Lo que la mentalidad de la era puntocom puede enseñarles a las generaciones de la IA El auge de internet mostró que todavía se necesita tenacidad y resiliencia para tener éxito en una época de grandes oportunidades.
Por Charity Hudnall Editado por Eduardo Scheffler Zawadzki
Key Takeaways
- Al combinar la mentalidad de la era puntocom con el avanzado talento de hoy en día, la fuerza laboral solo mejorará y se fortalecerá.
- Ahora tienes la oportunidad de organizarte, invertir en ti mismo y construir a largo plazo.
Las opiniones expresadas por los colaboradores de Entrepreneur son personales
La mentalidad de la era puntocom de finales de los 90 y principios de los 2000 se enfocaba en el trabajo duro, la determinación y la voluntad de demostrar nuestro valor. Fue una época emocionante, y no importaba en qué empresa trabajáramos; solo queríamos ser parte del movimiento. Fue un período marcado por un crecimiento extremo y el espíritu de "hacerlo posible". Teníamos muchos roles y no nos importaba el nombre de los puestos. Aprendimos una gran cantidad de cosas mientras crecíamos y creíamos en el trabajo.
En los últimos años, sin embargo, he visto un cambio de mentalidad en la nueva generación que se integra al mercado laboral; muchos esperan pasar directamente de la Universidad a su puesto ideal. Esta generación está mucho más avanzada que nosotros porque la tecnología ya está profundamente integrada a nuestras prácticas comerciales. Aunque esta ventaja por sí sola es importante, no les garantizará el éxito.
Para aquellos que están construyendo su carrera, marca o negocio, combinar la mentalidad de la era puntocom con las herramientas de inteligencia actuales los llevará más lejos y más rápido que en cualquier otra época. Ahora tienen la oportunidad de organizarse, invertir en sí mismos y construir a largo plazo.
Encuentra la 'gratificación' instantánea a través del trabajo duro
La expectativa de gratificación instantánea es comprensible, hoy puedes pedir algo en Amazon y recibirlo el mismo día. Los videos cortos han reemplazado los textos largos, todo es rápido, rápido, rápido. Pero hay una manera productiva de obtener esa sensación de gratificación instantánea en un entorno empresarial. ¿Cómo? Adoptando la mentalidad de la era puntocom y estableciendo objetivos personales.
Eso es exactamente lo que hice a lo largo de mi carrera, incluso si me esforzaba y asumía proyectos adicionales, siempre establecía un objetivo personal. Podía ser llevar un proyecto al punto donde pudiera presentarlo o desarrollar datos para mostrar cómo ejecutar mejor la idea. Establecer objetivos puede darte esa sensación de gratificación instantánea constantemente, ya sea a diario, semanal o mensualmente.
En algún momento, mientras estableces esos objetivos, también necesitarás compartir tus planes con la audiencia. Con frecuencia las personas planean tras bambalinas, así que será importante que trabajes en el storytelling para llevarlo a un primer plano y hacerlo visible. Eso es importante, platícalo en una reunión uno a uno con tu gerente si estás tratando de escalar para liderar un equipo. Si todos entienden tus ideas, obtendrás una mayor gratificación, y aunque la sensación puede ser instantánea, se basará en una planificación minuciosa y en el trabajo duro.
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Dale forma a tu carrera a través de la autoinversión
Muchas personas de la era puntocom son los líderes tecnológicos de hoy. Como en la vieja metáfora sobre cómo la presión forma diamantes, trabajar en distintos puestos, experimentar e innovar forjaron nuestro carácter y nuestras carreras. Pero lo que he visto recientemente es que la gente deja que su empleador moldee su destino. Como individuos, necesitamos tomar el control de nuestras carreras y entender que los resultados no vendrán de inmediato.
Esperar un puesto incluso antes de haber demostrado ser digno de él es trabajar al revés. Me tomó de ocho a diez años obtener el título de Director de Marketing, date la oportunidad de moldearte y formarte primero. Participa en proyectos adicionales e involúcrate; incluso si eres un pez pequeño, asume retos grandes. La clave es meter el pie en la puerta, una vez que hayas dominado una habilidad o responsabilidad, puedes asumir la siguiente.
Eso significa estar dispuesto a fallar, levantarte y luego validar los aprendizajes. He estado allí, haciendo justo eso. Ahora mis emociones rara vez se alteran, porque gestioné las situaciones más difíciles mientras crecía en el rol de Director de Marketing. Te aseguro que pasar por distintas pruebas y tribulaciones te hará sentir súper confiado cuando finalmente obtengas el puesto.
Acepta la retroalimentación como un regalo
Mientras que el trabajador moderno puede sentirse empoderado por las recompensas, en la era puntocom, ser parte del movimiento era suficiente. Combinar ambas mentalidades nos regresa a esa idea de recibir la retroalimentación como un regalo, sin importar cómo se entregue.
Estar abierto a la retroalimentación demuestra que eres humilde y quieres crecer. Eventualmente, esto te llevará a cerrar un círculo, donde la recibirás con gusto y también la darás con gusto. Al pedir la retroalimentación de otros dejarás claro que quieres aprender, los alentará a proporcionártela y te ayudará a mejorar.
Hay un arte en la entrega de retroalimentación al cambiar de roles. Si lees bien a la gente en la sala, esta comenzará a ver tu valor y a escuchar tu voz. Cómo das y recibes retroalimentación es el factor más importante para recuperar los mejores aspectos de la era puntocom: muestra que todos estamos juntos en esto y que estás involucrado en el éxito de nuestras ideas y objetivos compartidos.
El futuro del trabajo hoy
Los recién integrados al mundo laboral no están tan lejos de las personas que tuvieron éxito en la era puntocom. La cultura es el gran hilo conductor porque nadie quiere trabajar aislado. De hecho, ocho de las diez personas que entrevisté recientemente expresaron que esperaban volver a la oficina para reanudar la interacción cara a cara.
Las cualidades que quiero ver en un candidato son las mismas que definen la mentalidad puntocom. Quiero personas con iniciativa que tengan hambre, determinación y trabajen duro, el tipo de personas que gestionarán a su gerente. Cuando combinamos esa mentalidad con el avanzado talento que tenemos hoy, la fuerza laboral se fortalecerá y al igual que en la era puntocom, no habrá límite para lo que podamos crear juntos.