantearon nuevos retos, aunque la retroalimentación inicial fue alentadora.
Aun así, ningún producto nace siendo perfecto. Por eso el método científico exige una experimentación continua. En el desarrollo de productos, esto significa realizar pruebas rápidas y frecuentes para confirmar nuestras teorías u obtener retroalimentación inmediata que nos permita perfeccionar el enfoque. Después de nuestras pruebas iniciales, lanzamos el juego a grupos cada vez más grandes, encuestamos a los jugadores e identificamos áreas de mejora. A través de la retroalimentación de los usuarios y nuestras propias experiencias, determinamos que otras opciones de juego atraerían a diferentes tipos de jugadores, y refinamos nuestro producto para satisfacer más necesidades de los usuarios.
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Analiza los datos y aplica la mejora continua
Con cada prueba, obtenemos más datos que nos permiten seguir refinando la idea inicial y transformándola en un producto digno de generar millones de dólares. Observa e identifica métricas clave que indiquen el éxito del producto. Luego, pregunta: ¿Cómo impulsamos esas métricas? ¿Quiénes son los socios adecuados? ¿Cuál es la versión mínima que podemos usar para realizar las pruebas? Comienza lo más amplio posible y luego refina con cada una de las iteraciones.
Para nosotros, la aceptación de los mensajes push impactaba directamente en el compromiso de los usuarios, así que observamos y nos preguntamos: ¿Interactuaban los jugadores con el juego como esperábamos? ¿Aceptaron más notificaciones push? ¿Qué nos decían los datos sobre sus preferencias? Contratamos a una empresa de desarrollo de juegos con experiencia, realizamos encuestas y analizamos el comportamiento de los jugadores, su compromiso y la aceptación de mensajes push antes y después del lanzamiento del juego. Nuestra hipótesis iba por buen camino, pero al analizar los datos y centrarnos en esta métrica, entendimos lo que funcionaba y las áreas específicas que necesitaban mejoras.
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Saca conclusiones, lanza y aprende
Después de múltiples rondas de pruebas y refinamientos, podemos sacar conclusiones sobre cuál es el mejor producto para lanzar, uno que probablemente tenga éxito. Para nuestro juego, concluimos que la competencia y las opciones personalizadas impulsarían el compromiso a largo plazo y la aceptación de las notificaciones push. Así que lanzamos nuestro Producto Mínimo Viable (MVP) a una audiencia más amplia, evaluamos nuevos datos y descubrimos más problemas. Nuevamente, recurrimos al método científico para observar, cuestionar, formular hipótesis, probar y refinar nuestras mayores oportunidades de mejora.
La retroalimentación inicial nos dio confianza, pero no nos detuvimos ahí. Para medir la retención y el compromiso de manera efectiva, se requiere de un análisis a largo plazo. La fase MVP nos enseñó el impacto de la escala en tiempo real, pero el producto todavía se encuentra en las primeras etapas, incluso después de lanzarlo a decenas de miles de jugadores. Al igual que nuestra aplicación principal, que tardó años de pruebas y optimización en superar los cien millones en ingresos, continuaremos recopilando datos y refinando con más mejoras para garantizar que nuestro juego siga siendo atractivo y relevante.
Los principios del método científico sirven como una guía atemporal para resolver problemas e innovar ideas. Este proceso iterativo lleva a las ideas desde el descubrimiento y la mejora hasta convertirlas en un crecimiento sostenido y en éxito. Ya sea desarrollando una nueva aplicación, lanzando un producto o mejorando un servicio existente, el método científico ofrece un proceso estructurado que cualquiera puede aplicar para navegar la innovación con mayor confianza.
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