Cómo este emprendedor pasó de levantar €83 millones de euros a irse a la bancarrota en menos de tres meses El caso de la cadena de lavanderías Jeff en Latinoamérica muestra todo lo que una startup no debe hacer al expandirse por la región.
Por Bianca Damiano Editado por Eduardo Scheffler Zawadzki
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"Rentabilidad" fue lo primero que Eloi Gomez, CEO de la startup española Jeff, tenía como prioridad en sus planes para este año.
Sin embargo, hace unos días se dio a conocer que la compañía se había declarado en concurso voluntario de acreedores, es decir en bancarrota, después de acumular más de nueve meses sin pagar a sus empleados y dejar en mínimos su planilla.
Meses atrás, la startup valenciana de lavandería y otros servicios, anunciaba una de las rondas más importantes del año en España, aunque esta no terminó de cerrarse debido a problemas de liquidez. Tampoco lograron ningún tipo de financiación adicional, por lo cual, los problemas que los venían aquejando, no se resolvieron y se volvieron una pesadilla interminable.
Desde hace dos años que la startup ya ha presentado dos ERES (expedientes de regulación de empleo), acumula casi 200 despidos y más de nueve meses sin pagarle a sus empleados.
El Juzgado Mercantil número dos de Valencia ha nombrado a un administrador que será el encargado de afrontar este proceso, después de que la compañía no haya cerrado una ronda de financiación con dos fondos internacionales que anunció oficialmente hace meses pero que finalmente no formalizó.
Según el Registro Mercantil, la plataforma de franquicias de lavanderías y otros negocios, inició el proceso concursal voluntario el 19 de mayo, que posteriormente fue aprobado por el juzgado y registrado oficialmente el 26 del mes anterior.
Ahora la empresa entra en una fase en la que está sobre la mesa una posible liquidación o reorganización de la deuda para hacer frente a su pasivo acumulado.
La deuda de la empresa es importante, aunque todavía no se ha establecido con precisión. Entre los años 2020 y octubre de 2022, la compañía acumuló pérdidas cercanas a los €65 millones de euros.
Expansión y fraude en Latinoamérica
Latinoamérica se convirtió en el mercado principal para la apertura de franquicias de la startup. Para 2018 ya habían abierto 18 lavanderías en un sólo mes y tenían gran presencia en todo el mercado latino.
Sin embargo, el cuento no habría durado demasiado. En España ya comenzaban a denunciarlos en una querella presentada en el Juzgado de Valencia por la articulación de un sistema piramidal o 'esquema Ponzi'. Y esas denuncias se extendieron a lo largo de Latinoamérica rápidamente.
Según Europa Press, en México, hay actualmente más de 65 personas que se enfrentan a acusaciones de fraude, blanqueo de dinero, evasión fiscal, falsificación de firmas y daños y perjuicios. Asimismo, en Bolivia se han iniciado acciones legales contra el representante legal de Jeff por el delito de estafa agravada, que ha afectado a múltiples víctimas.
Además, han surgido casos similares en otros países, como Colombia, Chile, Argentina, Uruguay, Guatemala, República Checa, Marruecos, Portugal, Filipinas e Indonesia.
Estos casos afectan a cientos de franquiciados que se han visto perjudicados, lo que ha motivado la presentación de denuncias ante Interpol por delitos como delincuencia financiera, fraude, evasión fiscal, blanqueo de capitales y falsificación de documentación.
La mayoría están siendo analizados por los jueces en diferentes tribunales. Las alegaciones se centran en una supuesta estafa, al argumentar que no se cumplían condiciones prometidas, como la rentabilidad a partir de un mes concreto o la generación de pedidos a través de su 'app'.
Esta serie de eventos judiciales han marcado la espiral de escándalos a los que ha sido ligada la marca Jeff, al mando de Gómez, hasta hace poco una gran historia de éxito y hoy convertida en un ícono del fracaso de un emprendedor que no supo mantener su negocio a flote.